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La hora de las mujeres

Gonzalo Said H. Presidente Fundación Generación Empresarial

Por: Gonzalo Said H. | Publicado: Viernes 24 de mayo de 2019 a las 04:00 hrs.
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Gonzalo Said H.

A fines de abril tuvimos, casi simultáneamente, dos buenas noticias. La primera fue la revelación de que, tras la tradicional ronda de juntas de accionistas de abril, aumentó el número de mujeres en los directorios de las empresas IPSA. Luego de varios años de variaciones mínimas en esta cifra —a veces aumentando, a veces disminuyendo—, en esta ocasión hubo un avance, pasando de 6,2% de mujeres a 9,2%. Hoy, 23 de los 260 asientos en los directorios de las grandes empresas abiertas locales son ocupados por mujeres. Aún estamos lejos del estándar OCDE de un 20% y muy lejos de los países líderes en esta materia, pero es importante reconocer lo que al fin se puede entender como un progreso.

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La segunda buena noticia es la prioridad que la Sofofa le está dando a aumentar el número de mujeres en su Consejo. Esto, al promover la inscripción de 11 candidatas mujeres entre los 39 propuestos. Lo anterior marca una gran diferencia con las elecciones pasadas, en las que se presentaron sólo cuatro mujeres entre 54 candidatos. Es decir, hubo un incremento de 7% a 29% de candidatas mujeres. Es de esperar que a fin de mes el número de mujeres elegidas efectivamente en el Consejo sea consistente con dicha alza.

Detrás de ambas noticias hay un hilo común: una decisión tomada por los liderazgos de varias organizaciones y empresas chilenas de avanzar hacia una mayor representación femenina en los sitiales de poder. También es posible que haya ayudado el impacto reputacional negativo de tener equipos directivos exclusivamente masculinos, y los impactos positivos de tener directorios y consejos más diversos, donde la ciudadanía pueda sentir más fácilmente que sus exigencias y expectativas son comprendidas y donde la diversidad de género, miradas, experiencias y disciplina enriquecen el análisis, amplían el espectro y nutren la toma de decisiones.

El mejor ejemplo del poder que tienen las decisiones que nacen de una convicción de cambio profunda es lo que ocurrió con los directorios de las empresas públicas, tras la decisión política de avanzar hacia un 40% de mujeres en sus directorios. El punto de partida era el mismo de la empresa privada: alrededor de un 6%. Y en unos pocos años, el objetivo se logró. Como testimonio de la fortaleza de esa decisión, la cifra se mantuvo aun tras el cambio de gobierno y los consiguientes cambios en los directorios.

La única diferencia entre este resultado y lo que ha sucedido con las candidaturas de la Sofofa y con la incipiente alza de directoras en el mundo privado, es la magnitud de la convicción, voluntad y capacidad de liderar los cambios por parte de los mayores tomadores de decisiones en las diversas organizaciones.

Eso de que "llegó la hora de las mujeres" ha condimentado múltiples discursos. La hora que realmente debiera llegar es aquella donde las acciones y las palabras tengan una real coherencia. Es de esa consistencia que surgen los cambios que hacen mejor el mundo.

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