Fabricante de cables de cobre apuesta por economía circular y recicla merma de sus clientes
Madeco by Nexans espera reciclar 120 toneladas de cobre este año, lo que equivale a electrificar cerca de cinco mil viviendas.
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El desafío de alcanzar una economía circular cada vez suma más actores que buscan diferentes caminos para llegar a esa meta. La empresa Madeco by Nexans - dedicada a la fabricación de cables de cobre y presente en varios países - en la actualidad está trabajando su propia fórmula para hacerlo. Hace seis meses, presentaron a sus clientes estratégicos una solución que les permitiría diversificar sus servicios y ser más sustentables.
Se trata de un plan en que la firma compra los excedentes de cables de sus clientes, como saldos muy cortos que no pueden ser utilizados para instalaciones eléctricas, que quedan en stock o derechamente como merma. Se llevan a la planta -ubicada en la comuna de San Miguel- y son ingresados a su línea de reciclaje, en la cual se separa el cobre de los plásticos, reutilizando el metal rojo para elaborar nuevos cables.
Gwenael Gilbert, gerente de operaciones de la empresa, señala que la iniciativa "ha tenido muy buena recepción. Muchos de nuestros clientes también quieren reducir su impacto en el medio ambiente".
La idea partió desde la producción de Nexans en Europa, donde desde 2008 se practica el reciclaje de cobre con amplia aceptación de los clientes. En sudamérica, Chile fue el primer país en que implementaron este sistema, mientras que en Perú y Colombia aún están ajustando los planes. "Antes de iniciar en el mercado hay que hacer una inversión, hay que comprar las máquinas, capacitar a la gente", señala el ejecutivo, un proceso que demoró dos años en Chile.
El proyecto
Para este proyecto, la empresa realizó una inversión de poco más de $ 61 millones, y estiman llegar a unas 120 toneladas de cobre reciclado este año, lo que es el equivalente a electrificar cerca de cinco mil viviendas.
La firma también reutiliza en un 30% los carretes de madera donde se embalan los cables y la parte plástica se entrega a un reciclador, pero en una segunda etapa evalúan opciones para dar un uso distinto a este plástico que se genera, a través de alianzas con organismos que reutilicen este material "en ladrillos o juegos para niños en los parques", una alianza que esperan concretar este año.
"Estamos dando los primeros pasos para implementar una economía circular en nuestro producto principal como son los alambres y cables de cobre de uso eléctrico", comenta Miguel Ángel Fernández, gerente comercial de la firma.
El cobre sería un material particularmente favorable al reciclaje, pues se puede someter muchas veces a este proceso sin perder sus propiedades mecánicas, ni químicas, ni eléctricas. "Algunos clientes nos han preguntado si este sería un producto de menor calidad. Todos los cables que salen de nuestras fábricas cumplen con normas extremadamente exigentes", sostiene Gilbert.
Según datos de la empresa, utilizar cobre reciclado reduciría en cuatro veces las emisiones de dióxido de carbono y en 90% el uso de agua respecto del cobre que se extrae de las minas. Y el consumo de energía es aproximadamente cinco veces menor.
También indican que en Europa, las tasas de uso de cobre reciclado son del 50% versus Chile donde no alcanza al 5%.