Guillermo Tagle

Avalancha de colocaciones

Por: Guillermo Tagle | Publicado: Viernes 28 de enero de 2011 a las 05:00 hrs.
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Los años 2009 y 2010 fueron muy auspiciosos para la bolsa chilena. Sin embargo, a pesar de los buenos retornos, había algo que todavía faltaba para que el mercado bursátil chileno pudiese tener un cambio relevante de posición relativa. La sequía en cuanto a incorporación de nuevas empresas a la bolsa (aperturas) y de incrementos significativos de capital, que aumenten la liquidez de las empresas transadas, había sido hasta el cierre de 2010 una señal de que el mercado chileno no estaba plenamente activo.

Tal vez por falta de entusiasmo para emprender proyectos nuevos, o porque la caja generada por las operaciones ya existentes era más que suficiente para lo que se deseaba desarrollar, el hecho concreto es que las nuevas operaciones habían sido muy escasas. Esta realidad, tampoco se condice con lo exitoso que ha sido el desempeño y el desenlace de la mayoría de los casos de empresas que en los últimos años se han aventurado a debutar en Bolsa. Historias como la de Cencosud, La Polar, Corpbanca, Ripley, Salfacorp, Socovesa, SK, Enjoy, entre las más destacadas aperturas de los últimos diez años, son todas empresas cuyo dinamismo y actividad cambió gracias a que formalizaron e institucionalizaron su actividad, incorporaron accionistas minoritarios y se convirtieron en actores clave del Mercado de Capitales. La confianza con que se enfrenta un plan de expansión local o internacional, con que se abordan nuevos negocios, con que se negocia una eventual alianza o fusión, o resuelven dilemas de sucesión, son beneficio demasiado obvio, como para que en Chile hayan ocurrido tan pocos casos de aperturas a bolsa en los últimos diez años. 2010, un año en que la confianza empresarial estaba firme, en que las valoraciones de las empresas eran atractivas, en que los inversionistas privados e institucionales estaban con fuerte liquidez, sólo hubo tres operaciones relevantes en esta materia: las re-aperturas de Molymet y AFP Habitat, y la apertura de Camanchaca. Muy poco para un mercado que muestra tal vigorosidad.

En este contexto, 2011 promete marcar un quiebre de tendencia. En cuanto a aperturas bursátiles, aunque aún hay pocos anuncios oficiales, estimaciones de mercado indican que este año podrían debutar al menos entre ocho y diez compañías. A esto se sumará la venta de participaciones del Estado en algunas empresas que ya están listadas, pero que tienen poca liquidez, como es el caso de la venta que Codelco realizará de sus acciones en la eléctrica E.CL que se espera materializar en los próximos días. En materia de aumentos de capital, destaca el caso de la banca donde el Banco de Chile y Corpbanca se aprestan a fortalecer su base de capital para crecer y competir mejor. Adicionalmente, empresas del sector retail, inmobiliario y construcción y del sector industrial también están evaluando recurrir a sus accionistas para levantar capital para financiar nuevos proyectos. Con todo esto, la suma que se espera levantar en el mercado bursátil este año, podría superar fácilmente los US$ 7.000 millones.

También una buena noticia para nuestro mercado, aunque para algunos de doble lectura, es la posibilidad de que muchos de los incrementos de capital se realicen buscando nuevos accionistas, distintos a los controladores. Es buena noticia por cuanto demuestra que las empresas están dispuestas a crecer y financiarse independiente de la posibilidad, capacidad o interés de sus controladores, por seguir aportando capital a la empresa. Cuando el crecimiento futuro queda limitado a lo que los controladores puedan o quieran aportar en las expansiones de capital requeridas, con aversión a diluir su participación en la empresa, el futuro de las compañías queda limitado y acotado a las capacidades o disposición del controlador, de seguir inyectando capital a su empresa. Esta materia es de doble lectura, por cuanto para algunos la señal de que los controladores no participen se puede interpretar como que al precio vigente prefieren diluirse. Sin embargo, en una perspectiva de más largo plazo, en el mundo desarrollado es natural que las grandes corporaciones no limiten su crecimiento a la capacidad financiera de sus dueños y que por esta vía, se logre además un proceso continuo de aumento de liquidez y volumen transado de las acciones en el mercado. En este sentido, el efecto combinado de los factores mencionados será positivo para el mercado, para las empresas y para los inversionistas.

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