La confianza del consumidor estadounidense disminuye por primera vez en cuatro meses
El indicador de confianza del Conference Board disminuyó a 106,7.
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La confianza del consumidor en Estados Unidos cayó en febrero por primera vez en cuatro meses a medida que se deterioraron las opiniones de los estadounidenses sobre las perspectivas de la economía, el mercado laboral y las condiciones financieras.
El índice de confianza del Conference Board disminuyó a 106,7 desde los 110,9 revisados a la baja de enero, según mostraron los datos publicados el martes. La lectura de febrero fue inferior a todas las estimaciones de los economistas obtenidas en una encuesta de Bloomberg.
Un indicador de expectativas cayó a un mínimo de tres meses, mientras que el indicador de condiciones actuales también bajó.
La disminución de la confianza registrada este mes interrumpe un reciente repunte del optimismo ligado a visiones más optimistas sobre la inflación y un mercado laboral sólido, las que han impulsado el gasto del consumidor. Esa resiliencia está ayudando a sostener la expansión económica al mismo tiempo que disminuye las presiones sobre los precios.
La tasa de inflación promedio esperada por los consumidores durante los próximos 12 meses continuó disminuyendo y se mantiene en el nivel más bajo desde 2020.
“Si bien la inflación general siguió siendo la principal preocupación de los consumidores, ahora están un poco menos preocupados por los precios de los alimentos y la gasolina, los que han bajado en los últimos meses”, dijo Dana Peterson, economista jefe del Conference Board, en un comunicado.
“Pero están más preocupados por la situación del mercado laboral y del entorno político de EEUU”, dijo Peterson.
La proporción de encuestados que esperan mejores condiciones empresariales en los próximos seis meses cayó a su nivel más bajo en ocho meses. El porcentaje que espera que sus ingresos aumenten cayó al menor nivel desde octubre.
Los consumidores también se mostraron más pesimistas sobre la situación financiera actual y futura de su familia, y aumentó la probabilidad percibida de una recesión el próximo año.
Las opiniones sobre el mercado laboral fueron más pesimistas que hace un mes y disminuyó la proporción de consumidores que dijo que actualmente los empleos eran abundantes, mientras que muchos encuestados señalaron que son más difíciles de conseguir.
La diferencia entre los que dicen que los empleos son abundantes y los que dicen que son difíciles de conseguir (una métrica seguida de cerca por los economistas para medir la fortaleza del mercado laboral) se redujo por primera vez en tres meses.