Necesidades de coaching ejecutivo frente a volatilidad e incerteza

Javier Zabala

Tras las fallidas reformas impulsadas durante el primer tiempo de la presidenta, la coalición de gobierno lleva meses en una pulseada entre los refundacionistas y los reformistas. En ese escenario observo en mis reuniones y entrevistas, a la mayoría de los empresarios y ejecutivos cansados e incluso algo enrabiados con toda esta incerteza, pero también comienzo a observar a otros que aceptan esta nueva realidad, y que empiezan a mover fichas estratégicas aún frente a la falta de reglas del juego.

Las características de estos últimos se pueden encontrar en una reciente encuesta global por Moore y Rybeck de KFI, a 200 coaches de líderes medios, altos y de primera línea. Esta consultó por el tipo de intervenciones más solicitadas y las competencias más esenciales en condiciones de negocios inciertas.

La capacidad de relacionarse interpersonalmente fue lo que más se repitió en los tres niveles. Los ejecutivos reconocían la necesidad de interactuar en 360° de forma constructiva, efectiva, diplomática y atinada, e incluso de usar humor sano para bajarle la presión a situaciones tensionantes. También el ponerse en los zapatos del otro, y escucharlo sin superponer las propias respuestas automáticas.

La segunda que más se repitió fue la capacidad de influir a otros. Con los pares, desarrollar una mentalidad de intercambio, al entender qué necesitan y qué les interesa, para encontrar terreno en común y poder negociar soluciones win-win. Y con los subordinados -incluso los con sana ambición de carrera- la capacidad de persuadirlos que tomar asignaciones nuevas y desafiantes de hecho les resultará beneficioso.

La tercera competencia más requerida era el autoconocimiento, particularmente en el nivel uno. Los ejecutivos reconocían la importancia de conocer sus fortalezas, debilidades, oportunidades y límites. De pedir feedback y hablar abierta, realista y equilibradamente de sus posibilidades de carrera, no volverse defensivos frente a las críticas, y de ganar experiencia y sabiduría de sus errores.

Al final del día, los coaches encuestados reflejaron que el gerente actual ya no es un artesano individual de una visión de negocio, sino que tiene que co-crear en una red de relaciones más grande y compleja que antes. Y que para eso se requerían competencias para ser capaz de liderar en las dinámicas sociales y organizacionales del equipo directivo senior. En mi visión esto aplica tanto al momento de hacer coaching internamente para poder promover ejecutivos, como al momento de buscar ejecutivos externos.