Empresas chinas denuncian que CAP también compró acero de su país a través de firma de Hong Kong
Siderúrgicas del gigante asiático acreditaron embarques entre junio de 2022 y septiembre de 2023. CAP admite transacción, pero argumenta problema operacional puntual.
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A través de una empresa intermediaria radicada en Hong Kong, la Compañía Siderúrgica de Huachipato le compró a la acerera china Dongbei Special Steel un total de 9.986 toneladas de barras de acero en cuatro embarques realizados entre junio de 2022 y septiembre de 2023.
Así lo hicieron ver en las audiencias de esta semana ante la Comisión Antidistorsiones los representantes de las compañías asiáticas Ignacio García y Andrés Sotomayor, de Porzio Ríos García, quienes adujeron que la propia CAP Acero -como también se denomina a la histórica usina penquista- es uno de los mayores importadores de los “productos presuntamente objeto de dumping”. Este hecho, según las compañías asiáticas, es un factor que no puede ser ignorado en la relación causal.
“Quedó en evidencia con el cierre de Huachipato las ineficiencias de esta compañía. Las pérdidas vienen de mucho antes de que llegara a Chile el acero desde China”, argumentó abogado de las empresas asiáticas.
Fuentes de la acerera admitieron dichas importaciones, las que atribuyeron a un problema puntual operativo en la siderúrgica.
Los abogados del estudio Porzio Ríos García representan a dos exportadores chinos -Feifan y Longte-, así como a la Asociación de Hierro y Acero de China (CISA) y la Cámara de Comercio China para la Importación y Exportación de Maquinaria y Productos Electrónicos (CCME).
Los expertos hicieron ver que, contrario a lo que se ha manifestado por parte de Huachipato, las productoras del gigante asiático no hacen dumping, sino que son altamente eficientes por economías de escala, el uso de tecnología de punta y mejor calidad de los productos.
Ignacio García señaló que “quedó en evidencia con el cierre de Huachipato las ineficiencias de esta compañía”, que era un lastre para su sociedad matriz, lo que quedó de manifiesto “al constatar que las pérdidas vienen de mucho antes de que llegara a Chile el acero desde China”, que a su juicio empezó a vender bolas de molienda a mediados de la década pasada.
Andrés Sotomayor afirmó que “empatizamos con las personas que van a perder sus puestos de trabajo por el cese de operaciones de Huachipato y por ello se requieren otro tipo de medidas, no aquellas como las sobretasas que puede eventualmente derivar en un conflicto con el mayor socio comercial de Chile”.
Hizo ver que si se continuaba en la senda de aumentar tarifas arancelarias a los productos de acero de China, este país podía ir a la Organización Mundial de Comercio (OMC) y pedir retaliaciones (represalias) de cualquier producto proveniente de Chile, como vino o fruta, lo que puede inquietar a otros sectores productivos de la economía que son proveedores del gigante asiático.
“China es una economía de mercado, que se rige por las reglas de la OMC, no hace dumping y por ello son improcedentes las sobretasas al acero”, resumió Ignacio García, quien de paso lamentó que Chile haya adoptado íntegramente como propias las opiniones “subjetivas y unilaterales de la rama de producción nacional” .