Tras la estabilización, Argentina va por el crecimiento
Grandes empresas preparan multimillonarios proyectos de inversión, concentrados en energía y minas. Pero hay riesgos.
Por: Marcela Vélez-Plickert | Publicado: Sábado 14 de diciembre de 2024 a las 04:00 hrs.
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Foto: Reuters
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El entusiasmo en torno a las oportunidades que ofrece Argentina se puede sentir entre los inversionistas. En un reciente encuentro de la industria minera en Londres, asistentes comentaban que, si bien Argentina “tiene otros problemas”, hoy aparece como un destino “más atractivo” para invertir que otros en la región.
Las declaraciones se alinean con anuncios recientes de empresas sobre grandes proyectos a concretarse en 2025. Solo en la última semana, JPMorgan anunció que aumentará en 40% su personal en Argentina para establecer un hub regional; Sidersa anunció una inversión por US$300 millones para una planta siderúrgica “de última generación”; Tecpetrol, de la italiano-argentina Techint, confirmó una inversión por US$ 2.000 millones en su proyecto en el complejo Vaca Muerta; el IFC, brazo financiero del Banco Mundial anunció una lista de proyectos por US$ 3.000 millones para los próximos dos años, en su mayor inversión en el país en medio siglo; y la minera Rio Tinto anunció inversiones por US$ 2.500 millones en su proyecto de litio Rincón.
Un “cambio de cultura” y mayor apertura a la inversión privada y las señales de que el Gobierno está comprometido a las reformas necesarias están detrás del nuevo entusiasmo por Argentina.
Para la Casa Rosada aprovechar el momento es clave. Economistas y bancos de inversión plantean que después del ajuste fiscal y la reducción de la inflación, la prioridad ahora es impulsar el crecimiento económico. Sobre todo, considerando que el próximo año será electoral. Los argentinos necesitarán sentir los beneficios del ajuste (a través del aumento del empleo y los ingresos) para dar al partido oficialista suficientes votos en las elecciones legislativas de octubre 2025 para sacar adelante medidas estructurales.
En su proyección para 2025, BBVA es optimista y prevé un repunte de 14% de la inversión, que junto con una recuperación del consumo ayudarían a la economía argentina crecer un 5,5% el próximo año.
Uno de los cambios más importantes de parte de la Casa Rosada fue la creación en agosto pasado del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) para proyectos de inversión por un mínimo deUS$ 200 millones, con el que busca compensar las dudas que generan los controles cambiarios y otras normativas ofreciendo un marco de estabilidad jurídica por 30 años.
El RIGI ofrece a las empresas beneficios fiscales que incluyen reducciones en el impuesto a las ganancias (del 35% a 25%), los dividendos (de 7,5% pasan a 3,5%), IVA (créditos tributarios), importación de bienes de capital y repuestos, y tributos aduaneros para exportación e importación. Además, el régimen fija un tipo de cambio para calcular el valor de los proyectos en pesos, reduciendo la exposición de la volatilidad cambiaria.
En su discurso por el primer año de Gobierno, Javier Milei aseguró que ya hay US$ 12.000 millones inversiones de proyectos ingresados bajo el RIGI. Con otros US$ 30.000 millones pendientes por un proyecto de gas natural licuado (GNL) de la petrolera YPF en Río Negro.
“El RIGI atrajo la atención de los inversores desde que fue aprobado por una ley, que también fue aceptada por las provincias donde se ubicarán los proyectos, y esto evitará nuevos impuestos locales”, afirma a Señal DF Saúl Ricardo Feilbogen, director del área de derecho corporativo y mercado de capitales del estudio argentino Vitale, Manoff & Feilbogen.
Hasta ahora las mayores inversiones anunciadas están en el área de energía, que Feilbogen atribuye al atractivo de los recursos no convencionales de petróleo y gas en Vaca Muerta. Los desarrollos anunciados por las empresas contemplan la producción de combustible y la construcción de oleoductos para la exportación hacia Chile y Brasil.
Desde el sector de la minería ven al RIGI como el principal motor de las inversiones que se esperan a partir de 2025. En un seminario organizado por la consultora británica FastMarkets, fuentes de la industria argentina afirmaron que hay alrededor de 180 proyectos mineros en desarrollo, 50 de ellos enfocados en el litio y 32 en cobre, con el potencial de que Argentina supere a Chile en producción de litio hacia 2030.
“Los nuevos proyectos (de inversión) ya se están desarrollando. Se espera que las restricciones al movimiento de capitales se levanten pronto, por lo que la mayoría de los nuevos proyectos estarán exentos de estas restricciones en el momento en que alcanzan la fase de producción”, agrega Feilbogen.
El riesgo de los controles
El abogado argentino se refiere así a uno de los principales riesgos a las positivas perspectivas para la economía argentina: los controles al movimiento de capitales.
Para sorpresa de muchos economistas de la línea de pensamiento de Milei, el presidente argentino y su ministro de Economía, Luis Caputo están demorando el retiro de los controles que restringen el acceso de dólares y envío de fondos al exterior.
La medida ha buscado contener la devaluación del peso argentino como parte de los esfuerzos contra la inflación y dar tiempo al Banco Central para volver a construir sus reservas de moneda internacional.
Sin embargo, con la inflación en 2,4% mensual y en tendencia a la baja, el mercado está ansioso por el levantamiento de las restricciones. Según BBVA, es la extensión de estos controles lo que llevó a corregir a la baja su pronóstico de crecimiento del 6% a 5,5% para 2025.
Los analistas de AdCap Grupo Financiero son más conservadores y prevén un crecimiento de 4,4% el próximo año. “La combinación de la fortaleza del peso, percibido como sobrevalorado, y el aplazamiento del fin del cepo (controles) disuade la inversión, sin la cual es probable que la recuperación sea efímera”, advierten.
Milei prometió levantar el cepo “para siempre” el próximo año. Pero analistas creen que esperará hasta las elecciones de octubre, para evitar un impacto electoral por la posible devaluación que se produzca.
Mientras, el sector privado pondrá atención en otros dos factores: el acuerdo con el FMI y los movimientos del kirchnerismo. Se estima que Milei está buscando un plan por US$ 26.600 millones con el FMI, precisamente para poder levantar las restricciones cambiarias. Hay expectativas de que el acuerdo llegue en el primer trimestre, con algo de riesgo de una reacción adversa del mercado si no se da.
El segundo factor es Cristina Kirchner. Los analistas de AdCap consideran que, si el kirchnerismo logra rearmarse y crear un frente unido de oposición previo a las elecciones legislativas, el mercado consideraría en riesgo el avance de las reformas más estructurales.
Esas reformas son claves para garantizar la continuidad del RIGI, y para abrir las inversiones a otros sectores y a las medianas y pequeñas empresas. Es decir, para que el repunte tras la recesión no sea sólo temporal.