A fines de enero, el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el proyecto Stargate, que contempla la creación de una empresa conjunta con una inversión de US$ 500 mil millones para los próximos cuatro años, con el fin de crear infraestructura para impulsar el desarrollo de la inteligencia artificial (IA).
La alianza tiene entre sus inversionistas a SoftBank, OpenAI, Oracle y el fondo soberano de origen árabe, MGX, y como primeros partners tecnológicos, reúne a Microsoft, Nvidia, Oracle, OpenAI y la empresa británica de diseño de software y semiconductores Arm, quienes trabajarán en conjunto para liderar el desarrollo de la IA, y en particular, de la IA generativa.
Según la directora de empresas, María Francisca Yáñez, la creación de este proyecto se compara con iniciativas de innovación históricas, como la exploración espacial del siglo XX, pero con una diferencia clave: la inversión proviene mayoritariamente del sector privado.
“Hay artículos que hacen un símil de Stargate con lo que fue Apolo cuando Estados Unidos quiso llegar a la Luna. Todas esas inversiones antes las hacía el sector público, mientras hay un gran cambio con la IA. Las inversiones vienen de modelos colaborativos, donde participa el Gobierno de EEUU, pero la inversión más grande es del sector privado. Los que están moviendo la frontera de lo posible son las empresas, y eso es un cambio grande”, afirmó.
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Yáñez también señaló que la alianza refleja un cambio estructural en los modelos de negocio de las grandes tecnológicas, pasando de una mentalidad competitiva hacia modelos colaborativos.
“Estas empresas hacen una asociación, un modelo colaborativo y se posicionan en tal lugar de liderazgo que son más que el Producto Interno Bruto de varios países. Entonces su propuesta de valor es mover la escala de lo que estamos viendo en inteligencia artificial”, dijo.
Además, destacó que la inversión asociada a Stargate y la capacidad de crear nueva infraestructura de cómputo llevará “al siguiente nivel” el desarrollo de la IA, y permitirá ampliar el ecosistema de los modelos grandes de lenguaje (LLM, su sigla en inglés) hacia modelos especializados, que en vez de “saber de todo, serán expertos en minería, en industria manufacturera o en astronomía”, lo que se traducirá en un “impacto real” para la productividad y el crecimiento de las industrias.
Nuevos desarrollos
En el marco de un informe de patentamiento realizado por el estudio especializado en propiedad intelectual, Santa Cruz IP -con información de la plataforma The Lens- que muestra la cantidad y tipos de patentes destacadas que poseen los cinco partners tecnológicos de Stargate (ver infografía), la socia del estudio, Catalina Olivos, señaló que la colaboración entre las compañías generará una aceleración en la presentación de nuevas patentes y desarrollos, en ámbitos de optimización de hardware, mejoras en la nube e interacción avanzada con IA.
Dijo que la alianza tiene el potencial de generar “avances disruptivos” en IA generativa, especialmente en el desarrollo de modelos más rápidos.
“Con la colaboración entre Arm y Nvidia, podríamos ver chips diseñados específicamente para IA generativa con menor consumo energético y mayor velocidad. Oracle y Microsoft son conocidos por su trabajo en la nube, por lo que podríamos ver tecnología ligada a mejorar el uso de esta última. Por su parte, OpenAI podría mejorar la interacción entre texto, imágenes y voz en asistentes de IA, expandiendo su aplicabilidad en sectores como educación y entretenimiento”, indicó Olivos.
La abogada mencionó que aunque China está liderando en número de patentes de IA generativa, con empresas como Tencent y Baidu, Stargate podría representar “la respuesta occidental para consolidar su posición competitiva”, pero que el éxito dependerá de la capacidad de las compañías para adaptarse a regulaciones internacionales y ofrecer soluciones accesibles en economías en desarrollo.
Desafíos y riesgos
Según Yáñez, los principales desafíos que enfrentará el proyecto radican en aspectos geopolíticos y de competencia internacional. En esa línea, destacó la irrupción del modelo de lenguaje grande de bajo costo R1, de la startup china DeepSeek, lanzado una semana después del anuncio de Stargate.
“El lanzamiento de R1 demostró que el dinero no es lo único, sino que también hay formas de eficiencia y de creatividad. Este es un ejemplo, pero así como Stargate establece un modelo colaborativo, va a haber competencia fuera de esta alianza que va a ser intensa. China ya tiene un rol significativo, y creo que también vamos a ver el surgimiento de otros actores como Japón e India”, afirmó.
Yáñez agregó que otro desafío será mantener la alianza en el tiempo, ante la eventual “ambidiestralidad” de las empresas entre la colaboración y la competitividad asociada a la gestión de sus propios negocios.
Por su parte, Olivos advirtió que las demandas que hoy enfrenta OpenAI por el uso de datos sin licencia para entrenar sus modelos podrían generar dificultades, como revisiones más estrictas de las solicitudes de patentes, o un mayor costo de acceso a datos de entrenamiento ante un eventual endurecimiento en las restricciones legales, lo que podría afectar la capacidad de OpenAI para desarrollar nuevos modelos en el marco de Stargate.
“A pesar de estos riesgos, el respaldo de Microsoft y la colaboración con otros gigantes tecnológicos podrían mitigar el impacto legal con su apoyo, dado que cuentan con equipos litigantes y vasta experiencia en estos tipos de conflictos”, añadió.