Gestión del 4%: no al Banco Central

Junto con el debilitado crecimiento de la economía, el lento avance de su agenda legislativa se ha transformado en un complejo desafío para el gobierno, que se juega en el Congreso no sólo buena parte del programa con que llegó a La Moneda, sino incluso la posibilidad de que la centroderecha permanezca allí por un segundo mandato consecutivo.

En aras de impulsar reformas estructurales, la necesaria búsqueda de acuerdos con la oposición ha dado pie a algunos acercamientos constructivos con el gobierno, pero también a propuestas sustentadas en más voluntarismo que argumentos técnicos, como es el caso del ente público que está en estudio para gestionar el 4% de cotización adicional en pensiones. Por otro lado, parlamentarios de la Democracia Cristiana han sugerido que el Banco Central administre dicho recursos, lo que fue tajantemente rechazado por ex autoridades del instituto emisor a inicios de semana, y en forma oficial por el propio banco en nuestra edición de ayer.

La negativa se basa, correctamente, en que la misión del BC resulta incompatible con la de gestionar los dineros previsionales, pues se produciría un claro conflicto de interés “entre el objetivo de mantener una inflación baja y el de maximizar el rendimiento de los fondos de pensiones”. Llama la atención, por ende, que el Ministerio del Trabajo se mostrara inicialmente abierto a la idea, sin hacer ver que la contraposición de funciones y objetivos arriesgaba erosionar la credibilidad de una institución clave del sistema financiero. Si esta postura obedeció a una estrategia política para descolocar a la coalición opositora, y no a genuina convicción, lo cierto es que la opinión pública recibió una señal confusa, en lugar de una nítida toma de posición.

En otras situaciones —en materia tributaria, por ejemplo—el esfuerzo del gobierno por cerrar acuerdos ha llevado a cierto desperfilamiento de sus propuestas. En este caso, la propuesta DC arriesgaba desvirtuar el rol de una institución fundamental.