El ministro de Hacienda, Andrés Velasco, afirmó hoy que
ser progresista en la actualidad incluye impulsar el crecimiento económico, el
libre comercio y mantener la responsabilidad fiscal, tras inaugurar la
conferencia que reúne a más de 200 líderes progresistas de todo el mundo bajo
el lema Una Globalización Inclusiva, al norte de Londres.
Por el contrario, agregó, que el populismo no es
progresista. "Se necesitan líderes que piensen en la próxima generación y no en
la próxima elección", precisó.
Durante la mañana, presentó las fortalezas de la economía
chilena ante un grupo de 30 empresarios e inversionistas ingleses invitados por
el banco de inversión Rothschild, en el centro financiero de Londres.
En la oportunidad, anunció que la próxima reunión de
líderes progresistas, que incluye una cumbre con jefes de Estado y presidentes
de centroizquierda se realizará en Chile, aunque no precisó la fecha.
En su intervención, Velasco afirmó que "en las discusiones
progresistas en los países ricos, al crecimiento económico se le presenta como
una amenaza que controlar y no una oportunidad para aprovechar".
Recordó que durante los cuatro últimos gobiernos
democráticos, la pobreza se redujo de un 40% a un 13%, porque "aplicamos
políticas sociales ambiciosas y sin precedentes, pero también porque el país
creció a un promedio anual de 5,5%".
Sin embargo, enfatizó el crecimiento no es sinónimo de ser
ortodoxos. Se necesita también investigación, innovación y una fuerte inversión
en capital humano. Además, se deben mantener estrictas políticas de competencia
en el mercado y "tolerancia cero a los monopolios".
Otro rasgo progresista que tampoco acostumbra a aparecer
en estos debates es la responsabilidad fiscal, que en el caso de Chile ha
permitido que el dinero que antes se destinaba a pagar las deudas a entidades
financieras "ahora financie escuelas, hospitales y viviendas para los más
pobres".
Pero la prudencia fiscal, afirmó, tiene otra ventaja: nos
protege de las crisis financieras importadas del exterior. "América Latina
tiene mucha experiencia en este tema. Muchas veces los países ricos nos
instaron a ordenar nuestras finanzas, regular mejor nuestros bancos y aumentar
la transparencia", señaló agregando: "¡Cómo han cambiado las cosas! Ahora
miramos desde nuestra esquina, con mucha más tranquilidad, cómo los países
ricos enfrentan crisis por políticas fiscales riesgosas, regulaciones débiles y
mercados de capitales opacos", lo que fue recibido por la audiencia con un
aplauso cerrado y varias sonrisas en la audiencia.
Por último afirmó que otro de los rasgos progresistas que
lleva a mejorar la calidad de vida de las personas es el libre comercio. "El
desafío de la globalización es ser capaz de producir bienes o servicios que
otras personas y países quieran comprar". La evidencia demuestra, agregó, que
los países que se han abierto al mundo no sólo han crecido más, sino que han
reducido la pobreza más rápidamente.