La competencia fue difícil pero el presidente estadounidense, Barack Obama, ha ganado las elecciones. La pregunta ahora para Estados Unidos y para el mundo, es ¿qué hará Obama con un nuevo mandato de cuatro años?
No fue fácil ganar la reelección en un contexto de desempleo de casi 8% y una economía todavía débil. Muchos líderes -Nicolás Sarkozy, Gordon Brown y José Luis Rodríguez Zapatero, entre otros- fueron derrocados debido al descontento económico de años recientes. Aunque el desastre financiero estalló durante la administración de George W. Bush, después de ochos de presidencia republicana, Obama tiene que asumir la carga de una recuperación raquítica
Obama ganó no sólo por su extraordinaria resistencia personal, sino también por un número importante de votantes de clase media, que si bien no estaban satisfechos con el ritmo del avance económico, sintieron que la presidencia de Obama les ayudaría más que las políticas promovidas por Mitt Romney, el contrincante republicano de Obama, que eran vistas como sesgadas hacia los ricos.
Muchos observadores consideraron inaceptables algunos aspectos de la campaña, en particular, la cantidad de dinero gastada y el tono negativo. Sin embargo, la competitividad de la democracia estadounidense fue una muestra admirable que todo el mundo pudo ver.
Obama emprenderá su segundo mandato en un momento en el que la economía mundial está en una encrucijada. En Estados Unidos la recuperación raquítica y dispareja se ha sostenido con políticas monetarias extraordinariamente expansivas y continuos y grandes déficits fiscales. Mientras que las arcas corporativas controlan enormes sumas de efectivo, la inversión privada se estanca.
Estados Unidos no puede determinar por sí solo el futuro de la economía global, no obstante, el curso que ha tomado ese país tiene una enorme importancia dado que sigue siendo la economía más grande del mundo y mantiene una considerable influencia en instituciones o foros como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el G-20. Las ideas estadounidenses siguen afectando el debate político mundial.
Entonces, ¿cuáles deberían de ser las prioridades en materia de política económica del segundo mandato de Obama? A pesar de las dificultades que encara la economía global, hay una gran cantidad de recursos que se pueden invertir en Estados Unidos, China, Alemania y otros lugares. Si bien, hay limitaciones climatológicas y por la escasez de recursos, todavía estamos al principio de la revolución tecnológica que tiene un tremendo potencial para una productividad y prosperidad más grandes, junto con implicaciones que suponen desafíos para la fuerza laboral y el empleo.
Sin embargo, el crecimiento económico sostenible requiere que aquellos que tienen recursos para invertir realmente los inviertan. Y ello sucederá solo hasta que haya una recuperación generalizada de la clase media y de los grupos de bajos ingresos en las economías avanzadas, incluido Estados Unidos, que pueda generar un repunte prolongado de la demanda que esperan los inversionistas.
Todavía hay grandes rendimientos que obtener. No obstante, la concentración del ingreso en los niveles más altos está obstaculizando la recuperación generalizada y deja a la política macroeconómica entre el camino del “estímulo” continuo y el de los peligros de una deuda pública creciente y burbujas de activos creadas por tasas de interés históricamente bajas.
Finalmente, se necesita una cooperación internacional efectiva. El actual superávit en cuenta corriente de China ha disminuido, pero ahora Europa del norte tiene un superávit de US$ 500 mil millones, mientras que la demanda en Europa del sur está cayendo y Estados Unidos tiene un déficit de casi US$ 500 mil millones. El desafío de largo plazo que supone el cambio climático y los patrones climáticos extremos también demanda una cooperación global y una nueva actitud después de las elecciones que conduzca a una mayor participación de Estados Unidos, que a su vez podría desencadenar una revolución de energías limpias multifacética lo que estimularía las inversiones creadoras empleos y un nuevo ciclo de crecimiento.
Después de la larga y dura batalla electoral en Estados Unidos, es tiempo de reformas políticas exhaustivas. Esperemos que el Congreso estadounidense también lo entienda así y respalde las medidas que podrían ayudar a millones de personas en Estados Unidos y en todo el mundo.
Copyright: Project Syndicate, 2012.