El banco central de Australia (RBA, su sigla en inglés) recortó ayer sorpresivamente la tasa de interés de referencia a un nuevo mínimo histórico e indicó que el dólar australiano sigue estando sobrevalorado, uniéndose a una docena de contrapartes globales en la flexibilización monetaria este año a medida que el precio de los commodities se desploma.
La autoridad redujo la tasa de efectivo en 25 puntos básicos a 2,25% y rompió la pausa de 18 meses sin cambios en un intento por estimular la lenta economía local.
El dólar australiano se hundió más de un centavo frente al estadounidense después de que el RBA comunicara su decisión tras la primera reunión de política monetaria del año.
"En general, la evaluación del banco es que el crecimiento de la producción continuará levemente por debajo de la tendencia por un período un adicional, y la tasa de desempleo subirá un poco más de lo previsto anteriormente", dijo el gobernador del RBA, Glenn Stevens, según Reuters
"Se espera que esta acción añada algo de apoyo adicional a la demanda, a fin de fomentar resultados sostenibles de crecimiento y de inflación compatibles con el objetivo", agregó.
Colapso de commodities
Las acciones llegaron a un máximo de casi siete años, la divisa retrocedió a un mínimo de más de cinco años y medio y el rendimiento de los bonos alcanzó un piso récord.
La decisión del RBA se produce tras el colapso del precio del mineral de hierro, responsable de uno de cada cinco dólares australianos de los ingresos por exportaciones y a la ola de flexibilización entre las autoridades monetarias globales que amenaza con elevar el valor de la divisa.
"Los cambios en la política monetaria global en los últimos meses han elevado el grado de dificultad para rebajar el valor del dólar australiano", explicó a Bloomberg James McIntyre, jefe de investigación económica de Macquarie Bank.
La divisa australiana "sigue por encima de la mayoría de las estimaciones sobre su valor fundamental, particularmente dada la significativa caída del precio de commodities clave", explicó el gobernador del RBA. "Se requiere un menor tipo de cambio para lograr balancear el crecimiento de nuestra economía". El último recorte de la tasa fue hace 18 meses, el tiempo que toma que el estímulo repercuta en la economía. Los economistas ven un 70% de probabilidades de un nuevo recorte en la reunión de marzo.
"El RBA ha concluido que tendrá que darle un empujón a la divisa para lograr bajar su valor. Creemos que queda, al menos, una nueva rebaja por hacer", dijo McIntyre.