Una reducción gradual desde el 50% del interés promedio hasta un 37% es lo que quedó establecido en la rebaja de la Tasa Máxima Convencional (TMC) promulgada a fines del año pasado. El objetivo: abaratar el costo de los créditos en pesos a más de 90 días y bajo 200 UF.
Sin embargo, esto podría generar un efecto colateral para las compañías que entregan créditos enfocados en esos segmentos.
El más evidente de ellos, es la reducción de los ingresos por este servicio, y un nuevo cálculo de riesgo para la cartera, en algunos segmentos de la población, como el C3 y D. De hecho, La Polar informó el viernes que sus ingresos financieros cayeron 6% debido a un decrecimiento de 4% de la cartera con respecto al tercer trimestre del año anterior, y al efecto de una menor tasa de interés por la reducción de la tasa máxima convencional.
El tema es especialmente sensible. "La TMC era de 55% y va a quedar en 37%, mientras el costo de fondo es de aproximadamente 9%, y el riesgo, 22%. Así, considerando este escenario, el spread neto de riesgo cae de 24% a 6% al año para los segmentos de mayor riesgo. Es decir, los números ya no están dando", analiza un ejecutivo de una de estas compañías.
El diagnóstico es compartido por otros actores de la industria quienes anticipan que "varios en el mercado vamos a estar más dispuestos a vender, porque con la mayor regulación y los costos que implica, hace que uno ya comience a analizar las ofertas con otros ojos".
Esta consolidación de actores es lo que también prevé que ocurra entre los retailers de tamaño mediano, Claudio Ortiz, gerente general del Retail Financiero (ver nota relacionada).
Un analista de la plaza explica que "los retailers chicos generan su rentabilidad a partir del alto interés que les cobran a sus clientes por tener perfiles más riesgosos, lo que con la aplicación de la TMC se acabará. Es decir, ya no se dará más esta relación riesgo-retorno". Por lo mismo, estima que podría darse una consolidación del sector.
"Las compañías más chicas dejarían de ser rentables y, por lo tanto, tendrían problemas para subsistir a largo plazo. Entonces, podría ocurrir que entre algunas firmas medianas y pequeñas decidan fusionarse o que algunas de las grandes vean en las medianas y pequeñas oportunidades de expandir sus negocios, lo que las motivaría a adquirirlas", asegura.
Las medidas
En la industria plantean que la rebaja de la TMC afectará de distintas formas a estas compañías, las que ya están tomando medidas para hacer frente al fenómeno.
Por ejemplo, La Polar informó el viernes que "inició durante el segundo semestre una mayor actividad en el negocio de seguros y de captación de clientes".
En todo caso, las compañías no están de brazos cruzados y están tomando medidas.
La primera de ellas, es cuidar el riesgo de la cartera de clientes. "La forma más
concreta de hacerlo es siendo más selectivos en las rentas a las que les otorgamos crédito, dejando fuera a una buena porción de clientes, y además prestamos créditos a plazos cada vez más cortos, considerando las proyecciones que tenemos para 2015", dice un ejecutivo.
Claudio Ortiz, gerente general de Retail financiero: "Es consecuencia del conjunto de medidas que se tomaron"
Las fusiones y adquisiciones han marcado los últimos años en el sector del retail, lo que, a juicio del gerente general de Retail Financiero, Claudio Ortiz, ha provocado que existan "mayores grados de concentración".
Ortiz indicó que esto ha sido producto, principalmente, de los cambios regulatorios que se han impulsado, agregando que anticipó que esto pasaría cuando se discutieron aquellos temas durante el gobierno anterior.
En este sentido, el ejecutivo aclaró que "la situación descrita no es resultado exclusivo de la entrada en vigencia de la ley de Tasa Máxima Convencional (TMC), sino que también es consecuencia del conjunto de medidas que se tomaron y afectaron al sector".
Dentro de esas medidas, resaltó la Circular 40 de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras. Según el ejecutivo, esta normativa, que entró en vigencia en 2013, "es una gran piedra que se le pone en el cuello a las empresas, pues implica mayores costos, tanto por los ajustes importantes que impone en sus gobiernos corporativos como por la creación de nuevas áreas".
Por otro lado, la aplicación de la TMC "es sinónimo de menores ingresos futuros". La combinación de estas iniciativas "configuran un escenario más complejo para el sector, que obliga a buscar mayores eficiencias. Una de ellas es mutar hacia una mayor concentración, en búsqueda de mayores volúmenes", afirmó.