La huella de Lagarde en la mirada de economistas chilenos

Luego de más de ocho años en el cargo, la francesa Christine Lagarde deja hoy de ser la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI). 

Tanto en sus inicios como en sus días finales al mando de la organización financiera, la abogada se tuvo que enfrentar a complejas situaciones económicas, tanto en Europa como en América Latina. 

Al momento de su llegada al FMI en 2011, en reemplazo de su compatriota Dominique Strauss-Kahn, Lagarde se encontró con la crisis de la deuda soberana europea, situación que se manifestó con especial profundidad en Grecia. 

Al términar su período a cargo del organismo con sede en Washington, el punto más crítico que ven sus detractores es la situación de Argentina, luego que apoyara al país trasandino a través de un préstamo, el mayor dado en su historia, exigiendo también programas de ajustes para que la economía trasandina se estabilice. Hoy, Argentina se encuentra inmerso en una profunda crisis y se encontraría al borde de la cesación de pagos (default).

¿Sus planes a futuro? Un desafío no menor: la exministra de Finanzas de Francia será la encargada de reemplazar a Mario Draghi a la cabeza del Banco Central Europeo (BCE).

Opinan los que la conocen

Chile no es para nada desconocido para la francesa. Visitó nuestro país a fines de 2014, ocasión donde se reunió con la expresidenta Michelle Bachelet. Además, por distintas razones, le ha tocado participar de algunas instancias laborales con economistas chilenos. 

Por ejemplo, quien ha podido compartir de cerca con Lagarde es el exministro de Hacienda, Rodrigo Valdés. El ahora académico de la Escuela de Gobierno de la Universidad Católica ingresó en 2009 al FMI y ocupó cargos como el de subdirector del Departamento Europeo y del Hemisferio Occidental hasta 2013, cuando regresó al país. 

"A nivel de trabajo personal, es una muy buena manager. Escucha y delega lo que se debe delegar. Impresiona cómo una persona que no es economista navega esas aguas", comenta el economista, consultado por DF.

Respecto de su legado, el también expresidente de BancoEstado indica que la abogada tuvo altos y bajos en su labor a cargo del fondo.

"Como managing director (MD) ella tuvo aciertos y desaciertos. Creo que manejó bien todo el tema europeo a pesar de lo difícil que era. Se encontró con el FMI súper expuesto y logró que los países europeos se hicieran más cargo. Quizás lo de Argentina es su legado más complejo; nunca se sabe, pero creo que su sintonía política con el gobierno de Macri le jugó una mala pasada", señala Valdés, quien por estos días también es asesor de entidad internacional.

Quien también compartió de cerca con ella fue el exsuperintendente de Valores y Seguros entre 2007 y 2010, Guillermo Larraín, cuando este fue vicepresidente de la Organización Internacional de Comisiones de Valores (Iosco), en 2008, tiempo de la crisis financiera globa y en la que Lagarde era ministra de Finanzas de Francia. 

"Es muy inteligente, asertiva y tiene una cosa de estampa, tiene mucha presencia, pero no sé cuánto le va a servir eso en el Banco Central Europeo", dice el académico de la Facultad de Economía y Negocios de la U. de Chile. 

Otro excolaborador lanza un dato más personal y que apunta al glamour que rodea a quien es considerada como una de las mujeres más poderosas del mundo. 

"Mientras al staff no le daban ni agua de la llave, a ella le traían una Perrier", comenta entre risas en referencia a la marca de agua mineral francesa de carácter premium.