Datos y astronomía:la posición privilegiada de Chile para liderar en el análisis del firmamento
La astronomía es una de las mayores fuentes de datos y Chile está en una situación inmejorable para explotar la ciencia de datos y ser como un actor relevante a nivel mundial, dicen los expertos.por martín baeza
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Diversas universidades y organizaciones nacionales e internacionales afirman que, a 2030, Chile concentraría el 70% de la capacidad astronómica mundial.
Proyecciones que se ven impulsadas por las grandes obras que se están desarrollando en el país, como las construcciones del Telescopio Extremadamente Grande, el Telescopio Gigante de Magallanes y el Observatorio Vera Rubin -en inglés, Large Synoptic Survey Telescope (LSST)-, en las regiones de Antofagasta, Atacama y Coquimbo, respectivamente, todas lideradas por entidades extranjeras.
Una de las interrogantes que surge es cómo Chile puede explotar el potencial astronómico del país y una de las alternativas es a partir de la ciencia de datos.
Carlos Jerez, director ejecutivo de Data Observatory (DO), iniciativa público-privada liderada por los ministerios de Ciencia y Economía junto a Amazon Web Services (AWS) y la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), señala que la astronomía es un gran generador de datos a través de las imágenes que toman los diferentes telescopios.
Foto: Danielle Futselaar, Artsource Nl
“Es imposible imaginar a un astrónomo comparando imagen por imagen la posición de algún objeto celeste respecto hace unos días, semanas o años. Además, tienen una resolución tan grande que permiten identificar una serie de características que al simple ojo no es posible hacer. Ahí entra la ciencia de datos, donde la forma más razonable y eficiente es utilizar algoritmos que discriminen lo que son las estrellas, constelaciones, galaxias y planetas”, explica.
Rafael Majte, jefe de Arquitectura de Soluciones del Sector Público de AWS, agrega que en solo una noche, decenas de millones de eventos astronómicos son capturados, por lo que la ciencia de datos es imprescindible para detectar y clasificar los fenómenos.
“Ahí la misión del DO se basa en adquirir, procesar, almacenar y disponibilizar conjuntos de datos abiertos de gran volumen y calidad para contribuir al desarrollo de la ciencia de datos y de iniciativas de Inteligencia Artificial (IA)”, afirma.
Tendencia común
En el Centro de Astronomía de la Universidad de Antofagasta, tienen clara la importancia de trabajar en esta área, por lo que lanzaron un doctorado en Astrofísica y Astroinformática. Quien liderará este programa es Médéric Boquien, quien considera que para que Chile tome provecho de su potencial astronómico, debe concentrarse en este sector.
“En astronomía hay instrumentos que tienen un costo demasiado alto, telescopios de miles de millones. Estos no los puede construir Chile, porque es un país pequeño que se tendría que limitar a pequeñas contribuciones. Sin embargo, la astronomía no es solamente construir los instrumentos, sino cómo explotar los datos a fin de entender cómo funciona el universo, básicamente”, argumenta.
Boquien comenta que Chile tiene la suerte de tener acceso a todos los instrumentos, por lo que está en una posición única para trabajar en el análisis de datos.
“El valor de entrada es mucho más bajo, y aquí podemos tener un papel que no podemos tener en la construcción de infraestructura, donde no podemos competir con un gigante como EEUU. En ciencia de datos, esencialmente, podemos competir con cualquiera”, afirma.
Jorge Ibsen, gerente de Informática del Observatorio ALMA, ubicado en Atacama, confirma que en esta organización se ha seguido esa tendencia: “Hemos estado trabajando desde hace varios años en la integración de ciencia de datos como parte de nuestras funciones con excelentes resultados iniciales. A mediano largo plazo, la idea es desarrollar toda la infraestructura de datos necesaria para que nuestro analistas y científicos no tengan trabas para extraer conocimientos de nuestros datos operacionales”.
Capital humano
En 2021, la Sociedad Chilena de Astronomía (Sochias), publicó el último Censo de astrónomos, que determinó que en el país hay 276 astrónomos profesionales trabajando en instituciones chilena. También señala que hay 172 académicos y 259 estudiantes de postgrado de esta ciencia. Esto refleja un acelerado crecimiento del sector, ya que en 2005 el censo registró solo 40 académicos.
No obstante, a pesar del alza, los actores de este ecosistema coinciden en que uno de los principales retos es la falta de capital humano, particularmente en el campo de la ciencia de datos.
“Falta una masa crítica de especialistas que puedan aprovechar las capacidades del país, desarrollarlas y darlas a conocer. Falta mucho conocimiento de las industrias de cómo se pueden beneficiar de las tecnologías, algoritmos y capacidades que se están generando”, dice Jerez, de DO, quien además es decano de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la UAI.
En la misma línea, Boquien señala que esta es una de las razones por las que la Universidad de Antofagasta decidió crear el doctorado de Astroinformática.
“La idea es formar un capital humano avanzado, no completamente para la astronomía, pero sí por la astronomía. La idea es que de nuestro graduados una parte persiga la astronomía, pero otros también van a trabajar en la industria, en ministerios y en todos los campos económicos donde se pueden aplicar estas técnicas”, explica.
La industria
Jerez estima que a diferencia de cinco años atrás, ya hay una masa mucho más relevante de centros de datos instalados en la región y mayor capacidad de transmisión y almacenamiento de datos, lo que demuestra que el sector se está volviendo atractivo para compañías internacionales.
La presencia de AWS en el DO es un ejemplo de ello. Majte, de esta compañía, cuenta que además están buscando astrónomos, científicos e investigadores de diferentes campos, para trabajar en el rubro astronómico. De hecho, junto a la aceleradora AlchemistX, están abriendo una nueva convocatoria para startups de todo el mundo, con el fin de impulsar soluciones para misiones espaciales gubernamentales y comerciales.
“El AWS Space Accelerator de 2022 se basa en el éxito de la cohorte de startups de 2021, que representó una sorprendente amplitud de soluciones relacionadas con la observación de la Tierra, la robótica, el lanzamiento y la entrega de naves espaciales, el hardware y el software de las naves espaciales, las operaciones de los satélites, los viajes espaciales humanos y las operaciones de lanzamiento”, señala el ejecutivo.
Además de los proyectos tecnológicos, hay otros preocupados de la divulgación científica. Es el caso del doctor en Astronomía de la Universidad de Heidelberg, Alemania, Alberto Nardin, quien por cuatro años fue guía astronómico en San Pedro de Atacama y hoy está lanzando un emprendimiento de tours astronómicos en la región.
“Hay una necesidad de formar más astrónomos (…) Siempre hubo empresas interesadas en este sector, pero con la pandemia varias cerraron. La idea de esto es hacer más divulgación de la astronomía y hemos visto que hay mucho interés, sobre todo a nivel de los niños”, afirma Nardin.