Gasmar evalúa proyectos por US$ 200 millones y concreta plan de internacionalización

En una etapa de definiciones está Gasmar, firma dedicada a la importación mayorista de gas licuado (GLP) donde participan Gasco (63,75%) y Abastible (36,25%).

La firma afina un plan a mediano plazo que contempla potenciar el negocio con varios ejes: en Chile, ampliando la cobertura en el aprovisionamiento flexible y fomentando nuevos usos del combustible; y fuera del país, con todo un desarrollo internacional de la compañía.

Según explica el gerente general de Gasmar, Mario Basualto, en un contexto internacional que ha generado la oportunidad para que el gas licuado ingrese a otros usos -dada su alta disponibilidad y competitividad en el mercado- y que Gasmar tendrá en el futuro dos terminales, convirtiéndose en la capacidad de almacenaje más importante en la costa Pacífico para este combustible, la firma decidió apostar en un plan de internacionalización, el que ya se está implementando a través de una ampliación del acuerdo que tenían hace algunos años con Shell Estados Unidos.

Tras meses de conversaciones que se iniciaron el año pasado, se llegó a un acuerdo que le permitirá abastecer varios países, donde Colombia, Perú y Ecuador son los objetivos principales para Gasmar. De hecho, en abril se realizó la primera venta a Ecuador.

“Podemos ser un actor súper eficiente para abastecer mercados que hoy están siendo cada vez más deficitarios en gas licuado, como el peruano y el ecuatoriano”, enfatiza el ejecutivo.

Sobre las expectativas de esta alianza con el gigante petrolero, indica que la visión es que de aquí a cinco años las ventas internacionales deberían alcanzar el 10% del total de la compañía, que según su memoria tuvo ingresos por US$ 584 millones en 2018.

Otro efecto -agrega- es que “el total de nuestro resultado se vea mejorado en casi un 40% en ese mismo período. Nuestra visión compañía al año 2025 es que el resultado de hoy sea multiplicado 1,4 veces. Y ese objetivo tiene todas estas iniciativas dentro”.

En el ejercicio pasado, la empresa tuvo un Ebitda de US$ 31,6 millones y utilidades por US$ 19,2 millones.

Mario Basualto, Gerente general de Gasmar.

Crecimiento en Chile

Para hacer esto, la expansión en el mercado local es relevante. Por eso es estratégico que hace algunas semanas recibieran la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) para un terminal de GLP en Mejillones, el que sería el primero en la zona norte, y que implicará inversiones por US$ 40 millones para iniciar operaciones a fines de 2021.

Este proyecto también les permitirá avanzar en la idea de impulsar el negocio eléctrico y promover el desarrollo de plantas de generación a gas licuado que pueden complementarse con las energías renovables.

Según Basualto, en virtud de la alta penetración de las energías renovables variables, vieron la oportunidad de aportar a la matriz de generación a través de un respaldo que permita cubrir demandas cuando las tecnologías solares o eólicas, principalmente, no sean capaces de generar por razones naturales.

La empresa está evaluando y promoviendo el desarrollo de unos 250 MW en capacidad, lo que se traduce en inversiones por US$ 200 millones.

“Apostamos a que el gas licuado tiene un espacio y, tanto en Quintero como en Mejillones, estamos estudiando una cartera de proyectos para que Gasmar provea del combustible a estas centrales de generación para complementarse con la energía renovable”, señala Basualto.

La cartera involucra varios proyectos, los que tendrán que pasar por la luz verde del directorio. Definiciones se esperan para fines de este año o durante el próximo, una vez que se obtengan –por ejemplo- permisos ambientales.

El ejecutivo explica que están en una etapa donde tendrán que definir qué rol esperan jugar en estos desarrollos, por ejemplo viendo “qué nivel de participación vamos a tener desde el punto de vista de la propiedad o de los compromisos comerciales que adquieran nuestros terminales con esas centrales”.

De este modo, más que hacer inversiones directas en las plantas, Gasmar busca “generar las condiciones para que los generadores y desarrolladores cuenten con un combustible competitivo, limpio y flexible”.

"El caso del TDLC no entra en conflicto con estos desarrollos"

En enero de 2018, el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) obligó a Gasco y Abastible vender su participación en Gasmar, algo que hoy está a la espera del fallo de la Corte Suprema. El gerente general señala que "el caso es una cuestión que le afecta directamente a los accionistas de Gasmar. Sin perjuicio de ello, la visión que tiene la administración es que todas estas iniciativas o proyectos de crecimiento le agregan valor a la compañía, independientemente quién sea o quién ostente la propiedad. Y es por eso que estos planes tienen toda la intención de concretarse y, en ese sentido, el caso del TDLC no entra en conflicto con estos desarrollos".
El ejecutivo agrega que, si llega un nuevo dueño, "tendrán que tomar una decisión en el contexto de agregarle probablemente mayor valor a la compañía de lo que estos proyectos de crecimiento le agregan, asumiendo que todos tomamos decisiones sensatas".