Economía

Paro nacional en Colombia desafía a Duque: reformas al trabajo y las pensiones centran las demandas ciudadanas

La convocatoria llamó a protestar contra el denominado “paquetazo económico” anunciado por el gobierno. Desde antes que empezara la movilización, la Casa de Nariño ya calculaba las posibles pérdidas económicas asociadas.

Por: | Publicado: Viernes 22 de noviembre de 2019 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

por rocío vargas suárez

Militares acuartelados, fronteras terrestres cerradas y el servicio de transportes de Bogotá afectado en algunos puntos.

Así comenzó Colombia la paralización nacional de ayer, a raíz del descontento social de los ciudadanos, reforzado por las manifestaciones detonadas en varios países latinoamericanos durante estos meses.

La convocatoria, realizada en octubre por el Comando Nacional Unitario -que reúne a las principales organizaciones obreras-, llamó a protestar en contra del denominado “paquetazo económico” del presidente Iván Duque, el que incluye dos importantes reformas: laboral y a las pensiones.

En esta última, uno de los reclamos es que el debilitamiento del estatal Colpensiones -organismo que administra las fondos- contemplaría un beneficio para los gestores privados. Además, se anunció la creación de un holding financiero, lo que tampoco agradó a los sindicatos ya que, según manifestaron, podría terminar en la privatización de empresas del Estado.

El movimiento sumó más actores, como comunidades indígenas, estudiantes, profesores y otros líderes sociales. Este fue el primer paro nacional con Duque a la cabeza del país, tras 15 meses en la Casa de Nariño.

Temor ante disturbios

El miércoles, el mandatario se refirió a lo que esperaban para las marchas de ayer y aseguró: “Confiamos en tener una jornada tranquila, en la que triunfe nuestra convicción de que podemos tener diferencias y expresarlas, pero sobre todo convivir pacíficamente”.

“Defenderemos con todas las herramientas que nos da nuestra Constitución el derecho de los colombianos a vivir con tranquilidad. Para eso está nuestra fuerza pública, la que siempre ha estado lista para proteger la vida, los bienes y la honra de todos los colombianos, sin excepción alguna”, dijo, apuntando a los posibles desmanes a raíz del paro.

En ciudades como Medellín la manifestación fue pacífica, mientras que en la capital, Bogotá, hubo incidentes aislados. En Calí, en cambio, se decretó toque de queda a partir de las 19 horas (hora local). Al iniciar la jornada, algunos medios locales informaban que el transporte público de Bogotá, Transmilenio, había registrado algunos problemas de circulación. Sin embargo, el director de la Policía Nacional, Oscar Atehorua, junto a la ministra del Interior, Nancy Gutiérrez, negaron esa información.

“Queremos desmentir que se haya interrumpido el uso de Transmilenio. Eso no es cierto. En este momento el sistema está operando con normalidad, pero por supuesto se han visto superados en algunas situaciones”, dijo Atehorua, agregando que “todo ha estado bajo control de la Policía Nacional”.

Las aerolíneas también rectificaron la normalidad de su gestión, aunque el director de la Aeronáutica Civil de Colombia, Juan Carlos Salazar, aconsejó a los usuarios estar pendientes a los canales oficiales para conocer el estado de sus vuelos.

Sacando cuentas

Según el medio local La República, el gobierno estaba particularmente preocupado por el llamado 21N y, antes de que comenzara la paralización, ya sacaban cuentas de cómo podría afectar la economía del país.

Esto, debido a que desde 2012, los paros -que, de ese período hasta antes de la movilización de ayer totalizaban 480 días- le han costado al país cerca de 9.560 millones de pesos colombianos (US$ 2,8 millones), lo que representa un 0,7% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional diario.

La preocupación va en línea con las declaraciones del Ministerio de Hacienda al asumir que no se alcanzará el crecimiento estimado para este año, de 3,6%.

Tal como hemos visto durante el último mes en Chile, las marchas también representan un temor para los pequeños y medianos comerciantes, debido a los daños que pueden sufrir sus locales y la baja en el comercio durante los días de movilización.

La Federación de Comerciantes de Colombia (Fenalco) calculaba que las ventas se desplomarían entre un 60% y un 80%.

El gremio vincula la caída a las grandes proporciones de la movilización. Además, estimaron que la productividad de los negocios podría caer en un 70%.

Juan Esteban Orrego, director de Fenalco Bogotá, aseguró que “las marchas realizadas en los últimos meses han dejado graves pérdidas para el comercio de la ciudad. No sólo en las ventas, sino también en los daños físicos en fachadas y vitrinas”, consignó La República.

Lo más leído