El intrincado proceso para la elección del nuevo presidente de Italia se inició ayer con una primera votación fallida. A primera hora, el primer ministro Matteo Renzi despejó la incógnita y anunció que el candidato elegido por su grupo (Partido Democrático) era el jurista y ex ministro Sergio Mattarella, de 73 años, consignó Reuters.
En una votación que se demoró más de dos horas y media, los 1.009 diputados, senadores y representantes de regiones que forman el grupo de "grandes electores" no lograron quorum (672 votos), para ninguno de los candidatos: 538 votos en blanco, 33 nulos y los restantes muy fraccionados entre más de 40 opciones a presidente. El único que pasó la centena de apoyos fue Fernandino Imposimato, el candidato propuesto por el Movimiento 5 Estrellas, opositor al gobierno.
El candidato de Renzi, en tanto, sólo sumó 5 votos ya que el premier había pedido a su grupo votar en bloque en la cuarta ronda, que se celebraría el sábado, donde se requieren sólo 505 sufragios para resultar elegido, y así evitar la fractura de grupo que dificultó la elección presidencial de 2013.
El PD de Renzi cuenta con 446 votos. El grupo Elección Cívica manifestó su apoyo a Mattarella y Izquierda Ecología y Libertad, que aportaría 34 votos, afirmó que también lo considerará. Forza Italia (FI), liderado por el ex premier Silvio Berlusconi, dijo estar considerando "todas las opciones", según Bloomberg.
Prueba para Renzi
El presidente de Italia tiene una posición casi ceremonial, pero en situación de inestabilidad política puede disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas.
Pese a que Mattarella no es una personalidad destacada en el plano internacional como otros políticos italianos, Renzi defendió que es la mejor opción para sustituir a Giorgio Napolitano. "Mattarella es un hombre de leyes, de la lucha contra la mafia, un político en letras mayúsculas", destacó Renzi.
La elección es también un test para el gobierno de Renzi y su alianza parlamentaria con Berlusconi. Servirá para que Renzi tome conciencia del apoyo con el que cuenta en el PD y en la izquierda; y medirá el poder que conserva Berlusconi.
La sorpresiva elección de candidato no gustó a su socio en el Parlamento, que le acusó de no respetar la alianza establecida en enero de 2013 (conocida como "Pacto del Nazareno") y llamó a los miembros de FI a votar en blanco. Renzi y Berlusconi habían mantenido conversaciones sobre los potenciales candidatos, pero la decisión de Renzi trata de desmarcarle de la influencia del ex premier aunque complica la relación con su forzoso aliado en la Cámara de cara a las reformas constitucionales que su Ejecutivo quiere realizar.
El conflicto de Berlusconi con Mattarella se remonta a los años '90, cuando éste era ministro y renunció en protesta a la tramitación de una ley que consolidaba el imperio mediático de Berlusconi.