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Alfredo Moreno y violencia en la Araucanía: “Experiencias de otros países demuestran que es un proceso largo y difícil, pero que se puede”

Desde otra vereda, el exministro Alfredo Moreno seguirá abordando el conflicto de la macrozona sur, cuyas causas y soluciones analiza en esta entrevista.

Por: Martín Baeza | Publicado: Lunes 31 de julio de 2023 a las 04:00 hrs.
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Alfredo Moreno, copresidente de la Comisión para la Paz y el Entendimiento
Alfredo Moreno, copresidente de la Comisión para la Paz y el Entendimiento

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Finalizado el segundo gobierno de Sebastián Piñera, donde lideró las carteras de Desarrollo Social y Obras Públicas, Alfredo Moreno volvió al sector privado. El también excanciller y expresidente de la CPC regresó al directorio de Falabella y también se sumó al de Red Megacentro.

Pero, en paralelo, mantendrá un pie en la política. Junto al senador Francisco Huenchumilla, encabezará la Comisión Presidencial para la Paz y el Entendimiento, que abordará el conflicto en la Araucanía y la situación de los pueblos indígenas en la macrozona sur.

Días después de la primera sesión, en la ciudad de Los Ángeles, Región del Biobío, el exministro participó en un encuentro regional organizado por Irade, donde expuso su visión del tema.

“El problema se ha ido expandiendo territorialmente y se han puesto más violentos los eventos. Tenemos que tener soluciones más de fondo”.

En conversación con Diario Financiero, profundiza: “las experiencias en otros países han demostrado que es un proceso largo y difícil, pero que se puede. Lo raro son los países como nosotros que no hemos logrado resolver el problema cuando estamos en pleno siglo XXI”.

-¿Cree que los problemas de la violencia y los pueblos indígenas tengan una misma solución?

-Evidentemente hay una diferencia entre el grupo indígena que tiene toda una historia de, no solamente lo que pasó en la pacificación, sino que de discriminación durante mucho tiempo, de postergación, y eso tenemos que cambiarlo. Hay aspiraciones que son legítimas, pero la violencia no se justifica por ninguna causa.

Creo también que, en la medida en que estos hechos violentos van haciendo que el Estado retroceda, también empezamos a ver otro tipo de delincuencia que tiene que ver con el narcotráfico, con el robo de madera, con otras cosas. Y esto sucede en todos los alrededores de las grandes ciudades donde el Estado ha ido perdiendo el control, donde los que mandan son los narcotraficantes y los delincuentes. Todo el que tiene poder va llenando el vacío que deja el Estado.

-Usted ha dicho que el trabajo de la Comisión tiene que convivir con los hechos violentos, ¿a qué se refiere?

-Para ponerlo por otro lado, si no fuese así, estaríamos en manos de los violentos. Bastaría que hicieran un acto violento para que cualquier esfuerzo por resolver los problemas de fondo se detuviera. Y eso es lo que el Estado y el resto de la población tenemos que evitar. Esto es un proceso muy largo, no basta con un determinado gobierno, si no se continúa, no se llega a puerto.

El círculo vicioso

-Desde su perspectiva como empresario, ¿cómo ve el impacto en la región?

-El impacto económico es tremendo. Primero, en la vida de las personas, porque hay quienes han perdido la vida, otros sus bienes. Pero incluso aquellos a los que no les ha sucedido nada, tienen temor de lo que les pueda suceder.

¿Por qué voy a arriesgar yo mis máquinas si me las pueden quemar o robar? ¿Por qué voy a invertir en un cultivo? Se va deteniendo todo y es un círculo vicioso en que todo va hacia abajo, porque la gente empieza a no tener trabajo ni actividad, hay más descontento y cada vez las cosas son peores. Y eso es lo que buscan estos violentistas, que es tomar control de territorios. Eso no se puede permitir.

-¿Cree que todos estos factores están enlazados?

-Hay que considerar que en toda esta zona están los lugares con mayor pobreza multidimensional del país, que tienen tremendas carencias de caminos, sistemas de agua potable rural, conectividad y comunicaciones. Como hay poca actividad, los servicios del Estado tampoco pueden entrar y hoy, con la violencia, hay mucha mayor dificultad para poder llegar a hacer un asfaltado o una mejora en un camino. Cuesta mucho porque, por temor, no hay empresas que lo quieran hacer.

-¿Debe haber más presencia estatal para que las empresas vuelvan?

-Ya sabemos lo que pasa cuando el Estado se retira. El vacío lo llena el que tenga la fuerza, el que roba madera, el que está en las drogas, el que tiene armamento.

La agenda

-Hay datos que muestran una disminución de los delitos, ¿considera que se ha demarcado un camino?

-Tenemos una disminución en algunos lugares, en otros no. Si uno mira el cuadro más largo, el problema se ha ido expandiendo territorialmente y se han puesto más violentos los eventos. Creo que los estados de emergencia son completamente necesarios dada la situación, pero es evidente que tenemos que tener soluciones más de fondo. No me refiero solo a la Comisión, también al trabajo de inteligencia. Se requieren las leyes antiterrorista, de crimen organizado, las herramientas necesarias para esto.

-Dijo que el problema no se solucionará solo con la Comisión, ¿pero cuáles son sus expectativas para ella?

-El esfuerzo de seguridad depende del Gobierno y espero que se actúe muy eficazmente en contra de estos grupos, lo que no hemos hecho hace ya bastante tiempo. Hay proyectos trabajándose en el Congreso y mientras más rápido estemos con esas leyes, mejor. Por ejemplo, la Ley de robo de madera ha tenido un efecto inmediato.

Son herramientas muy necesarias, las deberíamos haber tenido hace años. Desgraciadamente, no lo permitieron las opiniones de algunos congresistas que, en ese momento, pensaban que era negativo tener esos instrumentos, pero ahora se han dado cuenta de que es necesario e imprescindible. Con ellas, podemos tener mucho mejores posibilidades respecto de estos grupos y así, en el mediano y largo plazo, de elaborar soluciones a través de la Comisión y llevarlas a la práctica.

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