La oficina presidencial surcoreana anunció ayer un reordenamiento en los altos niveles del gobierno, mientras busca apaciguar una crisis política creciente que amenaza al liderazgo de Park Geun-hye.
En medio de una efusión de ira social por las acusaciones de tráfico de influencias y corrupción, la Casa Azul nombró a un nuevo primer ministro, así como nuevos jefes en Hacienda y Seguridad.
El cambio llega cuando Park enfrenta duras críticas y protestas diarias en torno a acusaciones de que Choi Soon-sil, por años amiga de la presidenta, ejerció influencia sobre una serie de decisiones presidenciales. Choi es acusada de usar su posición para presionar a grandes empresas para que donaran millones de dólares a fundaciones bajo su control.
El escándalo ha dominado los titulares y causado que los índices de aprobación de Park caigan a mínimos históricos.
Como parte de la reorganización, Kim Bhong-joon, un asesor político veterano, tomará la posición mayormente administrativa de primer ministro de las manos de Hwang Kyo-ahn, mientras Yim Jong-yong, un ex presidente de la Comisión de Servicios Financieros, heredará la cartera de Hacienda de Yoo Il-ho.
Los cambios ya han recibido críticas por no ser lo suficientemente profundos. Muchos en el país asiático creen que Park debería renunciar.
“No puede haber una solución a la situación que no sea su propia renuncia”, dijo Suh Bok-kyung, un investigador político en la Universidad de Sogang en Seúl. “El cambio de gabinete muestra que todavía se apega a su estilo, sin importar lo que otros digan. Envía el mensaje de que ‘yo no estoy en el centro del problema’... esto probablemente hará que la situación empeore”.
Choi fue detenida por la fiscalía el martes, una semana después de que medios locales revelaran que había sido cómplice en decisiones presidenciales y que había recibido los primeros borradores de discursos políticos importantes y propuestas presupuestarias.
Las acusaciones de que presionó a algunas de las mayores corporaciones del país para que donaran decenas de millones de dólares también están bajo fuerte escrutinio.
Los medios locales reportaron ayer que la fiscalía investiga una transferencia de 2,8 millones de euros de Samsung Electronics a Wide Sports, una entidad creada por Choi y su hija, Jeong Yu-ra, en Alemania.
Notablemente, el dinero era para respaldar el desarrollo de actividades ecuestres con miras a los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020, aunque la mayor parte de los fondos fueron gastados en un caballo que luego usó Jeong para entrenar, según reportó la agencia de noticias Yonhap.
Samsung declinó entregar comentarios sobre las acusaciones ayer pero dijo que cooperaría completamente con la investigación.
Dos de los otros grandes conglomerados de Corea del Sur -Lotte y SK- también están siendo investigados, según los reportes.
Lotte dijo a Financial Times que había entregado fondos a una de las fundaciones cuestionadas, aunque añadió que el dinero había sido retornado y negó tener conocimiento de Choi o de su papel en el caso. SK no quiso entregar comentarios.
Park intentó minimizar el furor la semana pasada, con una disculpa televisiva inusual. Sin embargo, miles de personas protestaron en las calles durante el fin de semana llamando a la renuncia de la presidenta, en medio de nuevas preocupaciones sobre la transparencia y corrupción en los altos niveles del país.
“La gente no aceptará lo que sea que vaya a hacer desde ahora en adelante porque ya ha perdido su credibilidad”, dijo Shin Yul, un profesor de política en la Universidad de Myongji.