OpenAI prepara el lanzamiento de su tienda mientras ChatGPT alcanza los 100 millones de usuarios
El grupo pretende convertir la interfaz de inteligencia artificial en una plataforma digital.
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OpenAI está lanzando versiones personalizadas de ChatGPT que pueden adaptarse y ajustarse a aplicaciones específicas, convirtiendo la interfaz del chatbot en una plataforma digital como iOS o Android.
Conocidas como GPT, las herramientas pueden construirse en inglés sencillo para casos como dar clases particulares de matemáticas a un niño, crear un conserje de viajes o diseñar un sitio web. La empresa de inteligencia artificial, respaldada por Microsoft, ha anunciado su intención de lanzar en las próximas semanas una tienda de GPT para recopilar las mejores aplicaciones y, en su caso, repartir los ingresos entre los creadores de GPT más populares.
El lanzamiento de la tienda se produce exactamente un año después del debut público de ChatGPT, haciéndose eco de la decisión de Apple de lanzar la App Store de iOS un año después del iPhone, lo que la introdujo en el negocio de los servicios de software.
ChatGPT-4 Turbo
En un evento para desarrolladores celebrado el lunes, OpenAI afirmó que ChatGPT contaba con 100 millones de usuarios activos semanales y lanzó un nuevo modelo de IA, GPT-4 Turbo, para desarrolladores, que puede analizar más de 300 páginas de texto en una sola consulta y cuesta la mitad que su oferta anterior.
"Creemos que si damos a la gente mejores herramientas, harán cosas increíbles. Con el tiempo, le pedirás a un ordenador lo que necesitas y hará todas estas tareas por ti", afirmó Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI.
Permitir que la gente construya estos chatbots sin codificar los hace más "accesibles y da agencia a todo el mundo", dijo Altman, añadiendo que el "despliegue iterativo gradual" era el enfoque de OpenAI para crear IA autónoma con seguridad.
Satya Nadella, director ejecutivo de Microsoft, se unió a Altman en el escenario, afirmando que OpenAI había "construido algo mágico" y que, en última instancia, la asociación de los grupos consistía en "difundir ampliamente los beneficios de la IA a todo el mundo".
Altmand añadió que "creo que tenemos la mejor asociación en tecnología y me entusiasma construir (inteligencia general artificial) juntos".
Algunos de los ejemplos de GPT mostrados por la empresa incluyen un planificador de lecciones de informática de su socio Code.org, una organización sin ánimo de lucro que enseña a los niños a codificar, así como un manual de una casa de Airbnb, para el que sus modelos de IA como Dall-E2 generaron automáticamente imágenes e instrucciones basadas en las indicaciones del usuario.
"Creemos que el lenguaje natural será una parte importante del uso que la gente haga de los ordenadores en el futuro. Este es un primer ejemplo interesante", afirma Altman.
Desde el lanzamiento de su chatbot conversacional el pasado noviembre, OpenAI ha introducido una versión para aplicaciones móviles y ha añadido a ChatGPT funciones como la generación y el análisis de imágenes. Según OpenAI, los suscriptores de ChatGPT Plus pueden crear los nuevos GPT personalizados y compartirlos en línea mediante un enlace o diseñarlos para uso interno de sus clientes empresariales.
Las herramientas también pueden utilizarse para completar acciones, como reservar mesa en restaurantes. Altman afirma que los chatbots de IA como los GPT empezarán a gestionar tareas en línea de forma autónoma, convirtiéndose en los llamados agentes. "Poco a poco serán capaces de planificar y realizar acciones más complejas en su nombre", afirmó.
Venta de acciones
A medida que OpenAI amplía sus ambiciones en la construcción de un negocio viable y el desarrollo de IA de vanguardia, se ve presionada para reunir un capital significativo para los costes de infraestructura y computación. La empresa está en conversaciones con inversores existentes, entre ellos Thrive Capital, para vender acciones a una valoración de US$ 86 mil millones, aproximadamente el triple de lo que valía hace seis meses.
Una venta de acciones al nivel que pretende OpenAI convertiría al grupo con sede en San Francisco en una de las empresas privadas más valoradas del mundo.