Startups de IA generativa de código abierto podrían ser los próximos unicornios

Si hubo un sector que tuvo un gran auge y protagonismo el año pasado fue, sin duda, la inteligencia artificial (IA) y, sobre todo, aquellos proyectos de código abierto, los que experimentaron un crecimiento sin precedentes.

Según un informe de la empresa de datos basada en Estados Unidos Pitchbook, este año se proyecta que precisamente serán este tipo de startups las que están destinadas a convertirse en los próximos unicornios, es decir, empresa valorizadas en US$ 1.000 millones.

“Los desarrolladores de modelos (de IA) han sido los principales beneficiarios de las grandes rondas de financiamiento”, dijo el analista senior de tecnologías emergentes de Pitchbook, Brendan Burke. “Ahora vemos que las nuevas startups pueden beneficiarse de enfoques agnósticos de los modelos, dado el creciente interés por los de código abierto”.

El informe pone el acento en los proyectos de orquestación de IA, es decir, aplicaciones de software que conectan múltiples tipos de grandes modelos de lenguaje (LLM, su sigla en inglés) a fuentes de datos y lógicas de aplicación únicas, y que llevan a cabo tareas complejas y multifuncionales, como los agentes de IA.

Lo anterior, se lee en el informe, podría configurarse como una arquitectura más valiosa que los grandes modelos de lenguaje debido al “ahorro de tiempo para los desarrolladoras y a la conversión de proyectos piloto en aplicaciones”.

La comercialización de código abierto ha dado lugar a algunas de las mayores empresas de IA y, más concretamente, de IA generativa. El informe destacó a Databricks, que pasó de comercializar un proyecto de código abierto a ofrecer una plataforma completa de IA. De hecho, en 2023, el éxito del código abierto dio lugar a la mayor adquisición en IA, cuando esta empresa compró a MosaicML, startup especializada en redes neuronales.

De este modo, los próximos unicornios -según Pitchbook- serán aquellos desarrolladores de modelos y los proveedores de herramientas, que ofrecen barcos basados en script para el uso de modelos.

En términos más generales, es probable que el impulso del código abierto quite terreno a los avances del código cerrado.

“Modelos avanzados como el Fuyu 8B de Adept y el Starling-7B de la Universidad de California en Berkeley demuestran que los modelos de código abierto pueden alcanzar la paridad con el GPT-4 y demostrar nuevas funciones en tamaños eficientes con características personalizables. Por esta razón, esperamos ver en 2024 nuevos productos que cambien las reglas del juego construidos sobre modelos de código abierto, mientras los desarrolladores de código cerrado siguen iterando sobre sus productos existentes”, señaló Burke.

Riesgos

Pese al favorable escenario para este tipo de firmas, el informe delineó ciertos problemas y riesgos, principalmente asociados a la complejidad de crear una startup en torno a un proyecto de código abierto, dadas las contribuciones de múltiples partes interesadas.

Este tipo de proyectos, según Pitchbook, también podrían quedar obsoletos rápidamente “si los colaboradores cambian de enfoque o si los usuarios detectan fallos fundamentales”.

A eso se suma el hecho de que los gigantes tecnológicos y principales laboratorios están desarrollando activamente herramientas y modelos internos capaces de realizar tareas complejas.

Otra arista es que la orquestación puede no capturar suficiente valor, teniendo en cuenta el limitado interés de los inversionistas estratégicos por estos proyectos.

Rondas destacadas

2023 también fue un año en que grandes inversionistas centraron su atención sobre la IA, lo que se vio reflejado en las millonarias rondas de inversión. Nvidia, empresa de software que desarrolla unidades de procesamiento de gráficos y chips, estuvo particularmente activa en este tipo de rondas, liderando los tres principales levantamientos de capital.

Según Pitchbook, la ronda más grande fue de Databricks en noviembre pasado, con US$ 684 millones, llevando la valorización del unicornio hasta los US$ 43 mil millones.

La segunda mayor ronda fue de Mistral AI, la startup francesa rival de OpenAI, que en octubre -y en cuestión de semanas desde su fundación- obtuvo US$ 475 millones de Andreessen Horowitz, Lightspeed Ventures y Nvidia.

También se destaca a la startup fundada por los chilenos Cristóbal Valenzuela y Alejandro Matamala, Runway, que en junio pasado fueron respaldados con US$ 191 millones.