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DF Conexión a China | China-América Latina: el desafío del conocimiento mutuo

María Montt Académica Instituto de Historia y Centro de Estudios Asiáticos UC, exdirectora ejecutiva Instituto Confucio UC

Por: María Montt | Publicado: Martes 15 de septiembre de 2020 a las 04:00 hrs.
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María Montt

Conocer más sobre China y Asia es algo sobre lo que siempre insisto. El conocimiento de la historia educa el pensamiento crítico, y hoy, cuando las fuentes de noticias son casi infinitas, la historia y el conocimiento sobre otros se vuelve más que necesario, urgente, para potenciar el análisis al momento de enfrentar este mar de conocimiento inconexo. El cómo pensamos y proyectamos a futuro la relación con China es clave. Sabemos que se sabe poco al respecto en Chile, ¿y cuánto se sabe en China sobre nosotros? ¿Debemos abordar esto desde Chile, o como América Latina?

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En China aún se sabe poco, aunque desde hace veinte años hay un aumento en el intercambio de personas y el interés en el castellano: se han abierto más cursos en universidades, también ha sido incorporado el idioma en algunos colegios e institutos privados, y es de esperar que el turismo chino a América Latina aumente en el futuro próximo. Pero en China aún se sabe poco sobre nosotros.

Por nuestro lado, aún hay muchos malentendidos: por ejemplo, confundir el apellido con el nombre. Cuántas noticias hemos visto en donde se refieren a Jinping en vez que a Xi, y en diversas ocasiones lo mismo sucede en China. Pero también, errores más graves, donde preocupa evitar las grandes narrativas y pensar -más bien- en la historia de los sujetos en su contexto cultural.

Por otro lado, a nivel oficial, la RPC ha publicado libros blancos sobre su relación con América Latina y el Caribe; desde América Latina aún no se ha articulado algo en esa línea. En ellos encontramos un llamado a la igualdad, beneficio mutuo y el desarrollo compartido. Para esto, es central el pilar del conocimiento mutuo, que debemos desarrollar tanto desde el ámbito educativo formal como para con la sociedad en general. Más allá de la pregunta de si debemos articular una hoja de ruta para nuestra relación con China, los libros blancos nos permiten reflexionar el cómo China nos ve como parte de una región, a pesar de que la relación se construye fuertemente sobre la bilateralidad.

La diversidad en Asia es enorme, y sin perjuicio de eso, en ocasiones se la aborda como un todo. Dentro de China misma la diversidad es también enorme: encontramos en ella una multiplicidad de etnias e idiomas, diversas prácticas y costumbres. El término mismo de China hace referencia a un espacio geográfico que ha sido ocupado y disputado históricamente por grupos de personas de diversos orígenes étnicos. Los intercambios se deben considerar en relación con la política y cultura; un todo en continua reformulación, y que debe ser abordado de manera multidimensional. Y esta misma diversidad la vemos dentro de América Latina, y dentro del propio Chile.

Ahora que personas chinas son nuestros vecinos y amigos, debemos estar abiertos a dialogar sobre nuestras diferencias y puntos en común, un movimiento de conocimiento continuo. Tanto en Chile como en China.

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