Gran parte de Latinoamérica está mejor
blindada para resistir los embates de impactos externos, pero la región debe
estar alerta porque el auge económico se debe a una "buena dosis de
suerte", dijeron hoy varios expertos en la Asamblea Anual del
Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Diversos analistas señalaron que la región ha adoptado efectivamente una serie
de medidas como un mejor control del gasto público, el incremento de las
reservas internacionales, disciplina fiscal y evitar un mayor endeudamiento.
Estos elementos pondrían a Latinoamérica en una mejor posición para resistir
las consecuencias de una posible desaceleración económica de Estados Unidos.
"Sí ha habido una mejora en la macroeconomía... Hay un esfuerzo increíble,
es indudable", destacó Santiago Levy, vicepresidente de Sectores y
Conocimiento del BID.
El funcionario participó en el seminario "No todo lo que brilla es oro:
evaluación del desempeño macroeconómico de América Latina en los últimos
años", de la
Asamblea Anual del BID, que comenzó hoy en Miami y concluye
el próximo martes.
Levy presentó un informe que aclaró fue realizado antes de que estallara la
turbulencia financiera de Estados Unidos a raíz de la crisis hipotecaria.
En el estudio se indicó que la tasa de inflación de la región pasó de un 21% a un 4,9% en promedio y la deuda pública bajó al 35% del Producto Interno Bruto (PIB).
En el blindaje de la región también ha influido el alza de los precios de las
materias primas, pero hay que mantener la cautela porque "las condiciones
externas han sido especialmente favorables en los últimos años y también las
financieras", señala el estudio.
Sin ese escenario, dijo Levy, se hubiera registrado un crecimiento, pero a
menor escala.
"Parte del crecimiento económico se debe a las buenas condiciones
internacionales. América Latina ha experimentado un crecimiento más bajo que
todas las demás regiones", apuntó.
Es por ello que agregó que "hay una buena dosis de suerte" en el
desempeño de la región.
Randall Kroszner, gobernador de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos,
coincidió en señalar que esas medidas han reducido la vulnerabilidad de la
región a los impactos externos, pero recomendó que se adopte una mejor política
reguladora para mantenerlas.
Consideró que continuar con "este círculo virtuoso debe ser una prioridad
para América Latina".
Kroszner repasó también las causas que originaron la crisis hipotecaria en
Estados Unidos y las medidas que este país ha adoptado para combatirla.
José Juan Ruiz, economista principal de la división de estrategia y análisis de
América del Grupo Santander, consideró que "América Latina se ha portado
bien y sigue creciendo bien".
En su opinión, la región ha aprendido bien las lecciones del pasado, aunque
tiene un "auténtico reto" que es la educación, la seguridad física y
jurídica.
Con respecto a cómo reaccionaría ante una desaceleración de la economía mundial,
Ruiz cree que América Latina se vería afectada y no seguiría creciendo al mismo
ritmo.
"Pero tendría hoy una gran sorpresa o un gran recelo en pensar que vamos a
ver una crisis como las del pasado en países que se han esforzado por crear las
condiciones del crecimiento como Brasil, México, Chile e incluso Perú",
afirmó.
El pesimismo no estuvo ausente del foro y otros expertos como Guillermo
Mondino, economista de mercados emergentes del banco de inversión Lehman
Brothers, advirtió de que una súbita caída en los precios de las materias
primas podría llegar a restar hasta un cinco por ciento del crecimiento del PIB
a la región.
Una contracción económica de esa proporción -señaló- no sucedería de la
"noche a la mañana", pero aseguró que es un escenario posible si la
demanda de las materias primas disminuye considerablemente debido a un eventual
enfriamiento de la economía internacional.
"La región no está inmune", dijo Mondino antes de expresar
preocupación por un elevado gasto por parte del sector público en términos de
dólares.
Carmen Reinhart, profesora de economía de la Universidad de
Maryland, recordó que los periodos de bonanza que América Latina ha disfrutado
en el pasado siempre han tenido un final y muchos de ellos "han terminado
en lágrimas".