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Editorial FT: El coronavirus ha puesto la globalización en reversa

La respuesta del gobierno es quizás tan dañina como el virus mismo.

Por: FT en Español | Publicado: Lunes 3 de febrero de 2020 a las 11:43 hrs.
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La nueva cepa de coronavirus originada en la ciudad china de Wuhan ha sacudido a los mercados tanto como a las autoridades sanitarias mundiales. Las acciones chinas abrieron un 9% más bajo hoy en la mañana, la peor apertura en 15 años. Los precios de los títulos en todo el mundo han sentido las réplicas y el rendimiento a largo plazo de los bonos del Tesoro de Estados Unidos cayeron brevemente por debajo del rendimiento a corto plazo, una posible señal de advertencia de la recesión mundial.

Consecuencias financieras

Ni siquiera los epidemiólogos capacitados pueden predecir cómo se propagará el virus. La incertidumbre y la atmósfera febril están teniendo un costo financiero.

Las bajas tasas de interés, el dinero barato y las esperanzas para la economía mundial después de la firma de un acuerdo comercial de "fase uno" entre EEUU y China habían ayudado a aumentar las valoraciones de las acciones. Con una fijación de precios tan optimista, no se necesita mucho éxito para que los precios bajen, como ya lo hicieron después del asesinato del principal general de Irán por parte de EEUU el mes pasado.

Sin embargo, probablemente la respuesta de las autoridades chinas haya sido más preocupante para la economía global y los inversionistas que el impacto directo del virus.

Cerrar algunas partes de lo que es ahora, en algunas mediciones, la economía más grande del mundo tendrá un efecto secundario en otros lugares, particularmente en aquellos países con los vínculos comerciales más fuertes. El índice principal de Hong Kong ha caído un 5% en los últimos cinco días de negociación, mientras que el principal índice taiwanés ha caído un 7%.

Efectos colaterales

El virus se ha extendido ahora más que el mortal virus Sars, que comenzó de manera similar en China en 2002. El Reino Medio es ahora una porción mucho más grande de la economía global. En 2002 sólo representaba el 8% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial; ahora representa el 19%. Su papel en la economía global también ha cambiado, con las fábricas chinas como una parte clave de las cadenas de suministro mundiales y los turistas chinos una mayor proporción de los flujos globales.

La industria, sin embargo, permanece en primera línea. Los principales centros de fabricación como Jiangsu, Chongqing y Guangdong se han cerrado por negocios "no esenciales", lo que prolonga las vacaciones para el Año Nuevo Lunar. Apple advirtió sobre el impacto de la desaceleración en su cadena de suministro en sus resultados la semana pasada. Los fabricantes de automóviles Toyota y Honda tienen fábricas cerradas.

El efecto colateral ha sido visible fácilmente en los precios de las materias primas. Los precios de los metales industriales han caído mientras que el oro ha aumentado. Los inversionistas buscan la aparente seguridad de los metales preciosos mientras predicen que, con el cierre de la fábrica mundial, habrá menos demanda de materias primas. Los precios del cobre han caído un 11% desde mediados de enero. Los precios del petróleo han caído en una cantidad similar.

Las industrias de servicios también sentirán los efectos. La cadena de café Starbucks y el grupo de comida rápida McDonald's han cerrado puntos de venta en China continental. British Airways, Lufthansa y otros han cancelado vuelos a China. Si el virus continúa propagándose, se podrían ver más cancelaciones y cierres similares en otros lugares. Los economistas estiman el daño al PIB de China en alrededor de 0,5 a 1 punto porcentual en el primer trimestre, un golpe sustancial para una economía que ya se está desacelerando.

La propagación de la epidemia equivale a un experimento de desglobalización. Se están poniendo barreras no detener el comercio y los flujos migratorios, sino para obstaculizar la propagación de la infección. Sin embargo, los efectos económicos son similares: cadenas de suministro enredadas, menor confianza empresarial y menos comercio internacional. Los legisladores pueden proporcionar estímulo para apoyar el crecimiento, pero pueden hacer poco contra el impacto de la capacidad de las economías para producir bienes y servicios. Esto deja a la economía global en gran medida a merced de la naturaleza. El empeoramiento del impacto en el crecimiento global dependerá de la rapidez con que se pueda contener el virus.

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