Las autoridades de Francia están investigando las acusaciones en contra del candidato presidencial, François Fillon, sobre el presunto trabajo falso de su esposa como su asesora parlamentaria.
Fillon, quién gano la nominación presidencial de la centro derecha en noviembre con una promesa de restaurar altos estándares morales en la política francesa, está enfrentando acusaciones de un diario semanal satírico francés de que su esposa, Penelope Fillon, ganó un total de 500.000 euros por ocho años de trabajo como su asesora, pero sin hacer mucho.
Los fiscales estatales de la unidad que investiga presuntos crímenes financieros dijeron ayer que abrieron una investigación preliminar por posible fraude y mal uso de fondos públicos.
El dinero fue sacado de los fondos asignados para cada parlamentario para contratar a sus asesores y fueron pagados cuando Fillon fue parlamentario de la Asamblea Nacional entre 1998 y 2002, y luego cuando su mujer fue contratada por un hombre que reemplazó a su marido como miembro del parlamento.
Penelope Fillon también recibió pagos como asesora parlamentaria en 2012, cuando se acabó el período de su marido en el cargo de primer ministro.
Los miembros del parlamento reciben 9.561 euros mensualmente de parte del Estado para contratar asesores, y se les permite usar la mitad de este monto para contratar a miembros de su familia. Alrededor de 10% de los parlamentarios contratan a sus parejas o hijos.
Le Canard Enchainé reclama que hay poca evidencia del trabajo que hizo la esposa de Fillon, citando a un ex empleado parlamentario.
El representante de Fillon confirmó a la radio francesa que su mujer, nacida en Gales, trabajó para el político como asesora parlamentaria e insistió que efectivamente hizo su trabajo.
En un evento de campaña en Bordeaux ayer, Fillon dijo: “yo veo que la temporada de ataques ha empezado. No voy a comentarlo, ya que no hay nada que comentar, y quiero decir que estoy indignado por el desdén y misoginia de este artículo”.
Daño a la imagen
Fillon, quién según las encuestas pasará a la segunda vuelta de las elecciones en mayo contra la líder del Frente Nacional de extrema derecha, Marine Le Pen, ganó su nominación del Partido Republicano en noviembre, tras recibir el apoyo de los votantes católicos por su postura respecto a los tradicionales valores cristianos y sus ataques a los problemas legales de Nicolas Sarkozy, quién está bajo investigación formal por posible financiamiento ilegal de campaña. Sarkozy negó las acusaciones.
Los analistas políticos dicen que los cargos que enfrenta Fillon son menos serios que las acciones legales en contra de Sarkozy. Pero arriesgan erosionar su imagen en momentos en que los votantes están molestos con el establishment político.
“Este tipo de revelaciones pueden dañarlo y favorecer a la extrema derecha”, dijo Jean-Yves Camus, investigador de la Fundación Jean-Jaurés.
Le Pen, en tanto, desestimó comentar el reporte sobre Fillon. El parlamento de la UE pidió a la líder de extrema derecha reembolsar 340.000 euros pagados a dos asesores por sospechas de que trabajaban en los asuntos no relacionados con el rol de Le Pen como miembro de la entidad.