Ministerio de Energía evalúa multas por nuevo atraso en megalínea Cardones-Polpaico

Tal como se esperaba en las últimas semanas, la empresa Interchile -filial de la colombiana ISA- sinceró ayer un nuevo retraso en su objetivo de terminar el megatendido eléctrico que une Atacama con Santiago. La firma informó al Ministerio de Energía y al Coordinador Eléctrico Nacional que debido a “una serie de hechos de fuerza mayor ajenos al control de la empresa”, ahora la nueva fecha de entrada en operación del tramo Cardones-Polpaico es el 11 de junio próximo.

La nueva programación, respaldada en un informe del auditor externo del proyecto, representa una postergación de tres meses respecto al compromiso que asumió la empresa en diciembre, cuando estimó el término de la construcción el 18 de febrero y su puesta en marcha para el 8 de marzo.

De hecho, hace pocos días el Coordinador ya proyectaba el atraso en su último programa de generación de 12 meses (para el período febrero 2019-enero 2020), al considerar la puesta en servicio del último tramo de la línea para el 9 de mayo.

Lo que está pendiente

La nueva fecha comprometida por la empresa representa el peor de los escenarios previstos, considerando los obstáculos actuales que enfrenta. Según trascendió, en una situación sin inconvenientes, la firma podría realizar la excavación y montar las torres restantes en sólo 45 días en el caso que contara con los accesos liberados, ya que tiene un avance total del 99,4%.

Sin embargo, el término de la obra tiene pendiente completar la excavación de cinco torres -de un total de 1.730-ubicadas al interior del fundo de propiedad de la Comunidad Agrícola La Dormida que se opone a la ejecución de estas obras.

“En la zona se ha tenido que enfrentar hechos de violencia que han afectado incluso la integridad física de trabajadores en las faenas constructivas. Ha existido oposición a través del bloqueo ilegal de caminos de acceso para el traslado de personal y materiales al interior del fundo, y eso impide acceder de manera segura a los frentes de trabajo”, aseguró Interchile en un comunicado.

En este escenario, la firma acusó la presentación de recursos judiciales “sin sustento en contra de la compañía que han buscado entorpecer y dilatar la ejecución de las obras”.

En el ánimo de sacar adelante el tramo faltante, la empresa ha ofrecido un pago por el uso del predio de $ 740 millones, que es el monto fijado por la comisión tasadora, y en diciembre la compañía llegó a poner sobre la mesa un monto mayor a través de un fondo de desarrollo para la zona, pero finalmente la estrategia no rindió frutos.

Interchile enfatizó que, en forma responsable con el compromiso adquirido con el Estado y las necesidades energéticas del país, “ha adelantado los procesos de energización de las subestaciones y dispuesto todos los recursos y capacidades necesarias, incluso medidas y capacidades extraordinarias, para poner en operación cuanto antes el último tramo de la línea”.

Ministerio de Energía evalúa aplicación de multas o cobro de boletas

Una de las interrogantes que suge a partir de esta nueva postergación es la medida que puede adoptar el Ministerio de Energía a traves de aplicación de multas y el cobro de boletas de garantía. Asumiendo una preocupación por este nuevo atraso, la ministra de Energía, Susana Jiménez, aseguró que "los antecedentes que justificarían estos retrasos están siendo evaluados por este ministerio a fin de determinar si procede aplicar sanciones o multas por atrasos, tanto para las etapas intermedias, como para el plazo final de la obra una vez que esta se concrete". La cartera ha mantenido esta posición en relación al proyecto Caserones-Polpaico desde que su anterior postergación en diciembre pasado. En este marco, la secretaria de Estado enfatizó que "el retraso constituye una preocupación por la importancia de la línea, cuya operación permitirá aprovechar la generación de energías renovables de nuestro país, las que actualmente se ven limitadas por la falta de infraestructura necesaria para su transporte".