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Carrera por limitar el poder de Amazon, Apple, Facebook y Google

Richard Waters Financial Times

Por: Richard Waters | Publicado: Miércoles 14 de octubre de 2020 a las 04:00 hrs.
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Richard Waters

En Washington, los miembros del comité antimonopolio de la Cámara de Representantes han estado considerando tres posibles respuestas: destinar más recursos a la aplicación de las regulaciones antimonopolio existentes; endurecer las leyes para darles más fuerza a los organismos encargados de aplicar las leyes; o diseñar marcos regulatorios totalmente nuevos que se enfoquen en los guardianes digitales más poderosos.

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Su respuesta es implementar las tres.

En la prisa por limitar el poder de Amazon, Apple, Facebook y Google, políticos y reguladores de Washington parecen estar extremadamente ansiosos por recuperar el tiempo perdido. El informe de la Cámara es un intento de acusación radical de las prácticas comerciales de las grandes compañías tecnológicas.

Existe un claro riesgo de exageración. No se menciona la enorme popularidad de los servicios de las compañías de tecnología y la importancia para una economía digital en rápido crecimiento. Pero, si se lee en su totalidad, el informe presenta temas comunes que muestran cómo las compañías han logrado atrincherarse, incluyendo el uso de su poder de plataforma para promover sus otros servicios y realizar adquisiciones para eliminar a rivales potenciales o colonizar nuevos mercados.

A diferencia de Washington, la Unión Europea ya ha probado la aplicación de las leyes antimonopolio. Tres casos contra Google establecieron el estándar para hacer rendir cuentas al poder tecnológico. Pero los remedios que tenían la intención de corregir las fallas de competencia percibidas han demostrado ser un caso de muy poco, demasiado tarde.

La nueva legislación se presenta en la forma de la Ley de Servicios Digitales propuesta por la Comisión Europea, que obligaría a las grandes compañías tecnológicas a compartir los datos recopilados por medio sus plataformas con rivales más pequeños, una medida diseñada para romper el ciclo que protege la posición de los líderes de la economía de datos. La ley también limitaría su capacidad para establecer una preferencia por sus propios servicios, lo cual, por ejemplo, evitaría que Google insertara sus propios mapas o listados locales sobre sus resultados de búsqueda generales; o que Amazon favoreciera los productos propios. Y limitaría su capacidad para preinstalar sus servicios en dispositivos de consumo, algo que excluye a los competidores.

Bruselas también ha estado considerando nuevas y drásticas facultades de aplicación de las leyes, incluyendo la capacidad de forzar cambios en las prácticas comerciales de las compañías dominantes sin pruebas de que se ha violado la ley. Esto provocaría una tormenta de protestas al otro lado del Atlántico.

Aunque EEUU aún está explorando cómo operan las grandes compañías tecnológicas, el informe de esta semana ha establecido una base para acciones futuras. El informe de la Cámara también recomienda que los reguladores consideren deshacer las adquisiciones que aprobaron en el pasado, pero que terminaron perjudicando a la competencia. Las posibilidades de una batalla demorada por las adquisiciones de Instagram y WhatsApp por parte de Facebook, y la adquisición por parte de Google de la firma de anuncios digitales DoubleClick, han aumentado.

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