Padre Hugo Tagle

Año nuevo, vida nueva

En twitter: @hugotagle

Por: Padre Hugo Tagle | Publicado: Lunes 4 de enero de 2016 a las 04:00 hrs.
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Padre Hugo Tagle

Algunos creen en la reencarnación. Creen que hay una segunda y tercera oportunidad. Pero no es así. Nos jugamos la vida a una sola carta. La próxima vida, es el cielo, la eternidad o, para otros, la nada ¡Que triste creer que no hay nada después de esta vida! Pero ese es otro tema. El punto aquí es que tenemos solo esta vida. Cada día, año, que pasa, no se repite más. Y es bueno que sea así. No apreciaríamos tanto la vida si tuviésemos otra. Y menos si fuese eterna. Es triste morir. Pero necesario. Damos espacio a otros. Y vivimos mejor sabiendo que la vida tiene un término; que, por mucho que nos esmeremos no podemos agregar mucho más tiempo a nuestra existencia.

El cambio de folio en el calendario, el inicio de un nuevo año, nos regala la oportunidad de “comenzar de nuevo”; poner empeño en aquello en que podemos mejorar. Para ello, algunas condiciones.

Primero, confíe más en sus habilidades y virtudes. No confiar en uno es el comienzo del fracaso. Nunca piense en un buen futuro, si no lleva bien su presente. Lo bueno del 2016 tendrá mucho que ver con la confianza en sus habilidades, potencialidades.

¿Fracasó en algún proyecto este año? “El fracaso es la oportunidad de comenzar de nuevo con más inteligencia”, decía Henry Ford. Haga un buen balance de los aciertos y desaciertos del año y saque lecciones positivas de los errores. A veces, se aprende más de ellos que de los éxitos. No podemos volver atrás, pero sí podemos comenzar hoy mismo con eso nuevo y hacer así un nuevo final. No llore sobre la leche derramada. Nada peor que solazarse en las desgracias propias y ajenas.

No espere hasta que las condiciones sean perfectas para comenzar, el empezar hace las condiciones perfectas. No se arrepienta de la buena fe y empeño legítimo que puso a tantas aventuras del año que se nos acaba de ir. Que nadie le reproche no haberlo intentado y dado lo mejor de sí.

Se dice que “todo tiempo pasado fue mejor”. Pero no es así. La vida está formada de etapas, en que cada una puede ser el comienzo de una mejor. El 2016 no se vislumbra como fácil ni auspicioso. Así y todo, cultive la conciencia y confianza de que lo mejor está por venir, en su vida personal, en su entorno familiar y laboral.

Si se está pendiente del pasado, no se vive el presente, no se vive bien lo que tenemos al lado, dejamos pasar buenas oportunidades.

Coloque el año en manos de Dios. Quien lo tiene a Él de compañero de ruta, vive mejor, es más feliz, sortea las dificultades con mayor serenidad e inteligencia. Toma mejores decisiones. No se ataranta ni desespera.

¡Feliz y bendecido 2016!

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