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Articulo MKTG

Por: Felipe González

Publicado el: 09/10/2024

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El director del Servicio de Impuestos Internos comparte el interés social con su hija mayor Bárbara, quien trabajó en el Ministerio de Educación y desde hace siete años preside la Fundación Soy Más, para madres adolescentes de La Pintana. En esta conversación reflexionan sobre Boric, la crisis de seguridad y la relación con los Kast, hijos del segundo matrimonio del ingeniero, ícono de la Concertación.

Probablemente, si esta entrevista se hubiese hecho dos meses atrás, Javier Etcheberry, entonces empresario, socio fundador de Multicaja (hoy Klap), estaría teniendo esta conversación con la menor de sus hijas, Cristina, emprendedora tecnológica fundadora de la fintech Toku.

Pero Etcheberry es hoy -otra vez, después de 22 años- un hombre público. Aterrizó el 1 de julio en el Servicio de Impuestos Internos, en reemplazo de Hernán Frigolett, y está a la espera de “concursar” en Alta Dirección Pública para quedarse en el cargo no sólo durante este gobierno, ha dicho, sino también el próximo. 

Está en su departamento de dos pisos en Vitacura. En el piso de acceso, su mujer Cecilia Sommerhoff está en el comedor tomando té con un grupo de amigas. Él bajando por la escalera está en el living sentado con su hija Bárbara, la mayor de su primer matrimonio, quien desde hace siete años lidera la fundación Soy Más en La Pintana, que se dedica a capacitar y apoyar a las madres adolescentes, y que se financia con donaciones de la familia de Eduardo Fernández León y Sandro Solari, su marido. 

Pese a la admiración mutua que tienen y que repetirán varias veces en esta hora de conversación, cuenta Bárbara que la gran frustración de su padre fue que ninguna de las tres hermanas estudiara Ingeniería Civil como él. “A mí me convenció. Entré a Civil primero, pero dije ‘no, esto no es para mí, demasiado abstracto y matemático’”, dice Bárbara, quien finalmente se recibió de Ingeniería Comercial en la UC, al igual que su hermana Paulina (dueña de la marca de aceites y cremas naturales Tessa) y Cristina.

Javier Etcheberry ha contado que fue él quien se ofreció directamente a su amigo, el ministro de Hacienda Mario Marcel, para el Servicio de Impuestos Internos. 

- ¿Consultó la decisión antes con la familia?
- BE: Por supuesto que nosotros sabíamos. Mi papá siempre decía “cuando salga de acá (Klap) voy a volver al SII, tengo mucho que aportar”. No es que nos preguntó a estas alturas…

- JE: Hacía algunos años que yo estaba preocupado por lo que pasaba, y obviamente mi familia lo sabía. Y bueno, vi la posibilidad de ayudar en algo que me preocupaba mucho en lo que estaba pasando en Chile y por eso me ofrecí a los que eran amigos míos del tiempo de Gobierno, que son Mario Marcel y la Carolina Tohá. Y finalmente hablaron ellos con Boric. Yo iba a entrar el 1 de junio, pero tenía un viaje con mi señora de mucho tiempo programado al extranjero de vacaciones, entonces, finalmente, entré el 1 de julio. 

- Bárbara, ¿tienes la imagen de tu papá como un hombre público o empresario? 
- BE: Un hombre público. 

- A pesar de que los últimos 20 años haya sido empresario…
- BE: Sí, porque mi papá es súper gestor, súper gerente, entonces donde lo pongas lo va a hacer bien. Pero su corazón está 100% con lo público.

- Cuando uno ya ha sido empresario, o independiente, dueño de su tiempo, no siempre es fácil volver o trabajar en el Estado, ¿cómo ha sido el regreso?
- JE: Mira, te voy a dar una cifra: el SII hoy es cinco veces más grande, en personas y en presupuesto, que lo que dejé…  Además es más complejo. Antes el tema de la tributación internacional, no era un tema importante. El tema de la elusión tampoco era un tema en ese tiempo. Pero déjame decirte algo: yo difiero de que uno pierde libertad entrando al gobierno. La gente no sabe que teniendo un cargo alto en el Estado uno tiene una capacidad de hacer cosas y una autonomía que no tiene -o difícilmente la va a tener- en el sector privado. Porque fui gerente general hace años de Sodimac; estuve en el sector público; fui antes profesor universitario, director de Ingeniería Industrial de la Chile hace muchos años, y también estuve en esta empresa privada que formé y que es Multicaja-Klap. Y yo creo que la parte en que más he tenido libertad para crear, transformar, es como director de Impuestos Internos. También del BancoEstado, porque ahí pude inventar e hinchar para que se hiciera la cuenta Rut y la caja vecina.
Bárbara también trabajó en el Gobierno, recién egresada. Fue durante el mandato de Eduardo Frei, cuando José Pablo Arellano era ministro de Educación. 

- BE: Siempre me importó mucho lo social, y cuando salí de Comercial y conversaba con mi papá, me acuerdo que hablaba sobre dónde trabajar y él me decía “¿cómo no va a ser más interesante estar trabajando en el Gobierno preocupada de solucionar los problemas de las personas, que estar vendiendo Coca-Cola?”. Esa vocación, ese compromiso de trabajar por Chile, por las personas, es una motivación súper de adentro que yo comparto. Me acuerdo que en el ministerio yo llegaba y le reclamaba “¡esto no puede ser!”. Me tocó ver el tema de una estafa en la Junaeb, ir a los colegios, todavía estaba la jornada escolar completa implementándose… Y con mi papá (entonces director del SII) conversábamos mucho.

Todavía, dice, es su gran consejero, de hecho cada vez que va a mandar una carta al diario, se la envía antes para que la revise y le dé su opinión. “Somos súper partner para todas esas cosas”, añade.

- JE: La Bárbara desde chiquitita escuchaba opiniones sobre lo que pasaba con el gobierno militar, sobre lo que pasaba con los pobres. Siempre he estado preocupada del país. Ella creció en ese ambiente. 

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