Reportajes

La zona franca de Aysén vuelve a “revivir” tras ocho años de informes y reuniones

En enero, la Universidad Austral comenzó a elaborar el primer estudio de prefactibilidad y las bases de licitación para el proyecto, comprometido en 2012. Entremedio, el Estado compró un terreno e invitó a inversionistas, pero como no había nada formal, no hubo interesados. Hoy, las esperanzas han vuelto a la región.

Por: F. Vega y R. Carrasco | Publicado: Viernes 8 de mayo de 2020 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-
La intendenta de Aysén, Geoconda Navarrete, durante el anuncio de la licitación del estudio de factibilidad de la zona franca.
La intendenta de Aysén, Geoconda Navarrete, durante el anuncio de la licitación del estudio de factibilidad de la zona franca.

Compartir

La zona franca de Aysén, la gran apuesta de desarrollo para esa región lanzada a fines de 2012, ha vuelto a aparecer en la agenda. El proyecto, que parecía congelado tras casi ocho años de informes, reuniones, lanzamientos y hasta la compra de un terreno comenzó a revivir el pasado mes de enero, cuando la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) adjudicó el estudio de pre-inversión a la Universidad Austral. Hace algunas semanas la facultad de Economía de esa casa de estudios empezó a trabajar en un informe, que se plasmará en el primer borrador de las bases de licitación.

Aunque parezca increíble, la prometida zona franca de la región austral, que fue la moneda de cambio para finalizar una movilización que mantuvo semi-paralizado a Aysén por casi 40 días en 2012 fue anunciada sin mayores análisis económicos, ni legales. Y en 2016 cuando el gobierno compró las tierras para empezar las obras tampoco se hicieron nuevos estudios.

Incluso, cuando en 2017 se intentó licitar el proyecto, la Contraloría lo rechazó, debido a sus debilidades técnicas. La propia Dirección de Presupuestos (Dipres) hizo reiteradamente observaciones y condicionó la entrega de recursos a un mejor plan de desarrollo de la iniciativa.

La zona franca fue comprometida por Sebastián Piñera, se compraron los terrenos en el gobierno de Michelle Bachelet y ahora en esta segunda administración de Piñera recién comienzan los estudios oficiales.

Autoridades y agentes sociales de la zona se quejan de que la tardanza también tiene un trasfondo político de falta de colaboración y confianza entre las administraciones, de distinto signo. Pero también apuntan a las reticencias de los diferentes equipos económicos "de Santiago" porque la estrategia de instalar zonas francas está obsoleta en el mundo, y existen dudas sobre sus efectos reales en el empleo y el crecimiento.

Inicialmente se habló de que la zona franca de Aysén tendría características similares a las de Iquique y Punta Arenas y que no sería "un traje a la medida", pero ahora todo dependerá de lo que diga el estudio de la Universidad Austral, aunque el gobierno ya tiene algunas ideas.

Hoja de Ruta

La U. Austral debiera entregar a fines de agosto la hoja de ruta. Su informe incluirá "desde la estimación de demanda, hasta la definición del proyecto en cuanto a su infraestructura", dice el académico del Instituto de Economía de esa casa de estudios, Roberto Pastén.

La idea del gobierno es generar una zona franca que se adapte a las necesidades propias de la extensa región, y que pueda vincularse con su mapa productivo como la ganadería, el turismo y la salmonicultura, pero especialmente con sus Pyme y emprendedores.

El análisis de la U. Austral también considerará si el terreno comprado sirve para levantar un centro comercial y galpones al estilo Zofri, así como el análisis legal sobre regulaciones, riesgos, ingeniería básica, costo de inversión y plazos de materialización.

"Nos interesa que el proyecto avance en una dirección que considere las necesarias modernizaciones que requiere el régimen franco en vista de la apertura internacional que ha profundizado Chile en estos últimos 30 años y que, al mismo tiempo, se ajuste a las necesidades de la región con el objeto de que se transforme en un verdadero polo de desarrollo económico", aclara el subsecretario de Hacienda, Francisco Moreno.

Después de eso comenzaría la búsqueda de potenciales interesados en instalarse en el recinto, cuya administración y explotación será entregada bajo el régimen de concesión a un privado y sus pagos irán a los municipios locales.

En el gobierno existe conciencia que el estudio podría chocar con las altas expectativas instaladas. En Aysén se habla de inversiones por más de US$100 millones, aparte de los empleos que se podrían generar.

La apuesta de las autoridades regionales es que la zona franca se integre con el extremo sur de Argentina para atender de manera conjunta a otros mercados y que en el recinto se comercialicen desde autos, electrodomésticos, ropa, hasta alimentos importados sin IVA.

22 hectáreas

En noviembre de 2014, el gobierno regional de Aysén decidió buscar sitio para su zona franca.

Lanzó una licitación el 19 de abril de 2015 por 20 hectáreas a un costo máximo de $929,5 millones. Los microempresarios Rodrigo Oyarzún y Ernesto García ofertaron dos terrenos, pero fueron desechados porque tenían 15% o más de pantanos, ciénagas y esteros. Algo, demasiado común en la geografía de la zona.

Fue un golpe. En la zona pensaban que 2015 sería el "punto de no retorno" para seguir adelante con su zona de exenciones tributarias en la tercera región más grande de Chile y con menos habitantes por kilómetro cuadrado.

Finalmente, en mayo de 2016, el Ministerio de Bienes Nacionales compró tres terrenos que suman 22 hectáreas entre Puerto Aysén y Chacabuco pagando $ 880 millones.

Y ahora con la crisis generada por la pandemia del coronavirus los ayseninos temen que el proyecto demore más. "Hoy lo único en limpio es que se está haciendo un estudio de pre factibilidad económica y así como vamos este año pudiese estar. Pero incluso este gobierno quizá no alcance ni a licitar. Pero con todo lo que ha pasado con el estallido social y ahora el coronavirus uno repiensa si van a existir inversionistas dispuestos a venir a trabajar a esta zona del país"; se lamenta el alcalde de Aysén, Luis Martínez.

Hasta ahora se ha hablado de potenciales inversionistas chinos que habrían mostrado cierto interés, condicionado a que la idea esté madura. Pero al margen de que un solo inversionista actúe como locomotora del proyecto para que se instalen otras empresas, la zona franca de Aysén necesita el apoyo de otros ministerios para aportar principalmente, la infraestructura necesaria.

Lo más leído