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La Beetlemanía mexicana sobrevive a la desaparición del clásico modelo de Volkswagen

El amado “vocho” sigue viéndose en las calles, a pesar del cierre de su línea de producción tras 81 años. El asequible auto que durante décadas personificó a un país en movimiento, probablemente evitará la extinción.

Por: J. Webber y A. Hernández | Publicado: Lunes 15 de julio de 2019 a las 12:46 hrs.
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La ceremonia de #ByeByeBeetle incluyó una misa y una despedida de una banda de mariachis. / Foto: Reuters
La ceremonia de #ByeByeBeetle incluyó una misa y una despedida de una banda de mariachis. / Foto: Reuters

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Ciudad de México

Con su característico motor sonoro y sus suaves contornos, nada explica más nostalgia en México que el "vocho", el Volkswagen Beetle que finalmente ha llegado al final de la carretera.

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Después de una historia de amor de 81 años, uno de los autos más duraderos y entrañables del mundo recibió los últimos ritos la semana pasada en la planta de Puebla del fabricante alemán de automóviles en el centro de México, el único lugar donde se estaba produciendo.

La ceremonia de #ByeByeBeetle incluyó una misa y una conmovedora despedida por parte de una banda de mariachis. Pero al igual que su homónimo de insectos, el asequible auto que durante décadas personificó a un país en movimiento, probablemente evitará la extinción.

Nostalgia mexicana

"Si ya no vamos a ver la silueta del vocho, vamos a tener que asegurarnos de arreglar las que aún existen, para preservarlas, para que el vocho nunca muera", dijo el aficionado Arturo Díaz.

Los trabajadores de la planta de Volkswagen usaron poleras amarillas adornadas con las palabras "Gracias Beetle", un elogio nacional para un auto barato y alegre que, según algunas estimaciones, llegó a contemplar un tercio de todas las ventas de automóviles en la segunda economía más grande de América Latina, donde los vochos fueron el taxi oficial durante tres décadas. "¿Quién nunca tuvo uno de ellos o nunca se subió a uno?", tuiteó Víctor Sánchez Orozco, un alto funcionario municipal de la ciudad occidental de Guadalajara.

Aunque el clásico escarabajo -diseñado por Ferdinand Porsche en la década de los '30, tras recibir una orden de Adolf Hitler para diseñar un "auto popular" para las masas- detuvo su producción en 2003, su versión más elegante del siglo XXI todavía se estaba haciendo.

Pero Volkswagen dijo que estaba "pasando la batuta a la siguiente generación", incluyendo los autos eléctricos. Debido al fin de la producción de Escarabajos, la planta de Puebla producirá el SUV, Tarek, a partir del próximo año.

La nueva edición fue vista por los acérrimos fans como una pálida imitación del original: más seguro pero aburrido. "Es un auto muy diferente al que puso a México sobre ruedas durante tantos años. Era el auto de la gente, sin dudas. Era barato de mantener y se enfriaba por aire, no por agua, lo que lo hacía mucho más confiable en situaciones extremas", dijo el editor de la revista Vochomanía, Marcos Bureau.

Calles llenas de Escarabajos

El verdadero vocho, que fue producido por primera vez en 1938 -pero no despegó hasta después de la segunda guerra mundial- fue una leyenda. De 1972 a 2002, sus ventas superaron a las del clásico Modelo T de Henry Ford y el Volkswagen Escarabajo "Tipo 1" -apodado el Käfer en alemán-, pero fue reemplazado como el auto más exitoso de todos los tiempos por el Golf, el auto de Volkswagen, introducido como el heredero del Escarabajo. Eso sí, el auto más vendido del mundo actualmente es el Toyota Corolla.

El Escarabajo rápidamente se convirtió en una leyenda, inmortalizada en la pantalla como "Herbie the Love Bug" en una serie de películas. Martín Fonseca, de 48 años, quien compró con orgullo su primer ejemplar con su propio dinero a los 16, los llamó "guerreros... no te decepcionan. Te llevan a todas partes".

Fonseca fue uno de los millones de taxistas de "vocho" en México, donde los taxis escarabajos amarillos originales fueron reemplazados en la década de los '90 por autos "ecológicos" pintados de verde, equipados con convertidores catalíticos que funcionaban con combustible sin plomo.

Dado que los vehículos tenían tres puertas, los conductores sacaban el asiento del pasajero para que los clientes se subieran por la parte de atrás; una solución que los dejaba a merced de los secuestradores y ladrones que se aprovechaban de los pasajeros de vocho, que no tenían forma de escapar.

"Como taxista, si un auto te ahorra combustible, es resistente y las piezas son baratas, no lo piensas dos veces. Y no sólo los taxistas. Familias, empresas, oficinistas (...) Todo el mundo los usaba porque eran baratos", dijo Fonseca. De hecho, cuando los padres de la película ganadora del Oscar, Roma -que habla sobre la Ciudad de México en los '70- se separan, el padre se va de la casa en un vocho.

Todo terreno

Bureau recuerda haber metido un calcetín en el carburador de su Escarabajo para contener una fuga de bencina, andando por la Ciudad de México en primera y segunda marcha después de que el cable del embrague se rompiera. Reemplazó una correa del ventilador con un par de pantys de su esposa y el Escarabajo se mantuvo en movimiento durante una gran tormenta, mientras otros autos quedaban varados.

Los autos comenzaron a resoplar, lo que algunos usuarios del Escarabajo recuerdan como una tendencia desafortunada, ya que el asiento de atrás podía incendiarse debido a que el motor estaba en la parte trasera. "Cosas como esas son las que hacen que te enamores de ellos, es nostalgia. Tengo 52 años y mi amor por el vocho comenzó hace 25. Ahora veo cómo los que empezamos a reunirnos hace 25 años, estamos transmitiendo este amor a nuestros hijos", dijo Bureau.

Sin fronteras

Alemania pudo haber sido el país natal del Escarabajo, y México su hogar adoptivo, pero Beetlemanía era una locura mundial. "El único auto que he amado y que siempre amaré", tuiteó Aakanksha Rustagi, un diseñador de joyas de Nueva Delhi. Al famoso expresidente de Uruguay, Pepe Mujica, una vez un árabe le ofreció US$ 1 millón por su Escarabajo de 1987. En Brasil, donde se hicieron escarabajos por un tiempo, hay un día nacional del amado insecto.

Los viejos Escarabajos todavía se pasean por la Ciudad de México y otras ciudades, especialmente en las áreas montañosas donde tienen mejores resultados que la competencia más moderna. Eso sí, el editor de la revista Vochomanía aseguró que los aficionados de Japón, China y Estados Unidos llegaron a México para comprar como pan caliente los vochos originales y llevárselos para restaurarlos. El autodenominado fanático del Volkswagen Beetle de Florida, Al Stewart, puso fotografías del Escarabajo moderno en su cuenta de Twitter y escribió: "Mientras haya pasión; mientras hayan propietarios... el #Beetle vivirá por siempre. Esto no es #ByeByeBeetle sino más bien #ForeverBeetle".

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