Economía

Italia, al borde de la recesión

Las exportaciones y el turismo han ayudado a sostener el crecimiento del país, pero el impacto del coronavirus podría afectar seriamente a ambos sectores.

Por: Financial Times. | Publicado: Martes 25 de febrero de 2020 a las 07:48 hrs.
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Italia se enfrenta a una probable recesión técnica en el primer trimestre de este año ante los daños que el brote de coronavirus está causando a una economía que ya estaba en retroceso.

La economía italiana se contrajo un 0,3% en el último trimestre de 2019 con respecto al mismo periodo del año anterior, la mayor caída en seis años. El impacto global del coronavirus podría agravarla en el siguiente trimestre. Una recesión técnica se define como dos trimestres consecutivos de contracción.

La mayoría de los casos diagnosticados se concentran en la regiones más ricas de Lombardía y Véneto, que suponen alrededor de un tercio de la producción de Italia. En Milán, la capital financiera, el virus ha obligado a cerrar colegios, oficinas y atracciones turísticas. Algunas empresas han pedido a los trabajadores que se queden en casa.

Al menos diez ciudades del norte del país están en cuarentena y la región de Basilicata ha impuesto también la cuarentena a los que proceden de Piamonte, Lombardía, Véneto Emilia-Romagna y Liguria.

Las restricciones en los viajes, el trabajo, las cadenas de suministro y el turismo suponen una amenaza para la economía del país. "Existe un claro riesgo de que entre en recesión por cuarta vez desde 2008," afirmó Jack Allen-Reynolds, de Capital Economics.

Los inversores han reaccionado este lunes buscando seguridad en los mercados financieros. El índice italiano Ftse Mib cayó un 4,6%, su peor día desde junio de 2016. La rentabilidad de los bonos del Estado a diez años, que se mueve inversamente a los precios, subió 9 puntos base al cierre del mercado el viernes, hasta un 1%.

Turismo

El sector turístico es especialmente vulnerable. El país rebibe unos 128 millones de turistas al año. Los visitantes extranjeros representaron unos US$ 45.000 millones de gasto en el país en 2018, según el Banco de Italia.

El valor añadido generado por el turismo representa casi un 6% del PIB italiano, según los datos del Banco de Italia, una contribución más alta al crecimiento económico que en Francia y Alemania.

El entorno económico ya era desalentador. Allen-Reynolds espera que "la demanda interna continúe siendo muy débil" en el primer trimestre de 2020, mientras que "las perspectivas de inversión han empeorado".

Los exportadores y fabricantes llevan dos años luchando contra un retroceso económico por las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China y la ralentización de la industria automotriz en Alemania, mientras que la demanda interna continúa por debajo del nivel en el que estaba hace una década.

Las exportaciones italianas han evitado una caída aún más fuerte de la tercera economía de la zona euro. Durante los tres últimos años, las exportaciones de bienes y servicios crecieron a una velocidad tres veces mayor que la economía general y aumentaron a una velocidad ligeramente superior que las de Francia y Alemania.

Exportaciones

Como porcentaje del PIB, las exportaciones de bienes y servicios aumentaron al 31% en 2018, frente al 25% en 2010. Sus exportaciones de alto valor cuentan con una reputación internacional de calidad en sectores como la alta moda o la alimentación, y también la fabricación industrial.

Esto ha hecho que muchas empresas italianas se mantengan mientras la economía se ha estancado en los dos últimos años, debido a la baja productividad de las empresas orientadas al mercado interno, la demografía adversa y la escasa subida del empleo.

"El crecimiento de Italia de los últimos años ha guardado relación con el comportamiento de la economía global", afirma Silvia Dall'Angelo, economista de Hermes Investment. "Al mismo tiempo, la demanda interna ha sido lenta, lo que hace que el crecimiento italiano haya sido especialmente vulnerable a los factores externos".

El dolor causado por una ralentización en las exportaciones podría tener consecuencias económicas como resultado de la productividad más alta que estas empresas exhiben comparado con las empresas enfocadas al interior.

Los exportadores italianos son el doble de productivos que las empresas no exportadoras, según datos oficiales, además de ser más grandes en tamaño y ofrecer a los empleados sueldos más altos. Si sufren, el dolor se dejará sentir en toda la economía.

El consumo de los hogares italianos no ha crecido en la última década, mientras que los salarios están por debajo de los niveles anteriores a la crisis y el crecimiento del empleo es el más lento entre las mayores economías de la eurozona en los dos últimos años.

Si el brote no empeora, una contracción del 0,5%-1% en el primer trimestre de 2020 "no estaría fuera de lo previsto", concluye Lorenzo Codogno, ex economista del Tesoro italiano.

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