Padre Hugo Tagle

A pesar de todo, crece

Padre Hugo Tagle En twitter: @hugotagle

Por: Padre Hugo Tagle | Publicado: Lunes 27 de mayo de 2019 a las 04:00 hrs.
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No faltan los profetas de desventuras que han augurado un declive galopante de la Iglesia Católica. Pero la verdad, las cifras dicen lo contrario. No sólo la cantidad de fieles aumenta sostenidamente, sino que la Iglesia se abre paso en nuevos frentes, hasta hace unos lustros impensables.

Así lo afirma el sociólogo Philip Jenkins en un ensayo sobre los números entregados anualmente por el anuario pontificio. Si bien de ellos se lee una baja en sectores tradicionalmente católicos, como serían Sudamérica o Europa, crece el número de católicos en países asiáticos, de la órbita árabe y africanos. Como advierte Jenkins, el número de católicos se ha duplicado desde 1970, a pesar de las trabas puestas en países como China, musulmanes o dictaduras asiáticas.

A esto se suman las fuertes persecuciones. En el siglo pasado, murieron tantos católicos martirizados por su fe como en los primeros siglos de la Iglesia. Desde siempre se ha cantado un himno mortuorio para la Iglesia. En 1890, con su sabia ironía, Mark Twain observó: “En este mundo hemos visto a la Iglesia Católica morir… durante siglos. Muchas veces nos hemos preparado para el funeral y una y otra vez lo han pospuesto, a causa del tiempo o por cualquier otro motivo… Aparentemente, una de las cosas más inciertas del mundo es el funeral de una religión”.

Lo cierto es que el gran escollo para el crecimiento eclesial son las persecuciones y atentados a la libertad, que frenan la libre opción por la fe. Al final, el punto es ése: asegurar la libertad de culto. Y en eso la Iglesia es la primera defensora y, a la vez, víctima. No hay credo más perseguido en el mundo que el católico.

La realidad eclesial es líquida, movible. Si hasta hace unos decenios el centro neurálgico se encontraba en Europa, hoy se ha desplazado a América y, más, África y Asia. En unos lustros, África superará a América Latina en número de católicos. Pronto veremos a países como Nigeria, Uganda, Tanzania y la República Democrática del Congo entre los diez más católicos del mundo.

El Papa Francisco, con mirada visionaria, ha puesto el ojo en los países asiáticos, consciente del crecimiento sólido de los fieles allí. Los acuerdos vaticanos con el coloso chino, por ejemplo, apuntan a lograr mayores libertades para los cristianos. Otro tanto ha buscado el Papa en sus viajes a la órbita musulmana. El problema allí también es la falta de libertad y el hostigamiento a los católicos. Y la libertad les conviene a todos. Sólo en un ambiente libre pueden crecer la verdadera fe y la dignidad humana.

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