Erik Haindl

El dólar y la política cambiaria

Erik Haindl Decano Facultad de Negocios, Ingeniería y Artes Digitales, U. Gabriela Mistral

Por: Erik Haindl | Publicado: Viernes 5 de enero de 2018 a las 04:00 hrs.
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Con el alza inesperada en el precio del cobre y las mayores entradas de capitales inducidas por mejores perspectivas de la economía chilena, el precio del dólar ha caído sistemáticamente en las últimas semanas y amenaza con romper la barrera de los $ 600. ¿Hasta qué punto esto puede significar una amenaza potencial para la recuperación del crecimiento y qué puede hacer la autoridad monetaria al respecto?

La recuperación de niveles de crecimiento cercanos al 4% anual requiere actuar sobre dos “drivers” fundamentales: la inversión y las exportaciones. Para recuperar la inversión se requiere una mejoría en la confianza de los empresarios y ajustes tributarios que estimulen el ahorro y la inversión.

La recuperación del crecimiento exportador requiere de una economía mundial en crecimiento, que la tenemos, y de un tipo de cambio real que sea competitivo. En su último IPoM, el Banco Central proyecta un incremento real en las exportaciones de 4,5%, que es esencial para lograr una recuperación del crecimiento del PIB.

En los últimos 30 años, el índice tipo de cambio real ha tenido un promedio de 95,1 con una fluctuación normal entre 86,3 y 104,0. Cuando el tipo de cambio real ha caído bajo la barrera de 86,3, en general las exportaciones se han frenado fuertemente con un rezago de un año. Esto ha sido independiente de las mejoras en los términos de intercambio, que tienden a favorecer sólo a unos pocos productos (principalmente cobre y mineros).

En 2011 el Banco Central intervino el mercado cambiario, comprando divisas cuando el tipo de cambio real cayó bajo 87,4. Esta política permitió acumular mayores reservas y mantener competitivo al sector exportador no cobre.

Actualmente el tipo de cambio real está en un nivel de 86,6. Si continúa su caída y rompiera bajo los $ 600 se puede esperar un impacto negativo sobre el crecimiento exportador no cobre. Una caída adicional del tipo de cambio también debiera reducir la inflación debido al efecto sobre los productos importados, haciendo que la inflación efectiva caiga bajo el piso de la banda.

Esto proporciona una situación ideal para establecer una intervención activa en el mercado cambiario. Una acumulación de reservas a razón de US$ 30 millones diarios permitiría mejorar la posición del Banco Central, y evitaría que el tipo de cambio real cayera a niveles críticos para la competitividad del sector exportador no cobre.

Adicionalmente, la estabilización del dólar en niveles cercanos a los actuales, permitiría normalizar los niveles inflacionarios, y llegar al 3% anual, sin tener que bajar la tasa de interés de instancia.

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