Macro

Corbo: “Si seguimos con un crecimiento mediocre y muchas presiones sociales, eso puede destruir la base macro”

El investigador senior del CEP muestra su preocupación por el deterioro del mercado laboral y señala que el país deberá “trabajar mucho” para recuperar el dinamismo.

Por: S. Valdenegro y R. Lucero | Publicado: Lunes 12 de junio de 2017 a las 04:00 hrs.
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Vittorio Corbo es optimista sobre Chile. Y su punto de partida es claro: “No hay crisis”, enfatiza el investigador senior del Centro de Estudios Públicos (CEP) en el marco de su análisis sobre las recientes proyecciones entregadas tanto por el Banco Central como por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Una base esencial, ratifica, es la solidez de las instituciones, como una regla fiscal que se “chasconeó” en los últimos años pero que se ha “retomado” bajo la conducción de Rodrigo Valdés en Hacienda; y un instituto emisor -que él también lideró- “con gran prestigio y credibilidad”.

Lo que sí, enfatiza, estamos ante una economía inmersa en un período prolongado de baja expansión, que obviamente plantea desafíos. ¿El principal? Que el país deberá trabajar “muy duro” si aspira a crecer de manera persistente al 3,5% hacia adelante.

- ¿Cuál es su mirada del escenario que delineó el Banco Central en su Informe de Política Monetaria?

- El IPoM está en línea con lo que hemos observado en la economía. El crecimiento nuevamente será bastante débil este año, en torno al 1,4%-1,5%, consistente con el hecho de que el consumo privado sigue aumentando al 2%. Aunque la inversión en maquinaria y equipos se ha recuperado en el margen, eso se está contrarrestando con una corrección importante en la construcción.

Entonces, no hay duda que este será otro año de bajo crecimiento y estaremos cuatro años con un PIB bajo el 2%.

- ¿Es un cuatrienio perdido?

- Será un cuatrienio mediocre. Crecimiento hay, pero son cuatro años en que perdimos la capacidad de ir convergiendo hacia ingresos per cápita del promedio de la OCDE.

Pero lo que más me preocupa es el deterioro del mercado laboral. Si el crecimiento sigue bajo, el deterioro va a ir aumentando. Esto comienza a repercutir en la conducta de pago de las personas y de las empresas. Eso me preocupa. Pero aquí no hay crisis, sino un crecimiento bajo.

- ¿Cuánto puede resentirse el consumo?

- Esa expansión empieza a estar en peligro si vemos un deterioro mayor del mercado laboral. Y ahí el riesgo más grande es que el motor del crecimiento en los últimos años comience a perder más dinamismo.

- El Central y Hacienda plantearon que la economía toca fondo en el primer trimestre y se recupera hacia fin de año. ¿Coincide con ese escenario?

- Parte del ajuste del crecimiento este año tiene que ver con la huelga en Escondida, que ha tomado mucho más tiempo en normalizarse. Parte de eso ha tenido que ver con que el sector minero se ajustó a precios del cobre en torno a US$ 2 la libra. Hoy estamos en US$ 2,50. Entonces, eso se irá revirtiendo, el sector minero será menos contractivo y empezará a tomar más fuerza si el precio se mantiene en torno a US$ 2,5.

- ¿Este bajo crecimiento es puntual o es estructural?

- Lo que hay que preguntarse es qué requiere el país para dar impulso al crecimiento. Hay dos cosas que ayudan.

Primero, un entorno externo que sea sustancialmente mejor que en los últimos años. Eso nos va a ayudar en el corto plazo. El empuje externo de la mano de los países desarrollados durará 18-24 meses. Pero probablemente China se va a desacelerar. Así que por el lado externo no habrá un gran boom, Chile tendrá que trabajar en las cosas internas.

- ¿Tales como?

- Hay que facilitar los procesos. Es muy difícil tener un proyecto de inversión aprobado hoy en Chile. Necesitamos más flexibilidad en el mercado laboral para facilitar el ajuste de las empresas. Hay que combinar flexibilidad con seguros de desempleo más generosos. Pero esas cosas no las veo muy fáciles de implementar en el corto plazo. No creo que la economía política vaya para allá. Hay que trabajar muy duro todavía si queremos crecer más sostenidamente a 3,5%.

Eso requerirá que nos pongamos de acuerdo en remover algunas barreras internas al crecimiento y crear un ambiente más favorable para la inversión. Hay que simplificar la reforma tributaria recaudando lo mismo. Hay espacio para mejorar eficiencias, pero la recaudación no la tocaría.

Hay que abrir de nuevo el apetito para innovar, para invertir, para que la gente se atreva. Y eso requiere crear un marco mucho menos enemistoso hacia las empresas.

- ¿Cómo se logra aquello?

- Con una regulación más liviana en materia de procedimientos, pero hay que cumplir con las regulaciones. Todos los países del mundo están trabajando en eso. Chile se ha ido quedando atrás en el costo de hacer negocios, hemos creado la cultura de la tramitología en vez de la de la aprobación de inversión productiva.

- ¿Qué tan cuesta arriba está lograr ese objetivo?

- Se han creado muchas expectativas y la forma de satisfacerlas no es algo que se baja por internet, sino que hay que crear la capacidad para generar ingresos, para satisfacer esas necesidades. Con un crecimiento entre 1% y 2% no da.

- ¿Se puede crecer al 3,5% en 2018, como es el techo de la proyección del Central?

- Lo veo muy poco probable porque con el deterioro que vemos en el mercado laboral, el consumo está en riesgo de no tomar un mayor dinamismo. Con la dificultad para aprobar proyectos, me cuesta pensar que tengamos una recuperación importante de la inversión.

“Chile requiere más realismo”

- ¿Cuál es su lectura de lo que pasa en el país más allá de lo económico?

- No hay ningún país exitoso que haya experimentado con cosas raras. China, que fue un país miserable hasta avanzados los 70, se hizo exitosa cuando ordenó la casa y se abrió al mundo. Eso ya no es ideología, el Partido Comunista gobierna el país y fue muy pragmático: no importa el color del gato con tal de que se coma los ratones.

Una macro desordenada es mala para los comunistas y para los ultra conservadores. Una economía sana y abierta al mundo le ayuda a partidos de signos muy distintos, ya no es ideología.

Necesitamos introducir en la discusión mucho más realismo sobre qué funciona y qué no.

- ¿Ve propuestas de los candidatos que apunten a eso?

- Espero que la discusión en algún momento suba de nivel. Chile tiene una tradición de alto nivel, que jugó un rol muy importante en la transición a la democracia, del 1990 al 2010-2012. Había una discusión profunda de todos estos temas económicos, espero que se retome. Lo que ha pasado es que muchos problemas siguieron sin enfrentarse, el más grave de todos es el de la calidad de la educación pública, lo que explotó. Ahora, no se ha enfrentado el tema de la salud y eso va a hacer explotar mañana un problema.

Este país tiene cosas sólidas, no hay crisis, pero si seguimos con un crecimiento mediocre y muchas presiones sociales, especialmente en salud, eso puede destruir la base macro.

“Posiblemente se requiere más estímulo”

- El Banco Central pareció cerrarle la puerta a más bajas de la tasa de interés. ¿Lo ve así?

- En su escenario base, la economía toma fuerza en el segundo semestre y el próximo año algo más y eso no requieren nuevas bajas de tasas para que la inflación regrese al 3%. No discrepo de eso.

Ahora, es poco probable ese escenario base porque tengo riesgos más grandes, especialmente por la desaceleración del consumo. Si se desacelera el consumo, la economía no tomará esa fuerza, la inflación se va a estacionar por mucho más tiempo más cercana al 2% y, en ese escenario, se requeriría posiblemente más estímulo monetario.

- ¿Y qué niveles de desaceleración del consumo comienzan a ser preocupantes?

- Si se va a niveles más cercanos al 1%, dado que representa más del 70% de la demanda agregada, no hay duda que eso tira el crecimiento más cercano al 1% que al 2%.

¿DÓNDE ESTÁN LOS FOCOS DE RIESGO EXTERNOS? "CHINA ME PREOCUPA, TIENE DESEQUILIBRIOS IMPORTANTES"

- ¿Qué lo inquieta más del escenario externo: China o EEUU?

- Me preocupa que en Estados Unidos la recuperación ya casi ha madurado, el mercado laboral está cerca del pleno empleo y todo apunta a que el Producto está muy cerca de la capacidad productiva. Entonces, la inflación va a ir tomando fuerza y eso requiere ir reduciendo el excesivo estímulo monetario. Y, en ese momento, no hay duda que este financiamiento barato de los últimos años va a empezar a normalizarse. Pero China me preocupa más porque tiene desequilibrios muy importantes. Ha crecido mucho la deuda a PIB. Un indicador que se usa mucho como una luz amarrilla de potenciales crisis financieras es la relación de crédito a PIB con respecto a su tendencia de largo plazo. Cuando ese número está más allá de 10% a 12%, hay una probabilidad alta de crisis. En China está 33% más arriba de su tendencia, lo que es un récord mundial.

- ¿Y qué hay del mundo?

- Sobre el resto de los países, me preocupa que su crecimiento de largo plazo será menor que lo que tuvimos los últimos 10 años. En la mayor parte de los países no hemos visto aumentos de productividad, son economías muy maduras y también enfrentan el envejecimiento de la población. Tienen menos trabajo, menos hora hombre, y los avances en educación o capital humano son cada vez menores. Todo me hace pensar que esos países tendrán un crecimiento mucho más moderado una vez que pasemos este uso de exceso de capacidad. Entonces, vamos a tener todavía empuje en Europa y Japón, pero de ahí para adelante hay que acostumbrarse a un mundo menos dinámico.

- ¿Cuánto afecta el tema político en EEUU?

- Hoy el mercado cree poco probable que tengamos el programa económico de Trump que incluía elementos de bajar impuestos y expandir infraestructura y reducir regulaciones, porque esta administración se ha creado suficientes problemas, está preocupado de otras cosas. Entonces, el mercado ha descontado que esta administración será menos expansiva. Me preocupa más todo el ruido que puede crear en las reglas de comercio internacional, que para nosotros -como un país chico- es complicado. Nosotros nos hemos beneficiado mucho del multilateralismo.

"Si mañana hay una paralización, habrá problemas de liquidez"

- ¿Coincide con el Banco Central que una paralización en la banca podría tener un riesgo sistémico? Fue uno de los tópicos principales del Informe de Estabilidad Financiera (IEF).

- Si se paraliza el sistema de pagos, no hay duda que es sistémico. Eso lo que requiere es clarificar los servicios mínimos, especificarlos bien. Se requiere tener servicios mínimos dado que se eliminó el reemplazo en huelga. Concuerdo cien por ciento con el Banco Central que si mañana tenemos una paralización en un jugador importante del sistema financiero, va a haber un problema de estrechez de liquidez con costos reales para toda la economía.

- ¿Cómo ve el retraso en el envío de la reforma a la Ley General de Bancos? El Central planteó que no puede seguir postergándose.

- Coincido con el Banco Central. Yo estuve en el grupo de trabajo que nombró el ministro Valdés y en eso el mundo ha ido para otro lado. Entonces, nosotros tenemos que cumplir con las leyes de la FIFA para ir a los mundiales, si no vamos a jugar en los potreros. Lo que nosotros necesitamos hoy es avanzar primero en el gobierno corporativo de la Superintendencia de Bancos, eso ha estado en la agenda por muchos años; segundo, tenemos que movernos hacia Basilea III en lo que es adecuación de capital. Es un costo no hacerlo, porque mañana nos empezarán a mirar como que Chile tiene una regulación rara, que no usa el resto del mundo. Hay que hacerlo en forma gradual, pero la gradualidad está contemplada en todo lo que le hemos escuchado a las autoridades. Quedan muchos elementos para ir aclarándolos en el camino, pero está perfecto moverse en esa dirección.

- ¿Se ha perdido mucho tiempo? Esto se anunció en el Chile Day del 2015...

- Eso tiene que verlo el ministro de Hacienda, pero al parecer no ha tenido ventanas para ponerlo en la agenda, pero sí ha avanzado en forma importante en un tema relacionado: la Comisión de Mercado Financiero. Se ha ido adaptando a las velocidades que le permiten el sistema político. Me hubiera gustado más que se hubiera hecho a comienzos del 2016 en vez de la segunda parte del 2017, especialmente dado que estamos en el último año del gobierno.

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