Padre Hugo Tagle

Para empezar bien el 2017

Por: Padre Hugo Tagle | Publicado: Lunes 2 de enero de 2017 a las 04:00 hrs.
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Dejamos un año 2016 lleno de sobresaltos. A nivel mundial, destacan los esfuerzos por la Paz en Colombia, el Brexit, la victoria de Donald Trump en EEUU y el haber sido uno de los años más calurosos de la historia, siguiendo en la misma preocupante línea del decenio de más altas temperaturas.

Los conflictos bélicos en varias partes del mundo, sobre todo en medio oriente, nos acompañaron durante todo el año. La ciudad de Alepo, en Siria, se transformó en el triste símbolo de la incapacidad de acuerdos, de odiosidad llevada a extremos irracionales.

A nivel local, las alegrías son más bien modestas. Nos alegramos sí, por nuestra doble titulación en el fútbol, pero luego surgen las sombras proyectadas por el mal desempeño económico, un crecimiento mediocre, y los escándalos de las colusiones, que vienen a indignar aún más a la opinión pública.

Tuvimos elecciones municipales donde, a pesar de la gran cobertura e invitación a votar, la abstención fue altísima. Las lecturas son varias, pero todas coinciden en que hay que recuperar confianzas y hacer un trabajo de reencantar al mundo con "la cosa pública", que es de todos.

Y no olvidemos los escándalos del Sename. Las muertes y malos tratos al interior de sus hogares empañan su labor y obligan a reformular su tarea. Ojalá hayamos aprendido esta triste lección y se corrija radicalmente esa institución. Los niños no pueden esperar.

El Papa Francisco nos invitó durante el 2016 a vivir la misericordia, a actuar como lo hizo Jesús y lo haría hoy: atento a las necesidad de los demás, generoso, solidario, proactivo. Sensibilizándose ante el dolor y tragedia de los demás. Chile tiene el triste record de ser el país de la OCDE con el porcentaje más alto de niños viviendo en pobreza. En efecto, uno de cada cuatro niños vive en familias de bajos ingresos y presentan dificultades en ámbitos de educación, salud, vivienda. Y, peor, un 22,7% reside en hogares con alto nivel de hacinamiento. Hemos jugado a la política de la avestruz y escondido graves problemas como éstos bajo la alfombra.

Hágase el propósito de vivir un buen año 2017. De hacer algo por los demás. Quien sirve a otros, es más feliz. Si no lo puede hacer concretamente, al menos haciendo una donación en forma regular. Lo obligará a salir de sí y pensar en los demás. Siempre hay alguien más necesitado que uno.

Lo invito a incluir más a Dios en su vida. Si es religioso, séalo un poco más. Si no lo es, será hora de que él ocupe un espacio en ella. Será más feliz ¡Feliz 2017!

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