Alemania se convirtió en la última economía de la zona euro en entrar al club de los países del bloque que han caído en terreno deflacionario debido al brusco descenso en el precio de la energía, lo que sugiere que el indicador para toda la región podría seguir hundiéndose.
La Oficina Federal de Estadísticas informó ayer que la lectura preliminar del IPC armonizado bajó 0,5% anual en enero, el primer retroceso desde octubre de 2009. El mercado anticipaba un declive de 0,2% tras el alza de 0,1% de diciembre.
La caída en el costo de la vida fue impulsada principalmente por los menores precios de la energía (-9%), aunque los alimentos más baratos (-1,3%) también incidieron.
El dato negativo de la principal potencia comunitaria "destaca la fortaleza de las presiones deflacionarias en incluso las economías más sólidas de la zona euro", aseguró en una nota a sus clientes Jennifer McKeown, economista senior para Europa de Capital Economics.
La experta estima que los efectos de la energía probablemente mantendrán la inflación germana por debajo de cero por los próximos seis meses. Société Générale es más pesimista y prevé que la variación de los precios no volverá a ser positiva hasta el cuarto trimestre.
En todo caso, Capital Economics no pronostica por ahora un prolongado y amplio episodio de deflación y, desde su perspectiva, un período temporal de precios descendentes debería ayudar a alentar la actividad económica local.
Una visión similar tiene Paul Donovan, director gerente y economista global de UBS Investment Bank, quien afirmó en una nota que el impacto del crudo más barato es un "cambio de precio relativo, no un cambio de precio general (deflación)". El especialista añadió que los movimientos relativos del petróleo son un "claro estímulo" para la nación.
Baja del bloque se profundiza
Según Capital Economics, los datos de Alemania sugieren que la inflación de la zona euro en enero, que se conocerá hoy, será más baja que la proyección de -0,5%.
Esta cifra seguiría al descenso de 0,2% de diciembre y marcaría la segunda mayor disminución desde la creación de la moneda única en 1999. El mínimo histórico se produjo en plena recesión en julio de 2009, cuando los precios cayeron 0,6%.
"Es probable que la inflación de la zona euro siga negativa en la primera mitad del año antes de que los efectos de base y el menor tipo de cambio del euro puedan devolver las tasas hacia un territorio modestamente positivo", expresó a Bloomberg Christian Schulz, economista senior de Berenberg Bank. El analista puntualizó que un regreso a la meta de cerca de 2% del Banco Central Europeo "se mantiene como una posibilidad distante".
De los 19 países que componen la zona euro, doce se encuentran en un camino deflacionario, con Grecia y Chipre siendo los mercados con el declive más profundo. Entre las cinco mayores economías del bloque, sólo Francia aún mantiene una inflación anual positiva, aunque es probable que el país caiga en deflación en los próximos meses (los precios subieron sólo 0,1% anual en diciembre).
La semana pasada, el organismo emisor lanzó un programa de compra de activos por al menos 1,1 billón (millón de millones) de euros (US$ 1,2 billón) para alejar el riesgo de una prologada deflación en la región.
"A pesar de que las presiones suavizadas sobre los precios se deben principalmente a los bajos precios del petróleo, el BCE no obstante ve este acontecimiento con preocupación y debería sentir que su última decisión de anunciar un programa de compra de bonos estaba justificada", comentó a Reuters Viola Julien, economista del banco Helaba.
McKeown de Capital Economics también estima que la medida de la entidad fue correcta, aunque advirtió que la acción "podría ser muy poca y muy tarde para evitar un período largo de deflación en la región".
Tanto el BCE como el Commerzbank auguran que la inflación se mantendrá negativa hasta el tercer trimestre.