La firma estadounidense Carlyle compra Doggis, Mamut y Juan Maestro
El fondo es uno de los más grandes del mundo. Fundadores de Gastronomía & Negocios se mantendrán en la propiedad como minoritarios.
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Los fundadores del grupo Gastronomía & Negocios (G&N), Ricardo Duch y Óscar Fuenzalida, dieron el sí: ayer aceptaron una oferta de compra del fondo estadounidense The Carlyle Group, tras lo cual los empresarios chilenos cederán el control de la compañía que maneja las cadenas Doggis, Juan Maestro, Bob's, Mamut, Popeye´s y Tommy Beans.
Duch y Fuenzalida se matendrán en la empresa con una participación minoritaria.
El monto de la operación se mantiene bajo absoluta reserva. Lo que se conoce hasta el momento es que los fundadores de la matriz de Doggis la habían valorizado en unos US$ 120 millones.
Ante la consulta de Diario Financiero, desde G&N no emitieron comentarios.
Las negociaciones
Entre los interesados por quedarse con G&N, y que quedaron en el camino, estuvo el grupo mexicano Alsea, que maneja casi tres mil restaurantes en Sudamérica y España bajo marcas de franquicias como Starbucks, Domino's Pizza, Burger King y P. F. Chang's, entre otras.
También presentaron ofertas -sin éxito- el operador argentino Degasa (que maneja en Chile la franquicia de la estadounidense Kentucky Fried Chicken), y los fondos de inversión Victoria Capital, Econ y Mesoamerica, este último con sede en Costa Rica y que recientemente tomó el control de Unifood (que opera los restaurantes Pollo Stop, entre otras cadenas) tras llegar a un acuerdo con su fundador, Jacques Albagli.
Si bien en un comienzo los dueños de G&N buscaban sólo sumar un socio, el acuerdo con el fondo internacional significa ceder el control.
Fuentes conocedoras del proceso señalan que el plan de la nueva sociedad considera potenciar la operación en Chile. Los dueños de G&N ya tienen un plan avanzado: tener 500 locales al 2020. Por otro lado, el nuevo controlador ve a la empresa con un gran potencial para crecer en países vecinos.
La compañía
Duch y Fuenzalida debutaron en la industria de los alimentos hace más de tres décadas con un local de sándwiches en calle Matucana, que los propios clientes bautizaron como "Sanguchazo".
Antes incursionaron en la venta de quesos. Entre sus compradores estaba Lomitón. Fue ahí donde vieron la oportunidad de entrar a ese negocio.
Pero no todo fue fácil. En 1985, abrieron un segundo local en Mac-Iver, que no tuvo buenos resultados: un local que vendía completos les robaba la clientela. Los socios vieron la oportunidad y decidieron replicar la idea y desarrollaron el concepto de los hot-dogs.
Recién en 1990, tomaron la decisión que los transformaría en los gigantes de la comida rápida en Chile: unificar los veinte locales que manejaban en ese entonces bajo el nombre de "Doggis".
Cinco años más tarde, decidieron adoptar el sistema de franquicias con la asesoría de la empresa norteamericana Franchisinternacional Inc., lo que les permitió crecer a una tasa de 30% anual en sus primeros años.
Gastronomía & Negocios factura alrededor de $ 120 mil millones al año; opera 340 locales en Chile y 25 ubicaciones en Brasil.
Por su parte, el gestor de fondos estadounidense de private equity Carlyle Group concretó en enero de este año su entrada a Chile con la compra de la empresa del rubro de seguridad SCI.
La gestora de activos alternativos tiene US$ 169.000 millones bajo su administración. "Fundada en 1987 en Washington DC, Carlyle se ha convertido en una de las empresas de inversión más grandes del mundo, con más de 1.625 profesionales en 35 oficinas en América del Norte, América del Sur, Europa, Medo Oriente, África, Asia y Australia", destaca la firma en su página web.
Juicio por libre competencia
La venta de G&N trae consigo una contingencia. En enero de 2016, un grupo de franquiciados los demandó ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia por negociar con Coca Cola Embonor, Embotelladora Andina, Ariztía y Alifrut los precios que estos debían cobrarles. Denunciaron que por este acuerdo, G&N obtenía pagos de parte de los proveedores.
La firma rechazó por completo la demanda. "Es por completo lícito que un franquiciador, como es el grupo G&N, pacte ciertos aportes con los principales proveedores de su red, a cambio de autorizarlos como proveedores, con los beneficios estratégicos, de aseguramiento de flujo de clientes asociados a las marcas G&N, y publicitarios que ello además les provee", fue la respuesta a la demanda firmada por la abogada Nicole Nehme.
A principios de agosto, cuatro de las 19 sociedades que habían acusado al grupo ante el TDLC retiraron el recurso. Otros franquiciados han dicho que llegarán hasta las últimas. "No hay ninguna posibilidad de llegar a un acuerdo", ha dicho el abogado Rodrigo Díaz de Valdés, del estudio Baker & McKenzie, que representa a un grupo de franquiciados.