Batalla política entre Vizcarra y el Congreso divide a expertos sobre impacto económico en Perú
Consultoras coinciden en que la confianza empresarial se verá afectada por la crisis política y adelantan que la inversión podría desacelerarse. Credicorp y Goldman Sachs prevén que las empresas serán más defensivas en sus gastos.
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La turbulencia política parece haber llegado para quedarse en Perú. Una nueva crisis conmueve al país, que ha estado bajo fuertes presiones desde que Pedro Pablo Kuczynski llegó al poder.
La renuncia de PPK en marzo de 2018 estuvo seguida del suicidio del exmandatario Alan García, por el escándalo de corrupción en Odebrecht, y por la batalla entre el actual jefe de Estado, Martín Vizcarra, y el Congreso. Esto último derivó el lunes en la suspensión del Parlamento por parte del jefe de Estado y, en paralelo, en el nombramiento -por parte del Legislativo- de la vicepresidenta Mercedes Aráoz como mandataria interina.
Pero el caos no quedó ahí. La lucha de poder tomó fuerza ayer con el recién designado titular del Consejo de Ministros, Vicente Zeballos, conformando nuevo gabinete mientras que el presidente del Congreso disuelto, Pedro Olaechea, consideraba que seguía en el cargo y que lo ocurrido era “un golpe de Estado”.
Las puertas del Parlamento permanecieron cerradas y sólo se permitió el ingreso de los miembros de la Comisión Permanente. En las calles, vallas de seguridad y cordones policiales dieron muestra de la difícil situación que vive el país.
La última palabra sobre la legalidad de lo ocurrido está en manos de la Corte Constitucional del Tribunal Supremo.
Inversión en pausa
Lo que sí está claro es que vendrán días o semanas de mucha incertidumbre, con impacto directo en la confianza de los inversionistas, según varias consultoras internacionales.
César Pérez- Novoa, jefe de Equity Research BTG Pactual Chile, consideró en una nota a clientes que “la situación es compleja”. “Las decisiones de inversión se pospondrán hasta que haya una mayor claridad sobre el enfrentamiento. Además, en nuestra evaluación, la comunidad empresarial no apoya –como han dicho algunos– realmente a Vizcarra en la actualidad”.
Por su parte, el economista senior para América Latina de Goldman Sachs, Paulo Mateus, explicó al diario peruano Gestión que “los proyectos que antes parecían rentables, puede que no luzcan igual bajo un contexto de incertidumbre, lo que hace que las compañías sean más defensivas en sus gastos”.
En tanto, Daniel Velandia, economista jefe para América Latina de Credicorp, coincidió -en entrevista con DF- en que una mayor incertidumbre puede llevar a los empresarios a esperar más tiempo”. “De hecho, ya estábamos previendo que la inversión privada no crecerá el próximo año”, agregó.
Pero, consideró, que es una reacción normal en tiempos políticos complicados o períodos electorales. “Perú todavía tiene un buen clima para invertir y, lo más importante, es que tiene muchos proyectos de inversión. Por ahora, decir que ha habido una parálisis en proyectos por el ambiente político, no es cierto”, apuntó.
Impacto económico
En lo que sí difieren los expertos es en el impacto económico real que esa incertidumbre tendrá para el país.
BTG se alineó con la proyección del banco central de Perú que recientemente recortó su proyección de crecimiento del PIB para 2019, desde 3,4% a 2,7%. Y adicionalmente recomendó “permanecer al margen en el corto plazo” de las acciones peruanas, precisamente por el contexto político.
Por su parte, JPMorgan revisó a la baja su pronóstico para el PIB de 2019 a 2,5% interanual, desde el 2,8% previo; y proyectó “que el banco central recortará la tasa en 50 puntos base a fin de año, tras una rebaja de 25 puntos la próxima semana”.
El panorama es menos pesimista para Capital Economics. “Como están las cosas, dudamos que la situación política impida que el crecimiento del PIB peruano se recupere el año que viene”, escribió la firma en un reporte.
También destacó que “las condiciones financieras son flexibles, y los mercados peruanos tienen un buen récord en sortear la agitación política”.
“Si observamos la agitación asociada con la renuncia del presidente anterior (PPK), sólo hubo un ajuste moderado de las condiciones financieras y no vimos un impacto significativo en la inversión (...) No hay desafíos económicos inmediatos que los responsables políticos deban abordar y que puedan hacer que los inversores se pongan nerviosos”, explicó en conversación con DF, William Jackson, economista jefe de mercados emergentes de la consultora británica.
Y agregó: “las consecuencias económicas no deberían ser muy grandes (...) Por ahora, no modificamos nuestra proyección de crecimiento desde el 2,5% interanual para este año, y el 4,0% en 2020”.