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Facebook se sumerge en aguas peligrosas con la criptomoneda Libra

¿Se puede confiar en un patrocinador que ha sido groseramente irresponsable con su impacto en nuestras democracias?

Por: Martin Wolf | Publicado: Miércoles 26 de junio de 2019 a las 04:00 hrs.
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Foto: Reuters
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La semana pasada, el Banco de Inglaterra entregó los resultados de una revisión independiente del futuro de las finanzas, junto con su respuesta. Como si quisiera demostrar la importancia de estos temas, Facebook y 27 socios anunciaron un plan para una moneda digital global que se llamará Libra, y un sistema de pago asociado. ¿Cómo podría uno evaluar la importancia, promesa y riesgos de estos desarrollos? ¿Cómo deberían reaccionar los reguladores? La pregunta es: con cautela.

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La revolución de la información, ahora aumentada por la inteligencia artificial, seguramente revolucionará las finanzas. Ofrece enormes beneficios potenciales, en la forma de pagos más rápidos y más baratos, servicios financieros superiores y mejor manejo de riesgos. Ya vemos una caída marcada en el uso de efectivo y un crecimiento explosivo en los pagos digitales. En China, la revolución en la tecnología de pago, liderada por Alipay (ahora parte de Ant Financial) es extraordinaria. Facebook está intentando crear un rival. Nota: Estados Unidos está siguiendo a China aquí.

Sin embargo, las finanzas también son una infraestructura crítica. Es probable que una crisis financiera cree una gran crisis económica. La innovación mal entendida a menudo demuestra ser matrona de esas calamidades. Es vital, por lo tanto, asegurar que se entiendan las implicancias de las grandes innovaciones, como la Libra. Mark Carney, gobernador del BoE, argumentó la semana pasada en su discurso en Mansion House que el banco “observa a Libra con una mente abierta, pero no con la puerta abierta”. Sin embargo, la mente no puede estar totalmente abierta.

¿Confiar en Facebook?

Una primera pregunta debe ser si podemos confiar en el patrocinador de una innovación tan sensible. Facebook ha sido groseramente irresponsable con su impacto en nuestras democracias. Obviamente no se le puede confiar nuestros sistemas de pago. Facebook tiene una respuesta: tiene sólo un voto en la Libra Association, que tendrá una gobernabilidad indepediente ubicada en Ginebra. El objetivo es tener 100 miembros para el lanzamiento en 2020. Pero es probable que Facebook domine el desarrollo técnico de Libra. Eso seguramente le dará una influencia predominante.

Randal Quarles, presidente del Consejo de Estabilidad Financiera, está en lo correcto al decirle a los líderes de las naciones del G20, que se reunirán en Japón, que “un uso más amplio de nuevos tipos de criptoactivos para propósitos de pago retail garantizarían un escrutinio cercano por parte de las autoridades para asegurar que sean sujeto de altos estándares de regulación”.

Por lo tanto, muy lejos de las dudas sobre el patrocinador, un nuevo sistema global de pagos debe ser evaluado por su estabilidad técnica, impacto en la estabilidad monetaria y financiera (no menos en los países en desarrollo) y apertura a los estafadores, criminales y terroristas. Grandes preguntas también surgen sobre las concentraciones de poder, si la aventura es prospera.

El plan de hoy es sólo para un sistema de pagos. La moneda en sí misma será, en palabras del libro blanco de Libra, “totalmente respaldada por una reserva de activos reales. Una canasta de depósitos bancarios y títulos soberanos de corto plazo se mantendrán en la Reserva de la Libra por cada libra que sea creada, construyendo confianza en su valor intrínseco”. El valor, sin embargo, será vulnerable a fluctuaciones cambiarias y shocks financieros (incluyendo controles cambiarios). Sus movimientos relativos al tipo de cambio podrían perturbar a los usuarios. Los reguladores tendrán que evaluar las inestabilidades asociadas con un sistema así.

No puedo juzgar la estabilidad técnica del sistema propuesto. El argumento de que se basa en tecnología blockchain parece cuestionable. Pero sólo los fanáticos de los sistemas “sin permiso” deben preocuparse de eso. Lo que importa más es que el sistema es robusto, resistente a las grietas y que proteja la privacidad personal, al tiempo que es suficientemente transparente hacia los reguladores, autoridades judiciales y otros con un interés legítimo en quien los usa.

Interacción con bancos

Un tema crucial es cómo la Libra va a interactuar con los bancos tradicionales. Les podría quitar una gran parte de sus clientes, en el lado de los pagos. En cambio, el sistema de Libra podría tener grandes depósitos en los bancos, equiparados, en el otro lado de sus balances, por tenencias de Libra por parte de clientes.

De forma alternativa, como dijo Carney: “A medida que emerjen nuevos proveedores y sistemas de pagos, el acceso a la infraestructura central del BoE debería cambiar y tiene sentido considerar si pueden también mantener fondos de un día para otro en el balance del banco”. En la medida en que los bancos centrales crean estas reservas (una decisión que toman solos), un sistema como Libra podría eludir el sistema tradicional de pagos basado en bancos. Las ventajas históricas de los bancos como prestamistas informados podrían desaparecer.

Una posibilidad mucho más importante asoma: el sistema de la Libra, con su conocimiento de los clientes, se convertiría en un prestamista en sí mismo, usurpando a los bancos tradicionales en el lado de los activos de sus balances. En el peor de los casos, el mundo podría tener un mono banco dominado por Facebook. Los riesgos de eso son enormes: una potencial inestabilidad monetaria y financiera, poder económico y político concentrado, falta de privacidad y muchos otros temas. Una moneda global, creada por el préstamo de un banco global (ya que los bancos crean dinero como un biproducto de sus préstamos), en una moneda (la Libra) no respaldada por ningún banco central, y sin un regulador dominante, parece crear un riesgo horrible a la estabilidad.

Hay de hecho potencial para sistemas de pago mejorados. Pero la irrupción de un sistema de pago en una red de la escala de Facebook podría generar grandes preguntas. Si la Libra evoluciona en un verdadero sistema bancario, con la capacidad de crear su propia moneda fiat, las preguntas serán aún más urgentes. Incluso si se descartan los préstamos por el sistema de la Libra, los reguladores no debería permitir que este plan siga adelante sin entender totalmente las implicancias. Esto sería cierto incluso si el principal patrocinador no fuera Facebook. Pero lo es. Tengan cuidado.

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