La gran mayoría de los chilenos está consciente de que se está acabando el agua y que ese es uno de los efectos del cambio climático, pero pocos entienden la relación entre cómo la inversión en una infraestructura resiliente puede impulsar el crecimiento. Esas son las principales conclusiones del estudio de percepciones ciudadanas “Agua, crecimiento y desarrollo: la urgente necesidad de un norte claro”, que desarrolló Criteria y la Asociación Chilena de Desalación y Reúso (Acades), y que hicieron público en el marco de la semana del agua.
La encuesta mostró que un 71% de quienes respondieron considera que el agua potable es el elemento más relevante para el funcionamiento del hogar, seguido con amplia distancia por la electricidad (20%), e Internet (3%).
El agua también ocupa un lugar destacado en el desarrollo de la actividad productiva. Un 21% dijo que es el elemento más relevante para la actividad industrial. Así, se ubicó en segundo lugar, por detrás de los puertos marítimos y aeropuertos para el transporte internacional de carga y pasajeros.

También hay consciencia sobre la crisis hídrica: un 60% reconoció que en Chile se está acabando el agua. Respecto de la relación con el cambio climático, un 81% declaró que estaba preocupado o muy preocupado por los impactos del cambio climático, ya que serán negativos o significativos.
Desde Acades valoraron la confirmación de que el agua es el servicio básico más importante del hogar y de la actividad productiva. Sin embargo, mostraron preocupación porque no se vio un vínculo espontáneo entre la disponibilidad de agua y el desarrollo del país. De hecho, un 34% priorizó la infraestructura como la condición más relevante para el crecimiento económico, por detrás de tener acuerdos comerciales y mejorar la educación.
“La opinión pública se va a lo que es más inmediato, no a lo más urgente. Pero el problema que tenemos hoy día es que las soluciones a la crisis hídrica –a la resiliencia y al crecimiento, en definitiva, porque hay un vínculo entre agua y crecimiento- no son de corto plazo”, dijo a DF el director ejecutivo de Acades, Rafael Palacios.
Por su parte, el director de Asuntos Públicos de Criteria, Matías Chaparro, valoró la importancia de conocer la percepción de la ciudadanía sobre el agua para ajustar la comunicación. “Cuando se trata de infraestructura (generadoras de energía, líneas de transmisión, carreteras, puertos, plantas desaladoras, etc.), el apoyo social se logra solo si las personas entienden el sentido de esos proyectos”, afirmó.
Agua, infraestructura y crecimiento
Según Palacios, la relación entre el desarrollo de infraestructura resiliente al cambio climático y el potencial de crecimiento del país “no se entiende todavía. Y es clara, los datos lo demuestran. O sea, para crecer en minería necesitamos más agua. Para crecer en industrias como los data center, la construcción, el turismo. Para crecer en cualquiera de estas industrias que podrían llamarse las principales de nuestra economía, se necesita más agua”, aseguró.
“El agua en Chile hasta hace poco caía del cielo. No llovía y teníamos un problema. Entonces no era tema y los factores del crecimiento eran otros. Ya hoy día sabemos que más del 80% de nuestras exportaciones dependen del agua. La opinión pública entiende que el agua se está acabando. Entonces, ¿cómo hacemos para seguir creciendo teniendo agua? La única solución es invertir en nuevas fuentes de agua, reúso, desalación”, comentó.
Palacios planteó que en un año con elecciones presidenciales, el desafío para los líderes políticos es que “puedan mostrarle a la ciudadanía lo importante que es que el país pueda cubrir sus déficit de infraestructura en puertos, aeropuertos, carreteras, logística, infraestructura hídrica y transporte. Tenemos un déficit enorme, nuestro crecimiento todavía se apalanca en la infraestructura que construimos hace 20 o 30 años y desde ahí estamos parados. Para que haya crecimiento tenemos que volver a construir, instalar líneas de transmisión, más antenas. Todo lo que tenemos nos quedó chico”.