Viñas de Colchagua ven explosivo repunte del turismo
El valle de la Región de O’Higgins fue el destino con mayor ocupación en Semana Santa. Gremio local reabrió su tienda de vinos y apostó por el comercio digital para recuperar el negocio.
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El turismo fue uno de los sectores más golpeados por la pandemia y las medidas de confinamiento bajaron casi a cero el flujo de visitas en algunos sectores. Para la Asociación de Viñas de Colchagua lo anterior no fue una excepción.
No obstante, tras la reapertura, el valle de la Región de O’Higgins ha experimentado un acelerado repunte. Según cifras del Servicio Nacional de Turismo (Sernatur), para el feriado de Semana Santa fue el destino con la más alta ocupación en establecimientos de alojamiento turístico, con un 93,4%, relegando al segundo lugar a San Pedro de Atacama, y al tercero a los lagos Llanquihue y Todos Los Santos, que tuvieron un 87,3% y un 86,6% respectivamente.
“La gran duda es qué va a pasar cuando tú quieras vender un predio y el derecho de agua no esté adscrito a la tierra”, dice la gerenta general de Viñas de Colchagua.
“Las viñas se vieron muy afectadas, pero las crisis generan oportunidades. Abrimos nuestro e-commerce de La Ruta del Vino, donde vendemos tours y productos. La industria del vino es bastante lenta, entonces, lo que se iba a demorar cuatro o cinco años más, pasó en unos meses, y hoy estamos con más visitas que en 2019”, dice Maite Rodríguez, gerenta general del gremio que incluye viñas como Los Vascos, Casa Silva, Montes, Emiliana, Bisquertt, Apaltagua y Ventisquero, entre otras.
La abogada explica que este impulso para el turismo en el valle se ha visto empujado principalmente por el mayor interés del público local. Si antes un 70% de los visitantes eran extranjeros, hoy la estadística se ha dado vuelta y los chilenos representan entre el 70% y el 80% de los turistas. Con todo esto, han llegado a mejores cifras de ocupación que a principios de 2019.
“También hay un factor en el teletrabajo, que permite ir durante la semana”, señala Rodríguez y agrega que además se ha comenzado a ver la vuelta de los extranjeros, principalmente brasileños, que históricamente son los que más frecuentan Colchagua, seguidos por los estadounidenses.
Proyectos actuales
A partir de la crisis, y después de dos años, el gremio reabrió su tienda de vinos.
“El concepto de la tienda es que el turista, que no puede visitar todas las viñas en un fin de semana, sí pueda encontrar todos los productos y al mismo precio de la bodega e incluso encontrar ofertas que le permitan hacer un mix con vinos de distintas viñas”, comenta la ejecutiva.
En cuanto al área digital, la cuenta que le habían entregado la administración de La Ruta del Vino a un tercero, lo que no tuvo buenos resultados y por eso retomaron el proyecto con sus propias manos.
Finalmente, hicieron un joint venture -proyecto conjunto- con Tour Solutions, empresa de tecnología, y desde ahí lanzaron el e-commerce.
La idea del sitio fue seguir la misma tónica que en la tienda presencial, donde los clientes puedan seleccionar productos de las distintas viñas del valle.
“Hay un tema con poder llegar a la mayor cantidad de público posible; la idea es vender más y mejor en el mercado nacional. Lo que ha facilitado el tema es que el transporte y la logística dentro de Chile es mucho más abordable hoy día”, comenta la gerenta general del gremio y añade que, por esta razón, hoy pueden enviar cajas de vino entre Arica y Punta Arenas.
Además, volvieron a realizar la fiesta de la vendimia, donde recibieron a cerca de 10 mil personas, el número máximo que el aforo les permitía.
Escasez hídrica
Otro de los temas centrales que está presionando a las viñas hoy en día es la sequía.
Rodríguez dice que en el valle se ha invertido mucho en tecnificar el consumo y que incluso se reutilizan las aguas grises de ciertos procesos. Si bien este año hubo un poco de recuperación en las lluvias, dice que “aún estamos años de luz” de un periodo normal.
“Cada viña es parte de alguna asociación de canalistas o de alguna comunidad de aguas. Hoy día, además, va a haber que hacer un trabajo súper grande con la nueva reglamentación de cuencas y ahí la asociación va a tener un rol importante, porque somos una de las industrias más importantes y a la que más nos importa el agua del Río Tinguiririca”, sostiene.
Para Rodríguez, el sector tendrá que adecuarse a los cambios que se harán en el Código de Aguas y la Constitución y aprender “a hacer el mejor trabajo posible con las nuevas reglas del juego. Por ejemplo, no sabemos en qué calidad van a quedar los derechos de agua, que es el gran tema. Hoy día esos derechos existen, pero la gran duda es qué va a pasar cuando tú después quieras vender un predio y el derecho de agua no esté adscrito a la tierra”.