CAMBIO DE MANDO EN ARGENTINA

Derrota de Macri: tambalea Prosur, el proyecto regional estrella de Piñera

Con un posible triunfo peronista, la Argentina de los Fernández difícilmente sume fuerzas a la iniciativa en formación.

Por: Rocío Montes | Publicado: Viernes 16 de agosto de 2019 a las 04:00 hrs.
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Foto: Presidencia
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El triunfo peronista en las primarias argentinas del domingo tuvo consecuencias económicas y políticas para nuestro país: los fondos chilenos al otro lado de la cordillera perdían un 25% a comienzos de semana y la oposición aprovechó para hacer el paralelo. "Hay elementos comunes. El gobierno del presidente Piñera ofreció y comprometió a los chilenos más empleo y más crecimiento y nada de eso ha llegado", indicó la jefa de la bancada DC, senadora Yasna Provoste, mientras que el líder de los socialistas, Álvaro Elizalde, señaló que "Macri se comprometió en campaña a tener un crecimiento sostenido de la economía, al igual que el presidente Piñera, y los resultados están siendo malos, más malos que en Chile". "Eso da cuenta de que cuando los presidentes no cumplen con sus promesas tienen malos resultados electorales", agregó el senador PS.

Aunque se trata de una comparación forzada -según el FMI, en 2018 Chile creció 4% mientras Argentina decreció 2,5%, entre otros índices-, entre las esquirlas de las primarias de Argentina se encuentra una internacional: una posible victoria peronista en octubre pondría en un escenario complejo a Prosur –el foro para el Progreso de América del Sur­–, proyecto regional estrella del presidente Piñera que se encuentra todavía en una etapa inicial de formación.

Se puso en marcha en marzo pasado en Santiago de Chile, a cuatro años de la última reunión de mandatarios de la región, que tuvo lugar en diciembre de 2014 en una cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). Conformada por Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Guyana –sin la incorporación de un país importante como Uruguay– su nacimiento fue leído como un intento de reemplazar a Unasur, un organismo que entró en decadencia cuando intentó configurarse como el bloque del socialismo del siglo XXI.

Aunque el propio presidente chileno indicó que Prosur se trataba de un espacio “libre de ideologías”, sus críticos lo interpretaron como un intento de agrupar fuerzas conservadoras de la región. Es un contexto que hace improbable que la Argentina de Alberto Fernández y Cristina K sume fuerzas al foro, cuyo nacimiento lideraron Piñera y su par colombiano, Alberto Duque.

Ni siquiera arrancó

“Los lineamientos ideológicos temporales, por coincidencias de gobiernos que piensan de una manera similar, no son una buena base para constituir organismos internacionales”, señala el exministro de Relaciones Exteriores de Michelle Bachelet, Heraldo Muñoz. “Prosur se concibió en función a las coincidencias ideológicas y lo dije: cuando cambien los gobiernos, probablemente los que sean de signo distinto van a desconocerlo. Por tanto, si en octubre se confirma lo de las primarias en Argentina –y son elegidos Alberto Fernández y Cristina Fernández– es altamente posible que no vayan a tener ningún compromiso con Prosur. Y como Brasil está en la situación que está –cuando sabemos que nunca lideró la constitución de Prosur– se auguran dificultades para este nuevo organismo. Y eso lo advertimos en su momento”, indica el presidente del PPD.

Para el cientista político Gabriel Gaspar, subsecretario de Guerra en el gobierno de Lagos y embajador en misión especial para la demanda de Bolivia, entre octubre de 2015 y marzo de 2018, “Prosur ni siquiera alcanzó a arrancar”. “Piñera y Ampuero quisieron imprimirle un papel de anticomunismo a un ente que terminó transformándose en una iniciativa política, pero no de diplomacia. Por lo tanto, queda sujeta a los vaivenes de cada país. Hay que ser pragmático, realista, tolerante y menos ideológico, prejuicioso y sectario en la política exterior y olvidarse de Prosur”, dice Gaspar, socialista. “Buscar una salida elegante y punto”.

Con Colombia enfrascado en sus propios problemas internos, el triunfo del peronismo en Argentina supone un desafío para Chile en política exterior y pone en entredicho la supervivencia del foro impulsado por Piñera. ¿Los Fernández apelarán a darle oxígeno a Unasur, que no ha desaparecido para países como Venezuela, Bolivia o Uruguay?

El factor Bolsonaro

En el gobierno chileno, donde desde diferentes frentes se sigue con atención lo que ocurre en Argentina, se analiza que un eventual nuevo mandato peronista podría toparse con un problema grande: el enfrentamiento con el Brasil de Bolsonaro. En ese cuadro, los Fernández terminarían necesitando de organismos de encuentro como Prosur para buscar compensaciones en política exterior.

En cualquier caso, a la espera de lo que ocurra en las elecciones de octubre y del propio destino del foro, en la Cancillería se sigue trabajando en su conformación. El ministro de Relaciones Exteriores, Teodoro Ribera, señala que “en el mes de julio se reunieron en Chile los coordinadores regionales para elaborar normativas respecto al funcionamiento de Prosur y se constituyeron seis grupos de trabajo sobre infraestructura, energía, seguridad y combate del crimen, salud, defensa y prevención de desastres naturales”. El secretario de Estado indica que se trabaja en conjunto con el BID para conseguir que la labor de estos grupos se califique por sus resultados y no por la “pomposidad” de las cumbres.

Ribera agrega que se hizo una nueva propuesta sobre la normativa de Prosur ­–“un órgano flexible, que no cree en la burocracia y apuesta por la acción”– y que probablemente vaya a suscribirse por sus países miembros en Nueva York el 25 de septiembre, en el marco de las Naciones Unidas.

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