Efecto de crisis social en las ventas

Señora Directora:

Pasados cuatro meses desde el inicio de la crisis social (y últimamente más bien delictiva), es posible observar una serie de efectos económicos sobre diversos sectores, en la mayoría de los casos, negativos, pero en algunos otros también positivos.

El efecto más evidentemente negativo ha sido la reducción de la actividad económica en general, y en ciertos sectores en particular, como en la industria de bienes durables, que el año pasado experimentó un 3,1% de caída en su facturación, la mayor pérdida en una década. Esto, con ejemplos específicos complejos como la venta de vehículos livianos y medianos nuevos, que en 2019 mostró una fuerte caída de 10,6%.

Al mismo tiempo, más allá de casos evidentes, como la fuerte alza en las ventas de planchas metálicas para blindar a tiendas e instalaciones de las “manifestaciones” violentas a las que nos hemos acostumbrado (resignadamente, ante un Estado inoperante), han surgido productos o servicios que se han visto muy favorecidos, como las cámaras de seguridad, con un incremento de nada menos un 305% el año pasado; o el mundo online, tanto del retail como de la educación, que no pueden ser saqueados ni objeto de tomas o funas, lo que ha significado una gran aceleración en su penetración de mercado.

En el mediano plazo, los efectos sobre las ventas y, por ende, la viabilidad de los diversos sectores producto de esta prolongada crisis dependerá en forma significativa de cuándo y cómo se despejen las incertidumbres políticas, empresariales y de los consumidores. Lamentablemente habrá grandes perdedores, la mayoría de ellos PYME, pero también merecidos e impensados vencedores. Como reza el dicho, “a río revuelto, ganancia de pescadores”.

Roberto Darrigrandi U.
Economista