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India después del terremoto electoral de Narendra Modi

Su primer gobierno hizo muchas cosas, pero no fueron transformadoras. El segundo enfrenta grandes desafíos.

Por: Martin Wolf | Publicado: Miércoles 19 de junio de 2019 a las 04:00 hrs.
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Foto: Reuters
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La abrumadora victoria de Narendra Modi en las elecciones de India es un logro personal extraordinario. Confirma el ascenso de Modi en el segundo país más poblado del mundo y la democracia más grande del planeta. Confirma la marginación del partido del Congreso, que había dominado la política india por la mayor parte de los años posteriores a la independencia en 1947. Confirma el ascenso del nacionalismo hindú como una ideología cada vez más dominante, en lugar de la secularización promulgada por los fundadores de la India independiente.

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Todo esto es importante. Pero, ¿qué podría significar esta elección para la economía y las reformas económicas? ¿Veremos al reformista Modi desatado o será más de lo mismo? La respuesta probablemente sea la última. Por ende, eso puede ser un desastre.

Es raro que un líder sea más radical en el segundo período de gobierno que en el primero. También es normal que los rasgos de los líderes carismáticos y seguros de sí mismos sean más marcados. Sin duda, como lo hemos visto con Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan, tienden a ser más autocráticos. ¿Probará Modi ser uno más de este tipo? Él es un autodidacta que desconfía de los intelectuales políticos de educación occidental de India. Es un centralizador y ha demostrado ser más un intervencionista que un reformista pro mercado. Pero también está preparado para las apuestas. Dado su éxito político, es difícil creer que esos rasgos no se volverán más fuertes en este mandato.

El primer gobierno de Modi hizo cosas importantes, pero no fueron transformadoras. Una de sus contribuciones más importantes fue extender la provisión pública de bienes y servicios esenciales para los pobres: gas para cocinar, inodoros, energía eléctrica, vivienda, cuentas bancarias y seguro médico de emergencia. También implementó dos reformas significativas y largamente discutidas: la ley de insolvencia y bancarrota, y el impuesto generalizado a las ventas –o GTS-, aunque la implementación de ambas ha traído importantes problemas. La desmonetización radical de 2016 sigue siendo muy controversial. Pero la mayoría de los observadores informados creen que fue un gran error.

Desafíos para India

Ahora se necesita una acción mucho más radical, ya que India enfrenta algunos grandes desafíos. La económica parece estar desacelerándose significativamente. En una columna reciente, Shankar Acharya, exasesor económico jefe del gobierno indio, apuntó que el crecimiento en el último trimestre de 2018-2019 fue 5,8%, el más lento en 20 trimestres.

La inversión está también marcadamente más débil. La última “encuesta periódica de la fuerza laboral” confirmó que “la situación laboral en la nación fue la peor en varias décadas, con poco menos de la mitad de la población en edad laboral realmente trabajando o buscando empleo”.

Las exportaciones de mercancías se han estancado desde 2011-2012. El déficit fiscal combinado de los gobiernos central y estatal es ahora de alrededor del 7% del Producto Interno Bruto.

El desafío de resolver el problema del “balance doble” de los activos improductivos de los bancos y la obligación de deuda no servida de las empresas sigue siendo importante, mientras que un nuevo gran problema ha surgido dentro de las compañías financieras no bancarias. En el contexto de balances generales extendidos, la tan necesaria relajación de la política monetaria está teniendo un efecto limitado.

Todo esto es muy angustiante. Arvind Subramaniam, asesor económico en jefe hasta el año pasado, ha expresado ahora una preocupación aún mayor, al afirmar que “las estimaciones oficiales sitúan el crecimiento promedio anual del PIB entre 2011-2012 y 2016-2017, en alrededor de 7%. Estimamos que el crecimiento real podría haber estado en alrededor de 4,5%”. Si esto es correcto, las estimaciones anteriores sobre el desempeño de la economía india y la confiabilidad de las estadísticas indias estaban claramente equivocadas.

Guerra comercial

Más allá de estas preocupaciones, todas importantes, reside el deterioro del entorno global. Ahora hay una posibilidad real de guerra en Medio Oriente, con posibles efectos en el precio del petróleo. Más importante aún, el resultado de las guerras comerciales de Donald Trump sigue siendo altamente impredecible.

Parece poco probable que una ruptura de las relaciones comerciales de Estados Unidos con China beneficie a India, ya que nunca ha estado dispuesta, tal vez capacitada, a convertirse en un centro para la manufactura con orientación global. Pero la desintegración del sistema comercial mundial es peligrosa, especialmente para un país que está fuera de todos los grandes acuerdos comerciales regionales.

Está claro que India necesita una reforma si quiere prosperar. Debe arreglar el sector financiero, tal vez creando un “banco malo” administrado públicamente, para acelerar la limpieza de los balances defectuosos. Como argumenta Acharya, también debe proceder con la revisión de las leyes y regulaciones laborales, facilitar la adquisición de tierras para usos no agrícolas, reformar el marketing agrícola y hacer que el proceso de bancarrota funcione mucho mejor.

Mucho del esfuerzo necesario también deberá enfocarse en instituciones del gobierno, incluyendo el sistema tributario, la política de competencia, la gestión de los recursos naturales (especialmente el agua y la calidad del aire), la educación, la agricultura y las relaciones entre el centro y los estados. Al parecer, los servicios estadísticos también necesitan serias reparaciones.

Modi tiene que ser una excepción a la norma de que los líderes en su segundo mandato no son tan buenos como en el primer período. Debe usar su prestigio y poder actual para transformar a la India. Necesita fortalecer las instituciones -no debilitarlas y promover mercados-, no dejarlas restringidas. También debe buscar garantizar la seguridad económica básica para todos los indios.

Si, en ausencia de acción, la economía de India se tambalea aún más, podrían suceder cosas peligrosas. La gran preocupación es que los líderes fuertes tienden a elegir la política de la paranoia cuando la economía falla. En India, eso podría ser letal. Aceptar una reforma profunda ahora es esencial si Modi quiere dejar una India estable. Tiene la libertad de actuar. Ahora es el momento de hacerlo.

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