Sergio Lehmann

El Banco Central juega sus cartas

Sergio Lehmann Economista jefe Bci

Por: Sergio Lehmann | Publicado: Lunes 3 de febrero de 2020 a las 04:00 hrs.
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El Banco Central (BC) ha debido jugar varias cartas de su mazo, de forma de hacer frente del lado monetario a la grave crisis que enfrentamos. Tras el estallido social se advirtió un fuerte aumento en las tasas de interés, reconociendo un mayor premio por riesgo y liquidaciones de fondos de instrumentos de renta fija, que pronto requirió de fuertes inyecciones de recursos que llevaran a normalizar su nivel. También las tasas de interés en dólares subieron abruptamente, dando cuenta de la alta demanda y consecuente baja liquidez de la moneda norteamericana. En este caso, el Central volvió a actuar oportunamente, logrando una sustancial reducción en las tasas y la normalización en el funcionamiento del mercado.

Sumado a lo anterior, ante la evidencia que el tipo de cambio escalaba vertiginosamente, el BC optó por la intervención cambiaria a inicios de diciembre, comprometiendo la venta de US$ 10.000 millones en el mercado spot y otros US$ 10.000 millones en forwards. El argumento para esta acción fue el preocupante incremento en la volatilidad cambiaria, que prácticamente se duplicó en pocos días. Los movimientos daban cuenta de la salida de capitales por cerca de US$ 6.000 millones, que reflejaban la preocupación de inversionistas por los hechos violentos que se advertían en Chile.

Tras la intervención, la volatilidad cayó y el tipo de cambio retrocedió con rapidez casi $ 100. Además de la acción cambiaria, contribuyeron un escenario externo que se tornó más favorable y una violencia que se redujo. Frente a ello, el BC ha hecho una pausa en el proceso de intervención, la que se prolongaría por, al menos, las próximas semanas. Si se advierten nuevamente incrementos abruptos en el tipo de cambio, lo que ocurriría ante una re-agudización de la tensión social, con violencia y disrupciones en la actividad, la autoridad monetaria volverá a actuar.

Cabe hacer ver que alzas abruptas en las tasas de interés, junto con incrementos desbocados del tipo de cambio, pueden provocar daños irreversibles en algunos sectores de la economía, por lo que la acción oportuna del Central ha logrado contener parcialmente los graves impactos económicos de la crisis.

En lo último hemos visto cómo la irrupción del coronavirus ha golpeado con fuerza a los mercados financieros, ante los temores de su impacto sobre la actividad en China. Todo hace presagiar que esto tendrá un carácter transitorio, y que buena parte de la más reciente caída en la cotización del peso debería revertirse. Cabe consignar, asimismo, que el tipo de cambio es el principal mecanismo de la economía para hacer frente a shocks como este, por lo que no debería conllevar acciones extraordinarias del BC.

¿Y qué hay de la tasa de política monetaria? He ahí el comodín. La inflación tenderá a subir en los próximos meses, producto del efecto del tipo de cambio en los precios. Sin embargo, esta presión será luego compensada por una demanda interna extremadamente débil, llevando a que la inflación se sitúe cerca de 3% hacia el segundo semestre del año. Ello abriría un espacio para que el Banco Central introduzca un mayor estímulo monetario en ese entonces, y se sume a las medidas reactivadoras del fisco, de forma de moderar el impacto de la crisis social en el crecimiento. Recortar la tasa de política bajo un escenario inflacionario coherente con la meta contribuirá a que el consumo privado y la inversión se vean menos golpeados por el deterioro sin precedentes en la confianza de empresas y hogares.

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