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Alto contraste¿Y si perdiese Chávez? Dos verdades para un hecho. A equivale B, pero no son los mismos. Eso lo debe comprender el inversionista extranjero en estas, las elecciones del 7 de octubre en Venezuela, que serán las más importantes en América Latina en mucho tiempo.
Obviemos las causas de este evento. Bien podría ser la inseguridad, la salud de Chávez, la fatiga causada por sus largas apariciones mediáticas, o la unidad en la oposición. Lo cierto es que el cambio político en Venezuela es lo suficientemente probable para ser imaginado.
Es necesario advertir al invrsionista que si piensa que el triunfo de la MUD supone un regreso a 1999, está loco. El país nunca será el mismo. El chavismo ha sido una lección que Venezuela deberá aprender.
Notable es que el proceso revolucionario venezolano ha recurrido a medidas reversibles. Sus actos frente a la libertad y la propiedad, pese a que crean igual o más odio, no son definitivos como sí lo es el uso de las armas. Y Chávez no quiere llamarlas. Nadie quiere una guerra civil ni menos ser recordado como el que la inició.
En política, no sólo hay que mirar la boca sino que también las manos. Detrás de su relato combativo, los chavistas tienen miedo de ellos mismos y que sus emociones provoquen. Por ello, aun si ganara Chávez, éste tendría ahora una oposición resistiendo, por lo que muchos chavistas se negarán a profundizar la revolución si esto trajera sangre, pues envenenaría a los futuros venezolanos.
Sangre y tiempo. Los ingredientes de la revolución, dijo Perón.
Puede que Chávez haga medidas para afectar a un gobierno de Capriles y así poder retornar el poder en 2019, si es que no antes. Pero para ello debería esperar estar vivo para entonces. Dichas medidas serían por lo tanto una señal de su real salud.
De ganar, Capriles será un presidente muy fuerte, pero con desafíos acordes a su poder. Deberá unificar al país. Será difícil vencer el revanchismo de muchos opositores. Pero la fuente sigue siendo Bolívar. El concepto "bolivariano" debería dejar de pertenecer sólo al chavismo. Segundo, restaurar el equilibrio de poderes. Tercero, mantener los derechos sociales de los trabajadores. Eso encarecerá la inversión extranjera, pero es un precio por mantener la paz en Venezuela.
¡Venezuela, América te está mirando!
