En el sector eléctrico se comenzó a revisar el Estudio de Análisis de Falla (EAF) por el apagón y ya surgen las primeras lecturas. Mientras, las empresas disponen de 10 días hábiles para presentar sus observaciones ante la SEC y luego la entidad llevará a cabo un análisis para establecer eventuales responsabilidades.
Según sostuvo el gerente general de Systep, Rodrigo Jiménez, el EAF cumple con los contenidos exigidos en la Norma Técnica de Seguridad y Calidad de Servicio. Pero dada la magnitud del evento, “es comprensible que tanto la ciudadanía como el mundo político demanden respuestas que exceden el alcance de dicho informe”.
“Será necesario esperar las siguientes etapas, que incluyen auditorías, análisis de la SEC y estudios complementarios, entre otros”, advirtió.
El consultor y profesor en ORRISK, Elio Cuneo, explicó que el estudio debe desarrollarse en plazos perentorios: “Puede que falten aspectos técnicos que estudiar, el mismo Coordinador y mismos coordinados pueden dar su opinión, cuales son los aspectos adicionales que deben ser analizados en profundidad”.
En cuanto a si ve responsabilidad del Coordinador en el estudio y/o en el apagón que se describe, Jiménez indicó que “aún es temprano para asignar el grado de responsabilidad al Coordinador. Lo esperado es que las empresas afectadas validen el análisis técnico, la interpretación normativa y la descripción de los sucesos realizada por el Coordinador en el EAF. Posteriormente, en las siguientes etapas, podrán presentar sus eventuales descargos ante la SEC”.
Otro aspecto crítico -dijo- es que “el estudio encargado a EPRI difícilmente podrá determinar responsabilidades de manera independiente si se desarrolla bajo la supervisión del propio Coordinador”.
Cuneo planteó que, “aun cuando el Coordinador aparece como responsable de la operación, son los coordinados los que deben sentir la responsabilidad por la seguridad de suministro. La gran responsabilidad del Coordinador por el evento ocurrido no está en el evento mismo, está en sacar el máximo de lecciones, estudiar en profundidad aspecto operativos que no estaban mapeados, es ‘buscar agua en pozos secos’”.
Para el director de Desarrollo de energiE, Christian Scholz, “el Coordinador construyó una cronología de eventos y emitió una opinión sobre las responsabilidades”. Opinó que el EAF no es un instrumento para hacer una autoevaluación ni tampoco para presentar lecciones aprendidas.
En Tele13 Radio, el presidente del Consejo Directivo del Coordinador, Juan Carlos Olmedo, dijo: “Todo evento de este tipo genera lecciones. Yo creo que esto va a marcar un antes y un después en nuestro sistema eléctrico”.
El director ejecutivo de la Asociación de Transmisoras de Chile, Javier Tapia, recalcó que el apagón “no fue el resultado de un error puntual, sino de una falla sistémica”.
“El informe se refiere a algunas debilidades relevantes -actuaciones o decisiones que podrían haber influido en la propagación del evento y en la demora de la recuperación del servicio-, pero también pueden existir otras que se presentaron al momento de la falla y no son abordadas en él. Las empresas pueden incluso controvertir los hallazgos que allí se indican”, manifestó el representante gremial.
Frente al EAF, el director ejecutivo de Acenor, Javier Bustos, afirmó que este es un evento que ha tenido un gran impacto económico en el país, principalmente en clientes libres de distintos sectores productivos, los que representaron más del 54% de la energía no suministrada.
Al respecto, afirmó: “Estimamos que el costo total de esta falla, incluidos los efectos hasta la completa recuperación del servicio, va de US$ 400 a US$ 500 millones en pérdidas para elpaís”.