De acuerdo con datos de Plusmining de 2024, el portafolio de proyectos de cobre en Chile supera los US$ 84 mil millones, representando un 53% del total de inversiones de América Latina, seguido por Perú con US$ 32.768 (21% del total) y Argentina con US$ 22.132 (14%).
La cartera de sus principales iniciativas en curso supera los US$ 40 mil millones, mientras que para 2032 la Corporación Chilena del Cobre (Cochilco) prevé inversiones por más de US$ 65 mil millones en grandes iniciativas, donde dos tercios vendrían del sector privado.
Solo en 2025, según la misma entidad, se materializarían US$ 9.583 millones en inversiones mineras en el país, donde más del 90% se destinarán a proyectos cupríferos.
“Efectivamente, estamos frente a mayores inversiones en el sector”, dijo a DF la ministra de Minería, Aurora Williams. “Estamos con condiciones favorables de mercado, con una demanda fuerte por cobre”. El déficit proyectado de 10 millones de toneladas en la próxima década, un precio por sobre los US$ 4,5 la libra y el aumento de la demanda, son el cóctel perfecto para apostar por el mineral.
“El mundo está viviendo un apetito tremendo por minerales críticos y aún no está claro de dónde saldrán esos minerales por las dificultades que hoy vivimos en el mundo para el desarrollo de nuevos yacimientos y así generar una mayor producción”, dijo el presidente del directorio de Codelco, Máximo Pacheco.
Sin embargo, la mayoría de las iniciativas anunciadas apunta a una recuperación de la producción a través de proyectos de expansión y de continuidad operacional, lo que deja ver uno de los principales problemas de la industria: la tendencia a la baja de la ley y los mayores costos asociados.
De hecho, 2023 coronó 18 años de declive en producción cuprera, con 5,2 millones de toneladas. Este año, en cambio, la cifra subiría al menos 3% y en 2025 llegaría a los 6 millones.
Los esfuerzos por buscar nuevos depósitos se reflejan en las cifras de 2023 de Cochilco, donde se identificaron 226 proyectos de exploración minera, sumando un gasto de US$ 832 millones, el mayor registrado en 10 años y el cuarto más alto a nivel mundial. Más del 50% de las prospecciones tiene como objetivo encontrar cobre.
Con todo, el escenario central del último Informe de Política Monetaria del Banco Central (IPoM) prevé que la Formación Bruta de Capital Fijo minera crecerá en torno a 20% acumulado en términos reales entre 2024 y 2026. Distintas fuentes recogidas en el informe del Banco Central, sugieren que la inversión minera seguirá teniendo una expansión “relevante” en los próximos años, después de haber alcanzado el 6,5% del PIB en 2023, acercándose a los máximos históricos de 2012-2013.
Fotos: Julio Castro y Archivo
Jorge Riesco presidente de Sonami
“El impacto de un nuevo ciclo de inversión no se sentirá de inmediato debido a los largos tiempos de ejecución de los proyectos. Se necesita avanzar en disminuir la burocratización en el trámite de permisos, junto con generar clara y decididamente un clima favorable a las inversiones”.
Aurora Williams ministra de Minería “Efectivamente, estamos frente a mayores inversiones en el sector, presionados por un aumento de la demanda. Esta inversión que estamos viendo nos habla también no solo de la confianza en Chile, sino que de cómo Chile enfrenta la minería de manera responsable”.
Joaquín Villarino pdte. ejecutivo Consejo Minero “Se ha comenzado a dar una serie de factores positivos para la inversión minera. El cierre de la discusión sobre el royalty y el proceso constitucional, habilitan, en general, un mejor panorama para la reactivación de las inversiones en el país”.
John Mackenzie CEO de Capstone Copper “De cara al futuro, las perspectivas de oferta y demanda del cobre son muy positivas, impulsadas por la descarbonización, los vehículos eléctricos y las baterías, así como por el aumento de los niveles de vida en todo el mundo”.
¿Otro súper ciclo?
El gerente general de Lomas Bayas de Glencore Plc., Pablo Carvallo, sostuvo que “el mercado se está moviendo harto. Estimo que el ciclo de mayores inversiones ya comenzó, pero eso requiere de un dinamismo desde lo institucional, como la habilitación de permisos”.
“Las señales de otras compañías son muy importantes, porque significan que como industria estamos en un momento muy especial de crecimiento, que involucra mayor desarrollo para Chile”, agregó.
El head of consulting de Plusmining, Matías Marañon, analizó que “los recientes anuncios de inversión están señalando las serias intenciones de la industria de seguir invirtiendo y aportando al progreso del país. Ahora, si dicha inversión se materializará, en realidad dependerá también de otros factores”.
Al respecto, remarcó que si bien los fundamentos de largo plazo para los minerales críticos, y en particular para cobre, son positivos, “aún no se ven precios exuberantes capaces de gatillar un ciclo masivo de inversión”. Por ahora, “los datos no permiten llegar a esta conclusión”.
El presidente ejecutivo del Consejo Minero, Joaquín Villarino, sostuvo que las recientes noticias del mundo privado minero “demuestran la confianza de los inversionistas en el potencial de Chile como líder en recursos naturales. En este sentido, esperamos un ciclo de inversión alto, pero no un boom”.
Al respecto, el presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Jorge Riesco, calificó los últimos anuncios como “muy alentadores”, pero enfatizó que “el impacto de un nuevo ciclo de inversión no se sentirá de inmediato debido a los largos tiempos de ejecución de los proyectos”.
Permisos y plazos
La llamada “permisología” ha sido parte del eje del debate del sector este año. Por eso, Riesco agregó que “si logramos avanzar en la agilización de los procesos de tramitación y desbloqueo de proyectos, podríamos empezar a ver un mayor dinamismo en los próximos años, especialmente si se implementan medidas como un ‘fast track’ para autorizaciones mineras”. En lo inmediato, sostuvo, de aplicarse algunas medidas propuestas por el gremio, la producción podría incrementarse en un 20% en el conjunto de la industria.
Villarino enfatizó que la demora en los procesos de aprobación “es una barrera significativa para que los proyectos avancen a la velocidad necesaria”.
Respecto al proyecto del Gobierno que se encuentra en tramitación, dijo que “está bien orientado, pero algunas de sus normas requieren ajustes. Asimismo, otros proyectos parecen ir en la línea contraria”.
Más allá de los anuncios, Marañón indicó que al observar el monto de inversión de proyectos mineros ya aceptados a evaluación ambiental, la tendencia es a la baja. De hecho, el 2024 se perfila como el segundo año más bajo desde el 2015.
Otros desafíos
El presidente del directorio de Codelco, Máximo Pacheco, manifestó que “el principal problema que tiene la minería hoy es que necesita una base empresarial más amplia y fuerte en empresas constructoras, empresas de ingeniería y en áreas especialistas. Ese es un cuello de botella que tenemos. El desafío de ejecutar los proyectos de inversión en plazo y en presupuesto es un desafío compartido con el sector construcción”.
Además, apuntó a la necesidad de mejorar la calidad de vida de las ciudades del norte para atraer talento a las regiones mineras. “Tenemos que lograr que nuestras ciudades mineras fortalezcan su infraestructura social y comunitaria”.
Esto fue tratado hace dos semanas por la delegación del Fondo Monetario Internacional en su visita regular al país, dado que en el ciclo anterior -el “súper ciclo”- se produjo un encarecimiento de los proyectos y atrasos.
Desde Plusmining estiman que, hacia finales de la década, la construcción de proyectos en Chile necesitaría un peak de cerca de 40,000 trabajadores (casi el triple de lo observado en 2023). Sin embargo, si se considera la inversión en Perú y Argentina, se necesitaría más de 90,000 trabajadores hacia finales de la década.
Presidente CChC:la construcción “está preparada para responder a esta demanda”
Para 2025, la inversión en construcción se vería impulsada por un aumento de más del 15% en proyectos de infraestructura productiva privada, ligados a minería. Al respecto, el presidente de la Cámara Chilena de la Construcción, Alfredo Echavarría, comentó: “somos un sector que está preparado para responder a esta demanda y el sector minero será el principal demandante en términos sectoriales para el período 2024-2028, con una fuerte composición de trabajadores calificados, particularmente técnicos y profesionales (casi 85%). El desafío no es menor. Por lo tanto, esto implica que la disponibilidad de profesionales y trabajadores en el ámbito minero no sea una limitante en la materialización de esta inversión”.
Ante la posibilidad de requerir alianzas con firmas extranjeras, dijo que “las constructoras chilenas poseen una sólida trayectoria, capacidad técnica y las condiciones necesarias para asumir los desafíos que plantea el auge de la inversión minera”.
“En estos momentos el sector minero juega un rol clave a la hora de mantener el dinamismo en el sector de la construcción”.